Figura 2.6
ECOGRAFÍA DE LOS NERVIOS
Habitualmente, los nervios se observan en la exploración sin que se precisen equipos de alta gama. No cabe duda que, con los nuevos aparatos de ecografía digital y sondas de alta resolución de hasta 20 MHz, las imágenes de los nervios son espectaculares, pero para realizar un estudio convencional, al menos por lo que respecta a nervios periféricos de tamaño medio, nos sirven equipos de gama media, que son asequibles a la mayoría de los profesionales.
Por su fácil visualización, mostramos la imagen del nervio ciático en los cortes longitudinal (Figura 2.7) y transversal (Figura 2.8). El corte longitudinal ofrece una imagen que recuerda en parte la del tendón, pero que se diferencia de ésta en que es menos fibrilar, carece de la anisotropía tendinosa y por la falta de movilidad. A diferencia del tendón, en el corte transversal del nervio se observan imágenes seudoquísticas o en forma de mora, cuya configuración puede ser ovoide, elipsoide o redonda, según la profundidad a la que se encuentre el nervio.
Figura 2.7
Figura 2.8
ECOGRAFÍA DE LOS CARTÍLAGOS
Los cartílagos se observan de diferente manera en el estudio ultrasonográfico. Si son hialinos, y revisten superficies articulares, aparecen como una imagen hipoecoica muy homogénea sin señales en su interior, como es el caso de la Figura 2.9, en donde se observa el cartílago de la tróclea humeral en su cara posterior. Este aspecto hipoecoico se debe a la abundancia de agua en dicho tejido, constituido fundamentalmente por fibras de colágeno y proteoglicanos.
Figura 2.9
Si se trata de fibrocartílagos, como es el caso de los meniscos de la rodilla, rodetes glenoideos, etc., éstos se ven como estructuras hiperecoicas dado su mayor componente colágeno y de tejido conectivo denso, que les confieren gran resistencia y flexibilidad.
ECOGRAFÍA DE LA PIEL Y GRASA SUBCUTÁNEA
La piel se estudia con sondas de alta frecuencia. Se puede observar una imagen trilaminar en raíl e hipoecoica central a expensas de los folículos pilosos. El grosor de la imagen depende de la zona estudiada y de las características personales, sexo, etc. Por debajo de ella vemos la grasa subcutánea fundamentalmente hipoecoica y que está atravesada por numerosos tractos fibrosos ecogénicos de tejido conectivo, que la separan en los clásicos paquetes adiposos subcutáneos.
ECOGRAFÍA DE LOS HUESOS
El tejido óseo presenta una gran resistencia al paso del sonido, por lo que todos los haces son reflejados en la interfase y no se propagan al interior. Ello hace que la superficie ósea se represente ecográficamente como una imagen lineal fuertemente ecogénica, con sombra posterior y sin que se pueda observar nada por debajo de ella. Como ejemplo mostramos la Figura 2.10, en donde se presenta el refuerzo hiperecoico con sombra acústica de la cara dorsal de dos falanges de un dedo de la mano. Es frecuente ver la interrupción de la cortical por donde entra la arteria nutricia, lo que no debemos confundir con la presencia de fisuras o fracturas.
Figura 2.10
ECOGRAFÍA DE LOS VASOS
Los vasos venosos y arteriales se observan en el eje longitudinal como estructuras tubulares anecoicas rodeadas de pared. En el caso de las arterias, en dicha pared se pueden diferenciar las capas íntima, media y adventicia, aunque realmente lo que vemos como íntima es la primera interfase de la luz con el endotelio intimal, ya que éste es de grosor microscópico. De esta manera, en el caso de vasos de cierto calibre vemos una primera capa ecogénica que correspondería a la íntima, una segunda capa hipoecoica que sería la media y una tercera capa, de nuevo ecogénica, que se correspondería con la adventicia. En la Figura 2.11 mostramos cómo se refleja este hecho en la arteria carótida. En el corte transversal observamos los vasos de configuración circular, pudiendo ver también estas capas. En condiciones normales, la medición de la íntima y la media no debe superar 1,2 mm, ya que lo contrario nos indicaría un inicio de proceso aterosclerótico.
Figura 2.11
Las venas tienen la pared más fina y la luz más gruesa que las arterias. Son fácilmente coaptables a la presión y varían de tamaño con maniobras respiratorias. Acompañan la arteria y podemos encontrarnos con una o más, y en ocasiones se pueden observar las válvulas, que dan una imagen hiperecoica dependiente de la pared.
Con el Doppler Color (Figura 2.12) observamos el flujo que rellena la luz del vaso dibujando todo el trayecto en rojo o azul según la columna sanguínea se acerque o se aleje del transductor.
Figura 2.12
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