Dos años más tarde, en 1227, Ju-ching entregó a Dogen el Shisho, documento de transmisión, y se convirtió en el patriarca 51 en sucesión directa desde el Buddha Shakyamuni. Dogen regresó a Japón para continuar la transmisión a través del establecimiento de una comunidad monástica de acuerdo con las reglas de Baizhang, e instruyendo a sus discípulos a través de enseñanzas orales y de textos escritos. Con el tiempo fundaría el templo Eiheiji en las montañas de Echizen, siguiendo las instrucciones de su maestro.36
Muchos de los monjes japoneses que fueron a China a estudiar y practicar, y luego regresaron a Japón con gran cantidad de sutras budistas como recuerdo. Pero como el mismo Dogen afirma en su jodo 1.48 del Eihei Koroku, él regresó con las manos vacías. Con esto quería expresar que había incorporado la enseñanza de shikantaza (la práctica de solo sentarse), que él mismo era la personificación, la propia manifestación del Dharma de Buddha. Sin embargo, según el registro de las reliquias del maestro Myozen (Shari Sodenki), en realidad había traído consigo las reliquias de Myozen, además del shisho (certificado de la transmisión), el kesa (hábito monástico) del maestro Fuyo Dokai, el Hokyo Zanmai (samadhi del espejo precioso) y un comentario de Goi (los Cinco Rangos) del maestro Tozan (Dongshan), considerado el fundador del linaje Soto que heredó Dogen, y un retrato de Ju-ching.37 Regresaba a su país a sembrar las semillas del auténtico Dharma de Buddha heredado de su maestro.
«De Shakyamuni Buddha a Caoxi Huineng hay 34 ancestros... Por tanto, la Colección del Verdadero Ojo del Dharma ha sido pasada de heredero a heredero hasta nuestros días. La auténtica vida del Dharma del Buddha existe solo en esta auténtica transmisión. Debido a que el Dharma del Buddha ha sido apropiadamente transmitido de esta manera, es conferido de heredero a heredero.»38
Es importante destacar que la mayor parte del tiempo antes de recibir la transmisión del Dharma de Ju-ching, Dogen estuvo practicando en la tradición Rinzai. Él solo buscaba encontrar un verdadero maestro y resolver su «gran duda». De hecho, como ya se vio, el primer templo que visitó fue Ching-tê-ssû en el monte T’ian t’ung, el mismo en el que Eisai había estudiado. En época de Dogen, según se puede apreciar, los templos en China podían nombrar a un abad Soto después de uno Rinzai, como en el caso de Ju-ching, que sucedió a Wu-chi en este templo. Para Ju-ching, separar las enseñanzas de los maestros en escuelas diferentes era un error. Dogen afirma que incluso los nombres de estas escuelas fueron designados tiempo después de que los fundadores de las supuestas corrientes ya habían muerto.
«Ju-ching, mi antiguo maestro, ascendió al estrado y enseñó a la Asamblea: “En estos días algunas personas dicen con frecuencia que las enseñanzas de Yumen, Fayan, Guiyang, Linji y Caodong eran enseñanzas separadas. Este no es el Dharma del Buddha, tampoco la Vía de los ancestros” [...]. Antes de practicar formalmente con Ju-ching, viejo Buddha, yo trataba de estudiar profundamente las enseñanzas de las cinco escuelas. Pero después de inclinarme formalmente ante Ju-ching, comprendí con claridad que la designación de las cinco escuelas carece de fundamento.»39
Dogen fue muy explícito en sus declaraciones de que lo que él buscaba transmitir desde China no era simplemente el linaje de Bodhidharma, sino el verdadero budismo en su totalidad. El budismo que Dogen encontró en la China Song puede resumirse comprendiendo tres prácticas fundamentales: sila (moralidad), samadhi (meditación) y prajna (sabiduría). La moralidad en el budismo Song significaba la adherencia a los diez preceptos para los novicios y a los 250 preceptos para los bhiksus (monjes completamente ordenados) enumerados en el Pratimoksha («liberación personal», resume los 227 preceptos del Vinaya que están contenidos en el capítulo «Suttavibanga»). La concentración comprendía muchas técnicas para concentrar la mente, pero para el novicio en su entrenamiento básico tomaba la forma de la meditación sedente en comunidad en las largas plataformas en la sala de la Sangha (sodo). El cultivo de la sabiduría, en su nivel más básico, constituía el estudio de las enseñanzas budistas tal como habían sido transmitidas en los sutras mahayana. La habilidad para leer y recitar los sutras era un requisito para la ordenación del novicio. El canto de los sutras (fugin) también era una herramienta esencial para generar mérito y dedicarlo en conjunto con las ofrendas de comida y las oraciones a los buddhas, bodhisattvas, arahats, deidades protectoras y espíritus ancestrales, que eran la forma más común de los rituales en el budismo de la china Song.40
En la actualidad hay personas con tendencia a secularizar la práctica del zen y a desligarla de las enseñanzas mismas del Buddha. Afirman que el zen no tiene nada que ver con el budismo y han llegado incluso a negar la importancia de la transmisión del Dharma y del certificado de la sucesión, que para Dogen eran la esencia de la continuidad de la enseñanza. Pero es evidente que se trata de expresiones de individuos que no han tenido acceso a un entrenamiento formal y que no han recibido la auténtica transmisión dentro de un linaje para transmitir la enseñanza de manera seria y honesta. Hay incluso algunos embaucadores que, queriendo obtener fama y riqueza, sincretizan todo tipo de prácticas y engañan con enseñanzas sin fundamento. Pero el zen de Dogen no puede ser desligado de la enseñanza del Buddha. Para Dogen, zazén no es otra cosa que actualizar la enseñanza y el despertar de Shakyamuni, el sello transmitido a Mahakasyapa en el Pico de los Buitres y luego ininterrumpidamente a través de generaciones sucesivas.
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