Ilustración 6: Análisis de la situación
Ilustración 7: El análisis externo
Ilustración 8: El análisis interno
Ilustración 9: Análisis de la competencia
Ilustración 10: Diagnóstico
Ilustración 11: Proceso de formulación estratégica
Ilustración 12: La ventaja competitiva sostenible en el tiempo
Ilustración 13: Los Objetivos
Ilustración 14: Segmentación
Ilustración 15: El posicionamiento
Ilustración 16: Las estrategias
LISTA DE VIDEOS
Proceso de planeamiento estratégico
El código de ética
Análisis de la situación
El análisis externo
El análisis interno
Análisis de la competencia
Diagnóstico
Proceso de formulación estratégica
La ventaja competitiva sostenible en el tiempo
Los objetivos
Segmentación
El posicionamiento
Las estrategias
Manuel Ramos Topham, Doctor en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Politécnica de Cataluña. Ha sido Gerente de Marketing en Kraft Foods - Perú. Gerente de Marketing y Gerente Nacional de Ventas en Kraft Foods – Ecuador, Director de Ventas de Seguros Masivos con responsabilidades sobre Marketing y Servicio al Cliente en Interseguro, Gerente de Marketing de Latinoamérica para pymes en SAP. Ha sido profesor de Thunderbird, Centrum, y las Escuelas de Postgrado de la UPC y de USIL. Actualmente enseña, da conferencias y es Director General y socio fundador de StraTgia
Presentación
“Queremos duplicarnos en dos años. No solo en ventas, sino en activos, cantidad de personas y, querámoslo o no, esto aumentará la complejidad. ¿Cómo enfrentaremos retos de esa magnitud, a la vez que seguir garantizando la seguridad de nuestros empleados, y sosteniendo nuestra ventaja diferencial en productividad y gestión de costos? ¿Cómo podremos preparar a nuestra gente para esos desafíos? ¿Lograremos ayudar a nuestros líderes de área a crecer, personal y profesionalmente, al mismo ritmo? ¿Mi equipo estará preparado? ¿Lo estaré yo?”
Eran muchas preguntas que se confundían entre el entusiasmo y la ansiedad por sacar adelante los proyectos y desafíos que teníamos. El plan estratégico de la compañía ya estaba claro, pero… ¿Y mi plan de RR.HH.?
En general, todos los líderes y emprendedores enfrentamos desafíos y, por lo tanto, cuestionamientos como estos (y muchos más). Es justamente nuestra capacidad de “ver el futuro” (y de hecho, crearlo), lo que nos hace seguir evolucionando como personas y como sociedad a paso acelerado. Pero para poder “crear” ese futuro que deseamos, resulta imprescindible tener una estrategia clara, convertirla en un plan y ejecutarlo con convicción y, sobre todo, con medición.
En “Planeamiento Estratégico, un Enfoque Aplicado”, Manuel Ramos nos entrega, más que un libro, una guía práctica totalmente aplicable que nos permitirá armar nuestro plan estratégico paso a paso. Usando un lenguaje sencillo y directo, nos lleva de la mano en este proceso denso al inicio de planificar (por lo menos hasta que desarrollamos el “músculo” de la planificación). Lo que es mejor, como el libro parte de la experiencia del autor en su ejercicio de consultoría con muchas de las principales compañías del país, se convierte en un manual, con ejemplos y herramientas prácticas y listas para usar.
Por si esto fuera poco, el libro tiene la versatilidad de ser igualmente útil para un CEO que quiere armar el plan estratégico de la compañía que dirige, para el Gerente Funcional que necesita hacer el plan estratégico de su área, o incluso para el emprendedor que inició un negocio y sabe lo que quiere, pero debe ordenar sus ideas, compartir su visión, y guiar a otros hacia la consecución de los objetivos y retos planteados.
Personalmente, he sido testigo de la utilidad de esta metodología, pues la vengo aplicando ya por tres años consecutivos y no solo me ha servido para tener mi planeamiento anual, sino más importante aún, para lograr alineamiento, compromiso y ejecución en mi equipo. El plan estratégico corporativo lo elaboramos con todos los líderes de RR.HH. de las unidades de negocio y luego, a partir de este, ellos elaboran el plan específico de su unidad, alineado con el plan corporativo. El proceso fluye y el alineamiento es total. Las metas de todos salen de esos planes y por eso mismo, están todas alineadas.
Finalmente, me da mucha satisfacción encontrar incluido en la unidad llamada “Punto de Partida” el capítulo dedicado a la ética, elemento que siempre ha sido esencial pero que hoy ha tomado mayor relevancia en los negocios y en nuestra vida diaria. Manuel deja claro en este espacio que la ética es parte fundamental del plan estratégico por una sencilla razón: la sostenibilidad. La incorporación de este elemento en el plan estratégico y el día a día de la empresa va a permitir que el negocio se sostenga en el tiempo. Tenemos todos la obligación de crear negocios sostenibles, que generen valor integral no solo para los accionistas sino para la sociedad en general. Ese debe ser nuestro legado como líderes y este libro lo rescata muy bien.
Los dejo entonces con “Planeamiento Estratégico, un Enfoque Aplicado”, y sinceramente espero que lo disfruten tanto como yo.
Álvaro Escalante Ruiz
Prólogo
Escribir un libro sobre planeamiento estratégico es un desafío. El mal endémico más grande en todas las organizaciones es su visión a corto plazo. El cortoplacismo destruye a las organizaciones porque es ir apagando incendios día a día y no mirar el futuro de la organización, su sostenibilidad en el tiempo y sobre todo su crecimiento. Se han escrito muchos libros sobre el proceso de planeamiento estratégico, y tengo que agradecer a Manuel Ramos por permitirme prologar este documento que estoy seguro va a ser de gran utilidad a un amplio sector de lectores. La forma como Manuel enfoca el planeamiento estratégico es muy inteligente, lo plantea de una manera secuencial, lo escribe con una gramática y una prosa para el lector de a pie, y también para el lector académico porque complementa muchos de los mejores textos que se han escrito sobre el tema alrededor del mundo.
El planeamiento estratégico es a largo plazo y ello depende del sector industrial donde la organización desarrolla sus operaciones. Por ejemplo, el largo plazo para el petrolero o para una empresa en este sector podría ser veinte años; el largo plazo para una industria textil o una empresa que se desarrolla en el mundo de las confecciones podría ser unos cinco años; en el otro extremo se encuentran las empresas de alta tecnología que tienen un largo plazo muy estrecho como de seis meses o un año a lo máximo. Por eso, un error conceptual es pensar que el largo plazo, en forma muy general, es cinco años o más, eso es un error y es una falacia. El largo plazo depende del sector industrial donde las empresas operan y tiene que ser visualizado así antes de elaborar un plan estratégico; el corto plazo es relativo al largo plazo, si el largo plazo es cinco años posiblemente