El libro conciso de los puntos gatillo. Simeon Niel-Asher. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Simeon Niel-Asher
Издательство: Bookwire
Серия: Medicina
Жанр произведения: Медицина
Год издания: 0
isbn: 9788499106984
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Nódulo sumergido en una banda tensa en el músculo.

      • La presión reproduce los síntomas de dolor, con irradiaciones en una distribución específica y reproducible (mapa).

      • El dolor no puede explicarse con los hallazgos obtenidos en un examen neurológico.

      Una de las características más importantes de los puntos gatillo es que pueden encontrarse sumergidos en los músculos alejados de donde se siente el dolor. En parte, éste es el motivo del fracaso de muchos tratamientos. Con mucha frecuencia, en lugar de buscar el origen del dolor, los terapeutas y los médicos consideran el lugar donde duele. El punto gatillo acorta y engrosa el músculo que lo alberga y reduce su eficacia; esto puede dar lugar a una presión sobre nervios y vasos sanguíneos. Conocer los puntos gatillo y sus mapas nos ayudará a encontrar la fuente del dolor.

       ¿Cuáles son las características físicas de los puntos gatillo?

      Nuestro idioma no es suficientemente sofisticado como para describir las sensaciones: lamentablemente, todavía no hemos desarrollado un vocabulario idóneo para clasificar lo que sentimos con nuestras manos. Teniendo en cuenta esta limitación, intentaremos clasificar los puntos gatillo según lo que sentimos:

      • Nódulos pequeños del tamaño de una cabeza de alfiler.

      • Nódulos del tamaño de un guisante.

      • Bultos grandes.

      • Varios bultos grandes unos cerca de los otros.

      • Puntos sensibles sumergidos en bandas tensas de un músculo semiduro que sentimos como una cuerda.

      • Bandas como cuerdas situadas una cerca de la otra como espaguetis parcialmente cocidos.

      • La piel por encima de un punto gatillo está ligeramente más caliente que la piel circundante (debido a un aumento de la actividad metabólica/autonómica).

       Miofascia

      Imaginemos que somos una naranja. Nuestra piel es la fascia (superficial), repleta de pelos y receptores; la parte blanca y dura debajo de la piel es la fascia; las bolsas que rodean cada segmento son fascias (profundas), y si miramos muy detenidamente, el zumo de la naranja se engloba en bolsas de fascias incluso más pequeñas. En cierta medida, algo similar ocurre en nosotros: nuestra fascia está por todas partes. Envuelve y soporta los órganos, los huesos y los tendones. Cuando rodea los músculos, se denomina miofascia o fascia muscular. La fascia es un tejido vivo y tiene memoria; también contribuye al transporte y desplazamiento de productos químicos y de otras sustancias por el organismo. Cuando hablamos de «puntos gatillo miofasciales», nos referimos a un punto gatillo en un músculo específico y su fascia envolvente. Las miofascias conectan muchas zonas del organismo, por lo que, en ocasiones, se denomina tejido conectivo.

       ¿Qué es el tratamiento de los puntos gatillo?

      El tratamiento de los puntos gatillo cubre una serie de técnicas destinadas a desactivar estos nódulos dolorosos. Muchos métodos son manuales y prácticos; pueden realizarse en casa con un compañero, o cuando estamos solos, utilizando «herramientas» para los puntos gatillo. En combinación con algunos cambios sencillos, mediante el tratamiento de los puntos gatillo es posible obtener resultados drásticos, inmediatos y sostenidos. Los objetivos de este tratamiento son simples:

      • Identificar el(los) punto(s) gatillo correcto(s).

      • Determinar cómo o por qué se manifiestan.

      • Utilizar las técnicas apropiadas para desactivar el (los) punto(s).

      • Desarrollar estrategias para prevenir que se reproduzcan.

      La presión en los puntos gatillo:

      • entumece y alivia el dolor en la zona tratada y en la zona del dolor percibido;

      • atenúa las vías de retroalimentación del dolor;

      • interrumpe el ciclo vicioso de dolor y espasmo;

      • estira las estructuras tensas, lo que tendrá un efecto directo en otros tejidos;

      • abre la bolsa miofascial que es como una envoltura de plástico que rodea, reviste y soporta los músculos;

      • estimula el suministro de sangre y elimina el detritus y las toxinas;

      • incrementa la liberación de los potentes agentes analgésicos, las denominadas endorfinas;

      • afecta el sistema nervioso vegetativo/autónomo.

       ¿Qué es un mapa de dolor referido?

      ¡Atención! El dolor referido del punto gatillo no es lo mismo que un dolor referido al hombro por apendicitis o el dolor en maxilar/brazo asociado a un ataque cardíaco. Cuando mantenemos la presión en un punto gatillo doloroso durante 5-6 segundos, debe activarse parte del mapa o todo el mapa: de este modo, se deben reproducir nuestros síntomas (a menudo, en un lugar remoto a la zona presionada).

       Figura 1.3: Patrones de dolor referido del ECM.

       ¿Qué es el sistema nervioso vegetativo (SNV)?

      Nuestro SNV se ocupa de las funciones vegetativas, como el sudor, la digestión y la respiración. Los puntos gatillo pueden causar o contribuir a muchos síntomas desconcertantes del SNV como sudor, palidez de la piel, frialdad, piel de gallina, enrojecimiento, hipersudoración, mareo, dismenorrea, disfunción de la evacuación, otalgia (dolor de oído), congestión nasal y dificultades respiratorias.

      El simple hecho de conocer lo que son los puntos gatillo y cómo pueden desencadenar el dolor resulta terapéutico. La reproducción de nuestro dolor en el contexto terapéutico prueba que no estamos «locos» y nos procura una poderosa herramienta de autoayuda. En mi opinión, es esencial reforzar a mis pacientes para que mejoren por sus propios recursos, ya que «el conocimiento es poder». Antes de empezar, debemos estudiar los músculos, conocer el proceso terapéutico y orientarnos.

      El autotratamiento nos ayudará a conocer, gestionar y controlar nuestro propio dolor, en casa y sin terapeuta. Una vez que empezamos a familiarizarnos con el trabajo en los puntos gatillo, incluso podemos encontrar amigos, familiares o vecinos que quieran tratarse. ¡Quién sabe, algún día quizá llegamos a convertirnos en terapeutas!

      A lo largo de este libro, basándome en mis largos años de experiencia, he ido indicando las técnicas de autoayuda y los estiramientos más eficaces.

       ¿Qué equipo necesitamos?

      Debemos disponer de una cama (o camilla), aunque a veces es suficiente una tabla acolchada. Necesitaremos una crema o loción para la técnica de masaje de roce. También precisaremos algunas «herramientas de presión» para proteger dedos y manos.

       ¿Cómo sabremos que se trata de un punto gatillo?

      Debemos buscar:

      • Rigidez en el músculo afectado/huésped.

      • Sensibilidad puntual (dolor preciso).

      • Nódulo o banda tensa palpable.

      • Presencia de dolor referido.

      • Reproducción (precisa) de los síntomas.

      • Posible pérdida de la elasticidad cutánea en la región del punto gatillo.

      La zona afectada puede ser más húmeda o más caliente (o más fría) que los tejidos circundantes y puede asemejarse un poco al papel de lija.

       ¿Qué procedimiento debemos utilizar para la palpación? (véase la figura 4.1 en el capítulo 4)