Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Ejercicios en sedestación
Distensiones de los isquiotibiales en decúbito
Zona de obligada distensión (2): Musculatura ventral del muslo
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Distensión de la ingle
Zona de obligada distensión (3): Musculatura interna del muslo
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Posición inicial para la secuencia de ejercicios
Zona de obligada distensión (4): Musculatura ventral del tórax
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Zona de obligada distensión (5): Musculatura de la zona cervical
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Posición inicial
Zona de obligada distensión (6): Musculatura del abdomen
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Zona de obligada distensión (7): Musculatura glútea profunda
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Zona de obligada distensión (8): Musculatura de la pantorrilla
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
8 Otras zonas que pueden distenderse
Espalda: Flexión y extensión, rotación e inclinación lateral
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Flexión y extensión
Rotación
Inclinación lateral
Los hombros
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Las piernas
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Cara externa de la pelvis
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Zona ventral del brazo
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Zona dorsal del brazo
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Extensores y flexores de la mano y de los dedos
Lo que hay que evitar
Lo que hay que hacer
Parte 1
La teoría
2 Bases anatómicas y fisiológicas
1 Movilidad, ¿qué es eso?
Términos y denominaciones
En el ámbito específico de la distensión, ni los investigadores ni los deportistas aplican un criterio unánime en cuanto a las denominaciones. Esto provoca muchos malentendidos. En la investigación se utilizan sinónimos como «movilidad articular», «agilidad», «capacidad de distensión», «flexibilidad» y «movilidad». De ahí que sea necesario definir los diferentes términos y especificar sus distintos significados.
La movilidad es una de las formas motoras principales que constituyen las propiedades básicas de la capacidad de rendimiento del cuerpo humano. Sin embargo, para dichas propiedades básicas también hay diferentes modelos. De hecho, creemos que el control y la coordinación se encuentran en un lugar superior, ya que el control es el factor principal que determina la movilidad (► figura 1.1).
La movilidad se valora generalmente a partir de la medida del movimiento máximo posible de un sistema articular. Desde el punto de vista anatómico-fisiológico, dicha medida está constituida por dos componentes (► figura 1.2):
• la agilidad,
• la capacidad de distensión.
► Figura 1.1. Modelo circular de Karin Albrecht: Propiedades básicas de la capacidad de rendimiento del cuerpo.
► Figura 1.2. Modelo de movilidad.
La agilidad depende de los huesos que participan en la estructura articular. A diferencia de la capacidad de distensión, en la agilidad solo se puede influir mínimamente. Las modificaciones de la estructura articular inducidas por el ejercicio se pueden producir sobre todo en edades infantiles o juveniles, aunque no deben valorarse como adaptaciones biológicas normales, sino como una manifestación concomitante negativa de la carga no fisiológica en los correspondientes tipos de deporte.
La capacidad de distensión se refiere sobre todo a las estructuras conectivas que rodean las articulaciones, como los tendones, los ligamentos, las cápsulas articulares y la musculatura con sus porciones de tejido conectivo. No hay que olvidar que el control (del sistema nervioso) determina en primera instancia la movilidad, independientemente de lo elásticas que sean las estructuras conectivas. A través del control individual, cada persona tiene su propio patrón de movilidad, denominado