Figura 2.4.: Estructura del cartílago; a) cartílago hialino; b) cartílago blanco; c) cartílago elástico amarillo.
Hueso
Las células óseas asientan en cavidades denominadas lagunas rodeadas de capas circulares de una matriz muy dura que contiene sales de calcio y mayores cantidades de fibras de colágeno.
Sangre
La sangre o el tejido vascular se consideran un tejido conectivo porque consiste en células sanguíneas, rodeadas de una matriz líquida no viva, denominada plasma sanguíneo. Las “fibras” de la sangre son moléculas de proteínas solubles que sólo se hacen visibles durante la coagulación sanguínea. La sangre no es un tejido conectivo típico; constituye el vehículo de transporte del sistema cardiovascular, llevando nutrientes, desechos, gases respiratorios, etc. por todo el organismo.
Figura 2.5: Estructura del hueso.
Figura 2.6: Estructura de la sangre.
Tejido muscular
El músculo está compuesto en un 75% de agua, un 20% de proteínas y un 5% de sales minerales, glucógeno y grasas. Como esta obra está centrada específicamente en la anatomía musculoesquelética, sólo se hará una breve descripción y comparación de los diferentes tipos de tejido muscular. En un capítulo posterior se describirá detalladamente el músculo esquelético (véase capítulo 7).
Tipos y función de los músculos
Existen tres tipos de tejido muscular: esquelético, cardíaco y liso. Todas las células musculares tienen una forma elongada, por lo que se denominan fibras musculares.
Músculo liso / no estriado / involuntario
Las células musculares lisas suelen tener forma de huso y se disponen en capas. Los músculos lisos se encuentran en las vísceras, es decir, estómago, intestino delgado y grueso, los vasos sanguíneos, el útero (es decir, órganos huecos).
Figura 2.7: Estructura del músculo liso / no estriado / involuntario.
El músculo liso de los vasos sanguíneos se contrae para mover la sangre en las arterias. El músculo liso también empuja las sustancias a través de los órganos y los tractos. Se encuentra bajo control involuntario (si bien algunos individuos pueden entrenar sus mentes para conseguir un control sobre las contracciones del músculo liso). Las contracciones suelen ser suaves y rítmicas con excepciones obvias como en los vómitos y las contracciones de parto.
Músculo cardíaco / estriado / involuntario
El músculo cardíaco o miocardio sólo se encuentra en el corazón y su función es bombear el corazón. Se encuentra bajo control involuntario. Estructuralmente está formado por fibras ramificadas que son estriadas en apariencia y están separadas o intercaladas por discos, conocidos como discos intercalados.
Figura 2.8: Estructura del músculo cardíaco / estriado / involuntario.
Músculo esquelético / estriado / voluntario
Los músculos esqueléticos (también denominados músculos somáticos) se fijan al hueso esquelético y lo recubren. Se encuentra bajo control voluntario. Los músculos esqueléticos se cansan fácilmente, pero se los puede fortalecer. Son capaces de contracciones poderosas y rápidas y contracciones más prolongadas, mantenidas. Los músculos esqueléticos nos permiten golpes de fuerza, así como efectuar movimientos finos controlados.
NOTA: Cuando se contraen, todos los tipos de músculo generan calor y este calor es vitalmente importante para mantener una temperatura corporal normal. Se estima que el 85% de todo el calor del organismo lo generan las contracciones musculares.
Figura 2.9: Estructura del músculo esquelético / estriado / voluntario.
3
Huesos
Desarrollo y crecimiento del hueso
Cartílago
Funciones de los huesos
Tipos de hueso – según su densidad
Tipos de hueso – según su forma
Componentes de un hueso largo
Marcas óseas
Nacemos con aproximadamente 350 huesos, pero que se fusionan de manera gradual y en la pubertad sólo nos quedan 206 huesos. Estos huesos forman la estructura de soporte del cuerpo y se conocen en conjunto como endoesqueleto (el exoesqueleto está muy bien desarrollado en muchos invertebrados, pero en el ser humano sólo existe como dientes, uñas y pelo). El hueso completamente desarrollado es el tejido más duro del organismo y está compuesto en un 20% por agua, un 30% a 40% por materia orgánica y el 40% a 50% por mate-ria inorgánica.
Desarrollo y crecimiento del hueso
La mayor parte del hueso se forma a partir de una base de cartílago (véase abajo) que se calcifica y después se osifica para formar hueso verdadero. Este proceso se produce pasando por las siguientes cuatro fases:
1 Células de estructuración del hueso denominados osteoblastos que se activan durante el segundo o tercer mes de la vida del embrión.
2 Inicialmente, los osteoblastos fabrican una matriz de material entre las células que es rico en una fibroproteína denominada colágeno. Este colágeno refuerza el tejido. Posteriormente las enzimas permiten el depósito de compuestos de calcio en la matriz.
3 Este material intercelular se endurece alrededor de las células para convertirse en osteocitos; es decir, células vivas que mantienen el hueso, pero que no producen hueso nuevo.
4 Otras células, denominadas osteoclastos, destruyen, remodelan y reparan el hueso; un proceso que continúa a lo largo de la vida, pero que se enlentece conforme avanza la edad. En consecuencia, los huesos de las personas mayores son más débiles y más frágiles.
En resumen, los osteoblastos y los osteoclastos son células que se depositan en y destruyen el hueso, respectivamente, permitiendo que el hueso adapte lentamente su forma y sin fuerza a las necesidades.
Figura 3.1: Desarrollo y crecimiento del hueso.
Cartílago
El cartílago existe como formación temporal que posteriormente es sustituido por hueso o como suplemento permanente del hueso. Sin embargo, no es tan duro ni tan fuerte como el hueso.
Consiste en células vivas denominadas condrocitos, contenidas dentro de las lagunas (espacios) y rodeado por una sustancia intercelular rica en colágeno. El cartílago es relativamente avascular (no penetrado por vasos sanguíneos) y se nutre principalmente de líquidos tisulares circundantes. Existen