El rendimiento deportivo puede describirse según el tipo de cálculo. En el deporte de competición RÖBLITZ (1970, 67) distingue cuatro grupos: (1) rendimientos que se miden según el espacio, el tiempo y el peso, y son por ello objetivables de forma absoluta; (2) rendimientos que son referidos a una tabla de puntuación establecida con anterioridad; (3) rendimientos cuyo criterio es la superación de un contrario, y (4) rendimientos de impacto o blanco, sobre todo en el ámbito de los juegos deportivos.
En segundo lugar, los rendimientos deportivos se pueden diferenciar según el tipo de habilidades motrices que permiten alcanzarlos. En tercer lugar, con la ayuda de parámetros condicionales como el rendimiento muscular se pueden distinguir estos rendimientos frente a valores de capacidad aerobia, velocidad de reacción o capacidad de aceleración, entre otros.
Los análisis del éxito deportivo son necesarios para determinar la posición de un deportista individual o de un grupo en comparación con sus rivales; contienen básicamente desplazamientos en el orden jerárquico y / o la magnitud de las diferencias de rendimiento entre los individuos.
Los análisis del rendimiento deportivo se efectúan sobre todo con la finalidad de, en primer término, mostrar evoluciones del rendimiento y, en segundo, obtener perfiles de exigencia para distintos niveles de rendimiento (valores ideales del entrenamiento). Además, estos análisis engloban la división del rendimiento complejo en determinaciones parciales y la descripción de las condiciones previas del rendimiento.
1.1.3 Condiciones del rendimiento
Para deducir unas estrategias que permitan obtener éxitos deportivos, esto es, altos rendimientos deportivos, y para tomar decisiones durante el entrenamiento es necesario conocer las condiciones que son requisito previo y a la vez causa de su realización. Éstas han de ser consideradas desde distintos planos de sistematización. En un primer nivel, parece oportuno distinguir entre variables de condiciones personales y no personales, que se pueden seguir diferenciando individualmente en los niveles inferiores. La figura 2 enumera sinópticamente las condiciones del rendimiento que es preciso considerar, sin mostrar el entramado de relaciones existente entre ellas.
Figura 2: Condiciones de los rendimientos deportivos.
Las condiciones personales son supuestos personales previos del rendimiento deportivo, marcados por una predisposición y unas influencias del entorno. Su situación es en parte modificable mediante entrenamiento. Sin embargo, cada una de las variables de que constan se encuentra también predeterminada y fijada por la dotación genética o las influencias del ambiente a las que se ha estado sometido. La elaboración de reglas de entrenamiento presupone el conocimiento de la entrenabilidad de cada una de las condiciones. Es muy habitual, tanto en la praxis como en la metodología del entrenamiento, clasificar las condiciones personales en el plano del comportamiento directamente observable en capacidades relativas a la condición física, la técnica de movimiento y la táctica deportiva. También se suele diferenciar dentro de cada una de estas categorías con vistas a enfatizar determinados puntos durante la práctica del entrenamiento. Un rasgo esencial de las condiciones de rendimiento personales directamente observables es que su dependencia mutua es relativamente grande. Es decir, las consideraciones de tipo analítico-causal sobre la relación que existe entre la capacidad de rendimiento compleja y los rasgos de comportamiento directamente observables sólo son posibles con ciertas restricciones.
Para los análisis causales, pronósticos de rendimiento o de talento, y para las decisiones individuales de la dirección y regulación del entrenamiento, es conveniente tener en cuenta las condiciones de rendimiento personales indirectamente observables, que son relativamente independientes entre sí, en particular las cuatro que aparecen en la figura 2 dentro de sistemas del organismo, pues su forma y estado funcional determinan la capacidad de rendimiento corporal (y especialmente la deportiva) del individuo. Además, presentan una interacción con los estados psíquicos, que son los que originan la disposición para el rendimiento. Asimismo, se puede ver en la figura 2 que, en el caso de las condiciones personales directamente observables, una por una, se trata siempre de componentes psico-físicos complejos, mientras que las indirectamente observables desempeñan siempre funciones específicas. El nivel global de las componentes personales que determinan un rendimiento deportivo se denomina en la metodología del entrenamiento estado de rendimiento deportivo.
Ahora bien, el rendimiento alcanzado o alcanzable por un deportista individual o por un grupo de ellos no sólo depende de su eventual estado de rendimiento, sino que también, como se muestra en la fig. 2, se ve determinado por condiciones que pertenecen al entorno de los deportistas. Entre éstas que aquí anotamos como condiciones no personales (CARL, 1983, 28; MECHLING, 1989, 240 y ss.), se pueden distinguir condiciones materiales y sociales. Las condiciones materiales ejercen un influjo directo sobre el rendimiento deportivo alcanzable y no son susceptibles de ser influidas por el entrenamiento, pero sí son en parte modificables o aprovechables conscientemente. Conscientemente modificables son, por ejemplo, los aparatos utilizados, como por ejemplo los esquís en un descenso, el equipamiento deportivo, como el traje del saltador, etc.
Las condiciones sociales ejercen, en parte, una influencia directa sobre el rendimiento, como por ejemplo las indicaciones tácticas del entrenador en el tiempo muerto de un partido de voleibol, o el apoyo que el equipo ciclista presta a su jefe de filas durante la carrera. Por el contrario, en otros casos la influencia sobre el rendimiento deportivo alcanzable es sólo indirecta. Ejemplos de esto son la colaboración de los padres en apoyo del compromiso de sus hijos con el deporte, la disponibilidad constante de entrenadores cualificados o el necesario apoyo económico a los deportistas de alta competición, que les permite aprovechar el tiempo de que disponen para el entrenamiento en vez de dedicarlo a la actividad laboral. En estos casos, al hablar de las condiciones sociales, no se trata de condiciones de rendimiento en sentido estricto, sino más bien de condiciones externas del entrenamiento que favorecen el rendimiento.
1.1.4 El sistema de rendimiento
Como ya se ha formulado en el anterior apartado, el nivel global de los componentes personales que determinan un rendimiento deportivo se denomina estado de rendimiento deportivo. Escogemos esta magnitud disponible como concepto principal para describir las magnitudes que sirven como objetivo a la hora de desarrollar el rendimiento.
DEFINICIÓN:
El estado del rendimiento deportivo resulta del nivel actual (que se tenga en cada momento) de los componentes personales del rendimiento (factores influyentes), cuyo grado de incidencia se muestra en el resultado de una tarea.
El objetivo del entrenamiento es, en cada momento, un determinado estado del rendimiento deportivo. Detrás de dicho estado se encuentran una serie de condiciones y procesos, que están en relación cambiante unos con otros y conforman un sistema –un sistema de rendimiento–. Para esta noción, en la metodología del entrenamiento se utilizó casi siempre hasta ahora el concepto “estructura del rendimiento”. Pero como el concepto de sistema caracteriza precisamente aquellas relaciones cuya descripción intentamos aquí, utilizaremos el concepto “sistema de rendimiento”. Un sistema designa, según DORSCH (1970, 406), “un conglomerado de varios procesos individuales, que interactúan unos con otros de acuerdo con leyes determinadas, esto es, son dinámicamente dependientes unos de otros, en el