Siguiendo asimismo a CARL / KAYSER (1976), llamaremos forma de entrenamiento a la actividad de los deportistas especificada mediante tareas precisas en cuanto al contenido y al método de entrenamiento. La realización activa suele tener lugar, por tanto, con las más variadas formas de entrenamiento.
1.2.2.5 Métodos de entrenamiento
Aunque describimos uno por uno los métodos de entrenamiento para cada tipo de entrenamiento, esto es, entrenamiento destinado a la técnica, la fuerza, la velocidad, la resistencia, la flexibilidad, la táctica y el mantenimento de la forma deportiva, vamos a exponer más detalladamente unos cuantos principios de validez general para las decisiones de tipo metodológico.
Desde un punto de vista didáctico, se suele aceptar que las decisiones sobre los objetivos tienen prioridad sobre las que conciernen a los contenidos y a los métodos, con lo cual no se cuestiona el entramado de implicaciones mutuas existente entre objetivos, contenidos y métodos. Pero las decisiones sobre el método, dado que determinan el “cómo” del entrenamiento, tienen una importancia básica en su realización, esto es, en la praxis que se ha de llevar a cabo. Pertenece, pues, al procedimiento metodológico la forma en que los entrenadores “enseñan” cosas a sus deportistas, es decir, elaboran contenidos para su transmisión, personalizan la dosificación de las cargas, controlan secuencias motrices, corrigen e implantan procedimientos de retroalimentación, utilizan instrumentos (medios de comunicación) para apoyar y reproducir rendimientos de entrenamiento y evalúan los rendimientos obtenidos tanto en el aprendizaje de la técnica como en el entrenamiento de la fuerza y de la velocidad.
También la forma en que los deportistas viven subjetivamente su entrenamiento y la medida en que lo consideran útil y efectivo dependen a menudo de cómo se procedió desde el punto de vista metodológico. Igualmente, los entrenadores y profesores de Educación Física deberían saber que la valoración de su “competencia como especialistas” por parte de sus discípulos depende en gran medida de cómo diseñen el entrenamiento, es decir, de cómo sean capaces de actuar desde el punto de vista metodológico.
El procedimiento metodológico conlleva asimismo como resultado que las experiencias de entrenamiento acumuladas y los efectos conseguidos sean unos y no otros. Así, dicho procedimiento tiene, en el marco de la realización, una relevancia “íntima” tanto para entrenadores como para deportistas. Razón suficiente para ocuparnos más en profundidad de los principios que sirven de base a las decisiones metodológicas.
DEFINICIÓN:
Los métodos de entrenamiento son procedimientos planificados de transmisión y configuración de contenidos, dentro de unas formas de entrenamiento dirigidas a un objetivo.
La realización del entrenamiento “en sentido estricto” tiene lugar a través de formas de entrenamiento. Como se desprende de la definición anterior, resultan de la unión e interacción de aquello “que” se lleva a cabo en el plano del contenido y la forma “como” estos contenidos son asimilados. De esta fusión entre contenidos y métodos obtenemos, por ejemplo en el entrenamiento de la fuerza, ejercicios de entrenamiento como el press de banca, con una exigencia de carga compuesta de volumen, intensidad y densidad del esfuerzo, pero también con una forma de realización establecida, por ejemplo, unos movimientos iniciales explosivos y un retorno lento al punto inicial. O bien en el trabajo técnico, por ejemplo, donde combinamos, para obtener formas de entrenamiento, una determinada destreza como –pongamos por caso– un balanceo propio de las técnicas de eslálom (contenidos) con determinadas intensidades de movimiento, repeticiones, grados articulares, modificación de la dirección y diferentes inclinaciones de la pendiente (métodos).
La configuración metodológica de los contenidos de una forma de entrenamiento–sobre todo a través de la dosificación de las exigencias de carga–, junto con las condiciones de realización, constituyen el núcleo de la decisión metodológica en sentido estricto. No representan, sin embargo, el único plano de decisión. Decisiones metodológicas, en sentido amplio, se pueden tomar en cinco niveles (tabla 2).
El punto de partida para configurar una unidad de entrenamiento es la decisión sobre el esquema idóneo. Éste resulta del objetivo parcial que se pretenda alcanzar y del tipo de entrenamiento que de éste se deduzca. Mencionemos dos ejemplos: para el partido del próximo sábado hay que diseñar modelos de situación como córners y tiros libres sobre el esquema táctico de defensa del equipo contrario (objetivo parcial del entrenamiento). Para ello, en primer lugar, se muestran estas situaciones sobre la pizarra y se discuten en una sesión táctica, teórica y práctica (tipos de entrenamiento); después, se ejercitan en la práctica bajo las condiciones de defensa propuestas. Otra posibilidad, en un segundo ejemplo: en un equipo de biatlón hace falta mejorar la velocidad y la puntería en el tiro en bipedestación (objetivo parcial) bajo la presión de una carga elevada (frecuencia cardíaca elevada). Para ello se corre (a pie) series breves de 1.200 m y se dispara cinco veces de pie en un tiempo establecido. Este tipo de entrenamiento se denomina entrenamiento complejo. La decisión sobre el esquema precede a las decisiones sobre la realización (en sentido estricto).
Tabla 2: Decisiones de tipo metodológico y sus rasgos de realización.
Planos de la decisión metodológica | Rasgos de realización |
Esquema del entrenamiento | Tipos de entrenamiento deducidos a partir de los objetivos directores |
Realización del entrenamiento en sentido estricto | Serie de formas de entrenamiento con exigencias de carga y condiciones de realización |
Transcurso organizativo del entrenamiento | Formas sociales, construcción de los aparatos, elección y preparación del terreno, ayudas / apoyos, medios de comunicación |
Formas de actuación del entrenador | Informaciones, correcciones, medidas de retroalimentación, observaciones, lugares de observación, evaluaciones |
Evaluaciones del entrenamiento | Medir / controlar / observar - evaluar - interpretar (dirección del entrenamiento en la propia unidad de entrenamiento) |
El transcurso organizativo del entrenamiento es el siguiente ámbito de decisión. Aquí se determinan la forma y manera con las que transcurrirá el entrenamiento; así, en nuestro ejemplo del biatlón, el entrenador decidió que la carrera y los tiros se realizaran por parejas. Se organiza el uso que se da a los aparatos, como podría ocurrir trabajando la potencia de salto dentro de un polideportivo; medidas de seguridad, como en el caso del tiro en biatlón; el reparto de calles en la piscina según el rendimiento y cualidades técnicas de los miembros de un equipo de natación; las ayudas y apoyos en el entrenamiento técnico con los aparatos de gimnasia; el uso de los medicamentos, y muchos otros aspectos. El transcurso organizativo óptimo es decisivo para que una unidad de entrenamiento “funcione”.
La siguiente decisión metodológica (tabla 2) se toma sobre las formas de actuación del entrenador que se consideren pertinentes. Por “formas de actuación” entendemos la correcta participación, en el plano metodológico, de los entrenadores, sus informaciones, correcciones, pero también su localización física, por ejemplo cuando se trabaja la resistencia, practicando esquí de fondo sobre el terreno, en el trampolín de bajada del salto de esquí, etc. Formas de actuación del entrenador son aquellas