Un conocimiento activo de la anatomía, la cinesiología y la fisiología humanas es esencial para que un entrenador personal pueda definir qué es lo que sucede en el cuerpo cuando se efectúa un determinado ejercicio. La capacidad para traducir los principios de la ciencia del ejercicio en términos que una persona lega en la materia pueda comprender es un recurso importante, en tanto que los entrenadores trabajarán con personas con niveles de conocimientos muy variables.
Un conocimiento activo de la anatomía, la cinesiología y la fisiología humanas es esencial para que un entrenador personal pueda definir qué es lo que sucede en el cuerpo cuando se efectúa un determinado ejercicio.
Un entrenador personal debe ser paciente, estar preparado, saber cuál es el nivel de conocimientos de sus clientes, ofrecer folletos y lecturas/estudios de apoyo, y plantear preguntas que faciliten la exposición de respuestas razonadas. Las técnicas de enseñanza, cuando se aplican de manera eficaz, sirven para mostrar hechos, teorías y conceptos (aprendizaje cognitivo), así como los movimientos de los ejercicios (aprendizaje motor).
Inspiración
Para muchas personas, ejercitarse con regularidad a un nivel que permita obtener resultados visibles resulta, en ocasiones, difícil. Una de las razones por las que el entrenamiento personal ha adquirido tal difusión la conforman los elementos individualizados, concentrados, seguros y eficaces que el entrenador proporciona al cliente.
CUADRO 2.3 Para más información
En su vídeo «Start with Why – How Great Leaders Inspire Actions» (6), Simon Sinek indica que, aunque una persona puede describir fácilmente lo que hace y cómo lo hace, la verdadera convicción, la pasión y el «sueño» de POR QUÉ alguien se convierte en entrenador personal es lo que realmente importa para un cliente potencial.
Los entrenadores que han optado por encauzarse en la profesión a partir de su experiencia previa como clientes de otro entrenador personal cuentan con un referente intrínseco en lo que respecta a la inspiración. Si han superado un reto físico por sí mismos, la empatía que pueden transmitir a las personas que están en situaciones similares es una poderosa fuente de inspiración para potenciales clientes o para los que ya se están sometiendo a tratamiento, en especial cuando la afinidad se expresa en el momento en el que es más necesaria. Ello sucede, a menudo, cuando el cliente está atascado en un determinado nivel de entrenamiento o cuando no puede conseguir uno de los objetivos que se había planteado.
Todos y cada uno de los clientes que se entrenan están motivados para la consecución del éxito por motivos de diversa índole. Los entrenadores personales se deben tomar su tiempo para identificar cuál es la fuerza que impulsa a cada persona a nivel individual, a fin de personalizar después los recursos apropiados con la finalidad de acelerar esa evolución hacia el éxito. Por ejemplo, algunas personas disfrutan con el desafío competitivo y responden al deseo de destacar sobre los demás. El entrenador puede reunir a un grupo de personas, diferenciándolas por sexo, peso y experiencia en el entrenamiento, y ofrecer a cada uno de ellos elementos de identificación específicos que protejan su intimidad (siguiendo una pauta que en el contexto experimental a veces se designa como codificación ciega). El entrenador personal clasifica a los clientes según categorías de rendimiento específicas, por ejemplo, con un registro personal (RP) en una repetición máxima (1 RM) en press de banca. A intervalos periódicos, o cuando el cliente necesita un impulso «competitivo», el entrenador le da a conocer las clasificaciones y apela al espíritu competitivo como factor de motivación para que el cliente trabaje con más intensidad a fin de mejorar su registro personal (fig. 2.3). Si el entrenador sabe que una persona se motiva con la competición, el uso de un juego competitivo para aprovechar esa información y para alcanzar el éxito es un ejemplo de cómo un entrenador se convierte en personal. La diversión individual es especialmente empleada en los programas de entrenamiento con fines a largo plazo y de larga duración. Así, la combinación de clases de actividades especializadas, deportes de equipo y deportes individuales o por parejas supone un recurso a menudo bienvenido, que actúa como rápido factor de motivación para resistir y, en última instancia, alcanzar el éxito en la consecución de objetivos en programas de entrenamiento a largo plazo, como los de triatlón, media maratón o maratón.
Todos y cada uno de los clientes que se entrenan están motivados para la consecución del éxito por motivos de diversa índole. Los entrenadores personales se deben tomar su tiempo para identificar cuál es la fuerza que impulsa a cada persona a nivel individual, para después personalizar los recursos apropiados con el fin de acelerar esa evolución hacia el éxito.
FIGURA 2.3. Una entrenadora personal usa una clasificación para mostrar a su cliente su última posición después del último registro de datos personales.
Atención
Una de las más importantes características del entrenamiento personal es la atención individualizada. La observación, concentrada, sin distracciones ni agobios y con contacto visual continuo, de la forma, la velocidad, la postura, el modo de agarrar el apoyo, la respiración e incluso las expresiones faciales, ayuda a menudo a diferenciar un ejercicio sencillo de uno que pueda llevar al cliente a su más elevado nivel de intensidad.
La preparación es el primer paso para crear un entorno adecuado, que hará que el cliente perciba que el entrenador personal está centrado en él. Si la sesión está bien planificada y el entrenador ha revisado los elementos y secuencias de la misma, no debe haber preocupación por qué es lo siguiente que hay que hacer, así que la atención puede centrarse en el rendimiento en cada momento. «Cuándo y cómo» es el mantra que se ha de repetir una y otra vez mientras se preparan mentalmente las sesiones antes de presentar cada conjunto de ejercicios al cliente.
El entrenador personal ha de establecer las reglas básicas sobre las posibles distracciones durante las sesiones. Conviene advertir a cada cliente de que no se responderán preguntas mientras se está atendiendo a otra persona. Los entrenadores deben proporcionar a sus clientes los pertinentes datos de contacto (p. ej., correo electrónico, número de teléfono), de forma que sea fácil establecer contacto con ellos para formular consultas. Se debe indicar al cliente que se abstenga de atender llamadas y mensajes o de consultar su correo, en especial durante los grupos de ejercicios/repeticiones durante la sesión.
Siempre se ha de disponer de gráficos, cronómetros, equipo de ejercicio, toallas y agua preparados con antelación, de modo que no sea necesario tener que ir a buscarlos durante el entrenamiento. Ello forma parte de la preparación de la sesión.
Los clientes desean que los entrenadores personales mantengan una actitud de atención previsora y que se anticipen a sus necesidades. La capacidad de acogida y recepción forma parte de la oferta global, la característica que hace a las personas diferentes de los demás y que supone un valor añadido. Además de por esta capacidad, los entrenadores personales pueden diferenciar sus servicios, especializándose en uno o varios sectores (p. ej., en el entrenamiento de mujeres que se preparan para el triatlón). La creación de ámbitos de mercado específicos en un modelo de negocio global ayuda al entrenador a distinguirse del resto.
CUADRO 2.4 Para más información
Para convertirse en un experto en recepción y acogida, estudie las organizaciones más destacadas en la prestación de servicio al cliente. Los hoteles y las tiendas en Internet son dos ejemplos de organizaciones que prosperan gracias a sus elevados niveles de prestación de servicio a sus clientes. Ejemplos de empresas que han alcanzado niveles legendarios