Esto es algo muy importante que se debe entender. Un hombre que estuvo en contra de Jesús y del Buda Gautama, ¿por qué estaría a favor de Zaratustra? porque Nietzsche tenía también la misma actitud ante la vida. Él vio que estas religiones, grandes religiones, creaban más y más culpa a la humanidad. Provocando más y más miseria, guerras, quemando vivas a las personas. Hablando toda clase de tonterías de las que no existe prueba alguna, de las que no tienen ninguna evidencia. Manteniendo a la humanidad en la oscuridad, en la ceguera por sus enseñanzas basadas en la creencia, creencia significa ceguera.
No hay creencia que no esté ciega. Un hombre con ojos no cree en la luz, la conoce. No hay necesidad de creer. Sólo el ciego cree en la luz porque no la conoce. La creencia existe en la ignorancia, y todas las religiones —con pocas excepciones, como Zaratustra y Chuang Tzu, quienes no pudieron crear las siguientes grandes religiones— todas apoyan la creencia. En otras palabras, todas están a favor de la ceguera.
Nietzsche estaba simbólicamente en contra de ellas. En lo que concierne al Oriente, escogió al Buda Gautama como el símbolo, y en el oeste a Jesucristo. Estaba en contra de esta gente por la simple razón de que se manifestaban en contra de la vida. Se oponían a las persinas que disfrutan de las cosas sencillas: gente que vive jugueteando, riendo; gente con sentido del humor, no tan seria; gente que vive amando la música y las canciones; gente capaz de bailar y de amar.
Nietzsche fue atraído por Zaratustra porque pudo ver que, de todo el pasado, sólo este hombre no estaba en contra de la vida, del amor, de la risa.
En estos fragmentos, verás declaraciones tremendamente significativas que pueden considerarse como los cimientos de una religión que afirma la vida. Yo estoy a favor de la vida. No hay nada por lo que pueda sacrificarse la vida, en cambio todo puede sacrificarse por la vida, todo puede significar un medio para perseguir la vida, pero la vida tiene su fin en sí misma.
Escucha con mucho cuidado porque Friedrich Nietzsche escribe de una manera muy condensada. No es un literato, escribe en aforismos. Cualquiera podría escribir un libro completo, pero Nietzsche escribiría sólo un párrafo. Sus escritos son tan condensados que al menos que estés muy atento, puedes perderte. Sus escritos no se pueden leer como una novela.
Esto es como los sutras del Upanishad. Cada sutra individual, o cada máxima, contiene tanto, tiene tantas implicaciones. Quiero tratar las implicaciones para que no malentiendas a Nietzsche, porque es uno de los filósofos más malentendidos en el mundo. Una de las razones por las que se le entendió mal fue su forma tan abreviada de escribir, nunca explicó, nunca hizo explicaciones detalladas sobre las posibles implicaciones.
Nietzsche es un hombre muy simbólico, porque estaba lleno de nuevos descubrimientos, que no había suficiente tiempo para explicar. No podría escribir tratados, pues tenía tanto que compartir y dar, y la vida es tan breve.
Debido a que su trabajo era tan condensado y cristalizado la gente, en primer lugar, no lo entendió. En segundo, si lo entendieron, lo malentendieron. En tercero lo encontraron imposible de leer; todo lo querían explicado. Nietzsche no escribía para niños, sino para gente madura. Pero la madurez es muy rara, la edad mental promedio no es mayor a catorce años, y con ésta seguramente Nietzsche no se entendía. No fue comprendido por sus oponentes, tampoco por sus seguidores, porque ambos tenían la misma edad mental.
Cuando Zaratustra tenía treinta años de edad,dejó su hogar y el lago de su hogar y se fue a las montañas.
Es necesario explicar que el Buda Gautama dejó su palacio cuando tenía veintinueve años de edad. Jesús empezó sus enseñanzas cuando tenía treinta años. Zaratustra partió a las montañas cuando tenía treinta años. Hay algo significativo en la edad de treinta, o cercana, así como a los catorce nos volvemos sexualmente maduros. Si tomamos la vida como tradicionalmente se ha hecho, que consiste en setenta años, aquellos que la han observado profundamente han encontrado que cada siete años ocurre un cambio, una vuelta.
