•El paciente y el examinador no deben modificar la posición durante el desarrollo de la prueba, ni de una prueba a otra del mismo músculo. Las modificaciones suelen realizarse inconscientemente para implicar a otros sinergistas. En estos casos, se insta al paciente a repetir la prueba.
Estabilización del paciente
•Durante la prueba muscular, es necesario estabilizar al paciente de manera óptima. Para ello, el paciente se tenderá con todo su peso sobre la camilla, apoyado por el examinador o sobre un reposabrazos o similares, para evitar implicaciones musculares innecesarias y para que el paciente tenga la sensación de poder tensar al máximo “sin riesgos”.
En el momento justo
•Una vez que se ha descrito el vector de prueba, se insta al paciente a contraer su músculo. En un primer momento, el examinador sólo ofrece resistencia para mantener la longitud muscular constante y por tanto, la contracción isométrica. Cuando el examinador siente que la fuerza de contracción del paciente ya no aumenta, añade una leve presión adicional para alargar mínimamente el músculo y así pasar de una contracción isométrica a una excéntrica. Esto se produce con un breve, pero paulatino y sostenido, aumento de la fuerza y no con un impulso.
•La duración total de la prueba no debe exceder los dos a tres segundos. La presión de prueba diagnóstica debe retirarse después de un tiempo corto, ya que de lo contrario la prueba acaba con una elongación máxima del músculo, como se desprende de la definición de contracción muscular excéntrica.
Elección de las relaciones de palanca apropiadas
La palanca del músculo examinado y la palanca de resistencia del examinador deben ser aproximadamente iguales. Esto evita “sobrecargar” al paciente y procura una prueba controlada. El examinador debe valerse de su cuerpo de forma ergonómica.
Indicaciones correctas e imparciales; evitar proyecciones
El examinador debe realizar la prueba sin expectativas con respecto al resultado de la misma. Las indicaciones para el paciente han de ser neutras y motivantes para poder conseguir el mejor resultado posible. Incluso modificaciones mínimas inconscientes en el desarrollo temporal de la prueba pueden influir en su resultado.
No dejar que el paciente retenga el aire
Durante la prueba, el paciente no debe inspirar profundamente y retener el aire. Esto puede observarse especialmente en aquellos pacientes que presentan un trastorno del sistema cráneo-sacro en una “lesión de extensión” (inspiration assist) (ver capítulo 10 en GARTEN, 2012). Al tensionar o contraer el músculo, el paciente debe “espirar relajadamente”.
Control de la influencia del aparato masticatorio
Los trastornos de la oclusión dental (trastornos de mordida) son relativamente frecuentes. Por ello, la mordida final puede constituir una situación de estrés, es decir, una provocación diagnóstica que sólo debe realizarse de forma controlada. El paciente no debe apretar los dientes mientras intenta efectuar una contracción máxima de sus músculos.
Manos del paciente retiradas del cuerpo
Durante la prueba, la mano o manos del paciente no deben estar en contacto con el cuerpo, ya que esto puede dar lugar a alteraciones incontrolables de la prueba: el tocar una región alterada también es una provocación diagnóstica (“localización del tratamiento”, ver capítulo 3 en GARTEN, 2012).
Fatiga con la repetición de pruebas
Un músculo normal puede examinarse hasta 15 veces sucesivamente, cuando se realiza con una frecuencia de una vez por segundo. Si el músculo se fatiga antes, probablemente estaremos ante un trastorno del metabolismo aeróbico o anaeróbico del músculo (ver capítulo 10 en GARTEN, 2012).
Tabla 1: Resumen de los criterios importantes para las pruebas musculares manuales |
•Aislamiento de los agonistas principales •Control de la posición de prueba •Asegurar la estabilización •Evitar reclutamientos •Ritmo impuesto por el paciente •Dar instrucciones correctas •Controlar la influencia del aparato masticatorio •Alejar las manos del paciente de su cuerpo •Controlar el contacto de la mano que examina •No dejar retener el aire •Controlar posibles signos de debilidad |
Interpretación de los resultados de la prueba muscular
“Fuerte” y “débil”
Un músculo capaz de resistir la fuerza creciente ejercida por el examinador, es decir, de mantener la posición de prueba incluso cuando el examinador ejerce una fuerza adicional mínima, se define como “fuerte”. Un músculo que, en cualquier momento hasta alcanzar la potencial contracción isométrica máxima o tras alcanzar la contracción isométrica máxima, no es capaz de mantener la posición de prueba cuando el examinador ejerce una escasa presión de prueba adicional, se entiende como “débil”: esto indica un trastorno del control neuromuscular propioceptivo.
Músculo normorreactivo
Para poder realizar las Evaluaciones Neuromusculares Funcionales no solo es importante si un músculo es “fuerte“ o ”débil“, sino que también hay que diferenciar si el músculo fuerte, es decir, el que puede “anclar“ la articulación, reacciona normal, presenta una reactividad normal, o se encuentra en un estado de hiperfacilitación. Es decir, hay que averiguar si se encuentra en un estado de hiperactividad involuntaria de la eferencia “γ“, lo cual da lugar a que no reaccione a determinados estímulos definidos con una inhibición, a saber, con una “debilidad”.
El complejo muscular se denomina “normorreactivo” si el agonista principal que da resultados de “fuerte” puede inhibirse (debilitarse funcionalmente) por una de las siguientes medidas, dando lugar así a un movimiento en la articulación:
Acortamiento manual de las células del huso del agonista principal en la prueba
El término de acortamiento de las células fusiformes significa realmente una maniobra manual, en la que se toma contacto profundo con dos puntos fuera del centro del cuerpo muscular y se va presionando a lo largo del eje longitudinal del músculo partiendo de los dos puntos hacia el centro.
Estimulación del punto de drenaje (“punto de sedación”) del meridiano de acupuntura atribuido al agonista principal
La estimulación del punto de drenaje puede efectuarse con leves golpecitos manuales o con masaje. El efecto de la estimulación se mantiene como máximo unos 30 segundos. Durante este tiempo, se debe volver a examinar el músculo.
Aplicación en el cuerpo muscular del polo magnético de un imán de al menos 3.000 Gauß (=3 x 10-1 T)
Se utilizan imanes magnetizados axialmente, en los cuales el lado plano representa el polo norte y el contrario, el polo sur. En una pequeña investigación, ANGERMAIER describe que puede demostrarse que el polo norte técnico del imán actúa inhibiendo (ANGERMAIER, 2006). Esto es una constante, si estamos ante una misma situación en el reconocimiento clínico de un paciente.
Músculo hiperreactivo
Este término representa todo músculo (complejo o sistema muscular) capaz de resistir a la fuerza ejercida por el examinador durante el proceso de un examen definido, pero que no puede ser inhibido por ninguna de las medidas indicadas que definen un músculo normorreactivo. Se han propuesto diferentes términos para la “hiperreacción”. El adjetivo “reactivo” se basa en el verbo “reaccionar”, que conlleva el aspecto de tiempo y calidad. De forma parecida, se utilizan los términos de “hipertonía” (GERZ, 2000), “hiperfacilitación” (SHAFER, documentación de seminario),