Las regularidades y tendencias descritas en la dinámica de los resultados deportivos dan una idea no muy grata sobre la perspectiva del desarrollo del gran deporte. Pero este pesimismo no es fundamentado, ya que en la esfera de las relaciones sociales existen fuertes mecanismos reguladores. Es lógico esperar cambios cualitativos de la estructura y la jerarquía funcional del deporte que conducirán a una correlación óptima entre la mejora de los resultados deportivos y su importancia para la cultura general de la sociedad.
Fig. 1.15.Triple salto (según Verkhoshansky Y., 1970). 1 - deportistas de elite; 2 - clase media; 3 - datos medios; 4 - los años 50
El altísimo nivel de los récords mundiales, conforme a la ley logística del desarrollo paulatino, se irá estabilizando, lo que significa que con el tiempo el número relativo de los récords irá disminuyendo (tabla 1.4 y fig. 1.16). A cambio de esto irá creciendo el nivel medio de los resultados y el número de los campeones como resultado de más competiciones y el surgimiento de nuevas disciplinas (tabla 1.5). De esta manera irá creciendo no tanto la valoración social del resultado absoluto como el triunfo obtenido en una competición concreta. A propósito; esta evaluación es hoy en día también el estímulo dominante para los deportistas de elite que prefieren el título olímpico imperecedero al récord mundial.
De aquí podemos deducir que los altos resultados deportivos, como modelo para el individuo y la sociedad, van convirtiéndose paulatinamente en una característica esencial de la prosperidad cultural general de la humanidad. Al igual que las obras clásicas del arte, estos resultados conmoverán siempre al gran público deportivo con su único medio de comunicación: el lenguaje de los movimientos humanos. En este sentido, el papel estimulante y eurístico de los grandes resultados deportivos quedará en la esfera de los eternos problemas que la humanidad deberá resolver sobre unas bases estrictamente científicas.
Tabla 1.4. Récords mundiales superados en los años olímpicos.
Fig. 1.16. Triunfos con récords mundiales en la natación (en % del número total de las disciplinas).
Tabla 1.5. Número y porcentaje de pruebas en el programa olímpico.
1Carta Europea del Deporte, 1992, artículo 2.
2Los Juegos Olímpicos de 1912 son los primeros en cuyo programa figuran todas las disciplinas estudiadas que sometemos a un análisis comparativo.
II
LA TEORÍA DEL DEPORTE COMO UN SISTEMA DE CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS
II.1.CONTENIDO Y ESTRUCTURA DE LA TEORÍA DEL DEPORTE
La penetración de la ciencia y de la técnica en todas las áreas de la vida ha conducido a decisiones cualitativamente nuevas también en la esfera del deporte.
Es sabido que la formación de los conocimientos científicos sobre los distintos objetos y fenómenos transcurre en tres fases: descripción – explicación – previsión. De aquí la conclusión de que la ciencia no sólo establece y describe unos u otros hechos, sin los cuales es imposible la investigación científica, sino que también trata de revelar su esencia, lo que permite pasar a la elaboración de teorías científicas y de allí al pronóstico científico y a emplear en la práctica los conocimientos adquiridos. Esto es absolutamente válido también para el deporte que de una esfera empírica de la cultura se va transformando con ritmo acelerado en un objeto de investigación profunda y multifacética. Su desarrollo como fenómeno social independiente genera la necesidad de crear una respectiva teoría y un sistema de principios metodológicos para una actividad eficiente de entrenamiento y competición. Esto es un proceso complejo de evolución que refleja la experiencia práctica acumulada, como también las tendencias del conocimiento científico moderno: la diferenciación y la integración de la actividad investigadora. En un plano histórico el deporte se caracteriza con cierta secuencia de etapas.
Al principio, el proceso de entrenamiento y el resultado deportivo se han estudiado como una manifestación fuertemente especializada de la motricidad humana. En esta etapa los conocimientos tienen un marcado carácter fenomenológico y reflejan la experiencia generalizada de los deportistas y los entrenadores. La acumulación paulatina de conocimientos teórico-metodológicos en los distintos deportes acelera tanto el proceso de las investigaciones especiales como la necesidad de sistematización y generalización de los conocimientos y la experiencia.
La primera tendencia enfoca la atención hacia la teoría y la práctica deportivas de una serie de ciencias y sus secciones especializadas que adquieren forma de ciencias independientes: la bioquímica deportiva, la fisiología deportiva, la psicología deportiva, la medicina deportiva, la anatomía funcional, la biomecánica, etc. Su aspiración a una investigación profunda conduce a la elaboración y el perfeccionamiento de unas estructuras técnicas y metodológicas muy especializadas. Como resultado de esto, la teoría y la práctica del deporte se enriquecen con un abundante material documental que precisa los respectivoss procesamiento y análisis. De este modo, se hace necesario que en la esfera del deporte penetren activamente los métodos cuantitativos y, más en concreto, el análisis estadístico multidimensional, que facilita una descripción objetiva y cuantitativa de los complejos fenómenos y procesos, su modelación y su pronóstico.
De modo paralelo a la acumulación de datos de las investigaciones particulares va creciendo la necesidad de su generalización. Es sabido que el cuadro científico de la realidad y las posibilidades de la ciencia de influir activamente sobre la práctica se determinan no sólo por el volumen de los resultados concretos, sino también, en su mayoría, por su agrupación en íntegras concepciones y teorías científicas. Esto crea las premisas objetivas para la superación paulatina de la fragmentación de las investigaciones científicas particulares y la formación de nociones sistemáticas sobre el proceso del perfeccionamiento deportivo en su totalidad.
Así, bajo la influencia de los procesos integradores y como reflejo de las funciones específicas del deporte en la sociedad moderna, la teoría del deporte va tomando cuerpo como un sistema de conocimientos científicos. Se puede decir con toda certeza que dicha teoría ha superado la etapa del enfoque descriptivo y actualmente está entrando en la etapa de un análisis teórico profundo y de una autodeterminación activa. Paralelamente siguen desarrollándose sus vínculos con las demás ramas de la ciencia. Pero, a diferencia de las etapas iniciales de desarrollo, dichos vínculos tienen un carácter más selectivo y no representan una simple aplicación, sino también una asimilación de los conocimientos generales y especiales (Matveev L., 1975). De este modo, la teoría del deporte se enriquece rápidamente y adquiere una estructura que corresponde más exactamente a la esencia de la actividad y del movimiento deportivo en sus distintas formas. Un ejemplo típico en este sentido son los problemas en la esfera del gran deporte, que se caracteriza por un sistema especializado de competiciones