Los primeros siete años son de inocencia. Durante los segundos siete años, los niños están muy interesados por investigar, en preguntar; curiosidad. Después, de los catorce a los veintiuno, tienen la sexualidad más poderosa. Te sorprenderá saber que el más alto pico de la sexualidad es cerca de los dieciocho o diecinueve años. La humanidad ha tratado de evitar este periodo procurando programas de educación, colegios, universidades; poniendo a hombres y mujeres por separado. Ése es el tiempo en el que su sexualidad y energía sexual llegan a su punto más álgido.
En esos siete años, de catorce a veintiuno, pudieron experimentar fácilmente el orgasmo. El orgasmo sexual es un vistazo que puede crear en ti la urgencia de más espacios de gozo. Dos cosas desaparecen con el orgasmo sexual: tu ego y tu mente; el tiempo se detiene por pocos segundos.
Pero éstas son cuestiones importantes. Dos desaparecen por completo: ya no eres “yo”, si eres, pero no hay un sentido del ego. Ahí está tu mente, pero no existen pensamientos, sólo una profunda quietud. De pronto, debido a que el ego desaparece y se detiene la mente, el tiempo también se pausa. Para experimentar el tiempo necesitas cambiar pensamientos en la mente, de otra manera distinguirás el movimiento del tiempo.
Sólo piensa en dos trenes juntos y a la misma velocidad en el espacio vacío. Cada vez que veas por la ventana al otro tren —que tiene la misma ventana y el mismo número de compartimentos—, no experimentarás que te estás moviendo. Tampoco los pasajeros del otro tren sentirán que se están moviendo.
Experimentan el movimiento debido a que cuando su tren se está moviendo, los árboles permanecen quietos no se mueven, las casas se mantienen quietas, no se están moviendo. Estaciones y plataformas vienen y pasan. Esto es porque en ambos lados las cosas están estáticas mientras que, contra ellas, relativamente pueden sentir que el tren avanza.
Algunas veces pueden atestiguar algo extraño: su tren está parado en la plataforma, y otro está parado a su lado. Su tren empieza a moverse. Están viendo al otro tren y parece como si se estuviera moviendo; a menos que miren hacia la plataforma, que está quieta. El movimiento es una experiencia relativa.
Cuando la mente no genera pensamientos, estás en un cielo vacío. El tiempo se detiene porque no lo pueden juzgar sin el movimiento; no está ahí, la mente no está ahí, el tiempo no está ahí... sólo una tremenda paz y una gran relajación.
Mi entendimiento es que el orgasmo es el que da a la gente la primera idea sobre la meditación. Pocos genios han tratado: “Si podemos detener los pensamientos, si podemos soltar el ego y si la mente no está ahí, el tiempo desaparece. No hay necesidad de ningún orgasmo sexual.” Puedes tener la misma experiencia del orgasmo sola, pero ya no sería sexual, sino espiritual.
El orgasmo sexual debe haber dado la primera idea de que es posible la misma experiencia sin el sexo, de otra manera no hay forma de que el ser humano haya descubierto la meditación. La meditación no es un fenómeno natural, en cambio el orgasmo sexual sí lo es, pero las sociedades evitan que sus niños lo experimenten. Nadie dice nada sobre esto. Es una estrategia, una muy peligrosa contra la humanidad porque los niños a los que se les priva de tener un orgasmo sexual nunca sentirán la necesidad de meditar, o será muy débil, no arriesgarán nada por ella.
Así que a la edad de veinticinco el sexo llega a su máximo, si se permite, como se toleraba en la época del Buda Gautama. Le fueron dadas todas las chicas hermosas de su reino, estaba rodeado de ellas, conocía la experiencia profunda del orgasmo.
De los veinticinco a los veintiocho años, es decir, los otros siete años, buscamos el orgasmo sexual porque es biológico. Pronto perderemos la energía y no podremos ser capaces de tener un orgasmo. En segundo lugar, es independiente de alguien más, un hombre, una mujer. Es destructivo de tu libertad; tiene un costo muy alto. Así es que si un hombre de manera natural —le es permitido crecer naturalmente— de los veintiuno a los veintiocho buscará y revisará maneras y modos para