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¿Cómo realizar un diagnóstico inicial del grupo de destinatarios antes de diseñar un recorrido virtual?
Antes de tomar decisiones sobre nuestro recorrido virtual, conviene analizar, como se ha sugerido en la pregunta previa, el perfil de los destinatarios de la futura experiencia educativa a fin de elaborar un diagnóstico inicial del grupo. En este sentido, además de datos de tipo más general, como la edad y el nivel educativo, necesitamos relevar información sobre los conocimientos previos relativos a los contenidos fundamentales de la propuesta de enseñanza, así como sobre la dimensión tecnológica.
En relación con este último aspecto, se puede considerar:
Pero ¿cómo recabamos información sobre los participantes de nuestra propuesta de enseñanza? A fin de relevar los datos necesarios sobre el grupo, una alternativa es diseñar y aplicar cuestionarios (en formato impreso o digital) con preguntas cerradas o abiertas sobre los temas mencionados previamente. En este sentido, es importante caracterizar los tipos de pregunta:
En la actualidad existen alternativas diversas para crear y compartir cuestionarios de manera virtual. Con estas aplicaciones se puede, a su vez, sistematizar e incluso cuantificar las respuestas, especialmente cuando derivan de preguntas cerradas. De hecho, muchas de las aplicaciones procesan los datos en forma de cuadro o gráficos que permiten visualizar con facilidad y claridad los resultados. Entre las alternativas más conocidas, destacamos los Formularios de Google (Google Forms), la plataforma SurveyMonkey y la aplicación Quizlet. Para quienes todavía no accedieron a estas herramientas digitales, existen tutoriales, ya sea los que se ofrecen en los sitios oficiales de las aplicaciones como los que un usuario encuentra en YouTube u otras redes sociales indicando algunas palabras clave en esta búsqueda (por ejemplo: “tutorial formulario google forms”).
Junto con los cuestionarios o como alternativa a estos instrumentos, podríamos solicitar el desarrollo de actividades breves que también permitan relevar información significativa para las propuestas de enseñanza. Una alternativa sería una actividad en la que los estudiantes tengan que emplear funcionalidades de alguna herramienta específica. Por ejemplo, solicitar a los destinatarios que incluyan un comentario en la entrada de un blog propio de la escuela o del curso con el objetivo de evaluar cómo realizan esta tarea.
Más allá del cuestionario o la actividad seleccionada para relevar información sobre los participantes, lo importante será obtener estos datos a fin de guiar el diseño de nuestros recorridos virtuales. En este sentido, recordemos el testimonio incluido en la pregunta 4, en el que Candelaria relataba las diferentes dimensiones que tuvo en cuenta antes de planificar su propuesta de enseñanza virtual.
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¿Qué conocimientos ponemos en juego al diseñar recorridos virtuales?
Al diseñar recorridos virtuales ponemos en juego conocimientos sobre los procesos de aprendizaje, sobre las disciplinas/áreas vinculadas a la propuesta y sus didácticas específicas, y también sobre la tecnología.
En relación con estos conocimientos, los investigadores norteamericanos Matthew Koehler y Punya Mishra compartieron en 2006 un marco teórico para pensar las relaciones entre contenidos a enseñar, pedagogía y tecnología, al que denominaron “conocimiento tecnológico pedagógico disciplinar” o TPACK, por sus siglas en inglés (Technology, Pedagogy and Content Knowledge).
El marco aborda los conocimientos necesarios para la integración de TIC en procesos de enseñanza y aprendizaje e identifica tres núcleos (figura 2):
Los saberes vinculados a las tecnologías no aparecen como algo accesorio, sino como conocimientos que obligan a repensar las dimensiones disciplinares y pedagógicas de nuestras prácticas.
Figura 2. Componentes del conocimiento tecnológico pedagógico disciplinar (TPACK)
Esos conocimientos o saberes construidos por los docentes, siempre abiertos y en desarrollo, se entrelazan para construir nuevos conocimientos: