1 Autocuración mediante técnicas de autoayuda
Breves comentarios antes de empezar
Técnicas de autoayuda para la liberación de los puntos gatillo
Una historia real
Vamos a empezar con una historia real. La madre de John F. Kennedy contaba que él había sido un niño muy enfermizo. Estuvo a punto de morir por la escarlatina poco antes de su tercer cumpleaños. A los cinco años tuvo la tosferina y la varicela, que le dejaron con una salud muy precaria. En la adolescencia, pese a practicar mucho deporte e intentar mantenerse sano, John desarrolló problemas digestivos y a los 14 años sólo pesaba 43 kilogramos. Finalmente se le diagnosticó una colitis y una celiaquía. También sufría de dolores de espalda. A los 17 años su padre estaba tan preocupado que le envió a la clínica Mayo en Rochester (Minnesota), donde le diagnosticaron la enfermedad de Addison de las glándulas suprarrenales (hipotiroidismo).
Con el tiempo, John desarrolló dolores musculares. Sus problemas empezaron después de que durante el servicio militar sufriera un accidente en la columna, a consecuencia del cual tuvo que someterse a cirugía mayor. Dado que la intervención fue sólo parcialmente exitosa, tuvo que recibir un tratamiento medico y llevar un corsé ortopédico, pero sus dolores iban de mal en peor; según su hermano, la espalda era «una fuente constante de dificultades». Conforme avanzaba el tiempo, ya no podía tocarse los dedos de los pies y ni siquiera podía atarse los cordones de los zapatos. En ocasiones tenía que utilizar muletas, y debía tomar medicación de manera permanente. Estos medicamentos le ayudaron durante un tiempo, pero dejaron efectos secundarios indeseados, como depresión, osteoporosis, dolor muscular crónico y espasmos musculares.
Janet y John
Cuando ya se encontraba en la treintena, un amigo le presentó a una médica «controvertida, pero brillante», la doctora Janet Travell, pionera en un nuevo tipo de tratamiento denominado terapia miofascial de los puntos gatillo. Le trató con regularidad y le recomendó utilizar taloneras y una mecedora para aliviar su dolor. Después de unas pocas semanas, John empezó a encontrarse mejor; por primera vez en su vida podía controlar y reducir el dolor. De hecho, el tratamiento de la doctora tuvo un «éxito tan profundo» que ayudó a John a conseguir y a mantener su maravillosa carrera: ¡una carrera que cambió el mundo!
Finalmente, John logró aliviar su dolor, que se había resistido a los médicos más eminentes; sus problemas eran mecánicos: sus músculos habían desarrollado puntos gatillo. El tratamiento de la doctora Travell era «natural», mecánico y simple; había sabido encontrar la forma de liberar los códigos ocultos del dolor dentro del sistema muscular. John agradeció públicamente el trabajo de la doctora Travell. Poco tiempo después de que se convirtiera en el presidente de Estados Unidos, nombró a Janet su «médica personal», la primera mujer y una de los pocos civiles que han ostentado este puesto. Hasta su muerte en 1987, a la edad de 95 años, la doctora Travell continuó explorando y desarrollando sus teorías y la ciencia en la que se basan los puntos gatillo. A lo largo del tiempo, su legado se ha ido investigando, perfeccionando y validando. Ahora ha llegado el momento de que nosotros podamos beneficiarnos de estas técnicas tan simples, pero tan potentes.
Figura 1.1: Mapa (posible) del dolor de John F. Kennedy. Erector inferior de la columna bilateral, glúteo mayor, menor o mínimo y medio a ambos lados; tensor de la fascia lata a ambos lados; gastrocnemio a ambos lados.
Figura 1.2: Fotografía de Janet Travell y John F. Kennedy; su historia de éxito más famosa. http://www.janettravellmd.org.
Breves comentarios antes de empezar
Puede haber muchos motivos por los cuales tenemos puntos gatillo, por lo que es importante considerar nuestros puntos gatillo en el contexto del resto del organismo. Hay que destacar que las técnicas presentadas en esta obra no sustituyen el tratamiento de un médico cualificado; pese a que las molestias y los dolores de los puntos gatillo son comunes, en ocasiones puede haber una patología subyacente. Siempre es recomendable que un médico cualificado o un fisioterapeuta con experiencia establezcan un diagnóstico correcto de la patología.
Dolor agudo y crónico
Los expertos estiman que los puntos gatillo miofasciales son la causa principal ¡en el 75-95 por ciento de los casos de dolor muscular! Por ello, si sabemos lo que significan los puntos gatillo y aprendemos a «apagarlos», es muy probable que podamos superar el dolor.
Los puntos gatillo se presentan por diferentes motivos; algunos de los factores más comunes que hay que tener en cuenta son:
• Postura con la cabeza en anteversión (patrón cruzado superior).
• Hombros redondeados (patrón cruzado superior).
• Ladear la cabeza (postura cuando hablamos por teléfono).
• Estrés por factores ocupacionales/ergonómicos.
• Estar de pie encorvado (patrón cruzado inferior).
• Sentarse encorvado (p. ej., delante de la pantalla del ordenador/ergonomía).
• Sentarse con las piernas cruzadas.
• Postura habitual y/o hábitos.
• Postura al conducir.
• Escoliosis.
• Hipermovilidad articular.
• Levantar/cargar pesos.
• Síndrome de la ATM.
• Síndrome del latigazo cervical.
• Acortamiento primario de la extremidad inferior (APEI).
• Actividad o deporte repetidos.
• Deficiencia crónica de vitaminas y/o minerales.
• Deficiencia de hierro e hipotiroidismo.
• Factores iatrogénicos (inducidos por la medicación).
En caso de dolor crónico o de larga duración se producirán compensaciones y adaptaciones en una serie de músculos de forma local e incluso en zonas alejadas de donde se localiza el dolor.
Los puntos gatillo pueden ser activos (dolorosos) o inactivos (latentes). También se pueden manifestar en músculos secundarios o como satélites en y alrededor de la vecindad del dolor primario. Pueden imitar patologías como angina, bursitis, prostatitis, apendicitis, cistitis, artritis, esofagitis, síndrome del túnel carpiano, enfermedad inflamatoria pélvica, diverticulosis, costocondritis, ciática y dolor por ataque cardíaco o biliar.
Puntos gatillo 101
El término punto gatillo fue acuñado en 1942 por la doctora Janet Travell para describir zonas o nódulos dolorosos que se sienten como bandas tensas en el músculo. Todos los