Armando Palacio Valdés
Años de juventud del doctor Angélico
Publicado por Good Press, 2019
EAN 4057664157331
Índice
I MI VIAJE Y MI INSTALACIÓN EN LA CORTE DE ESPAÑA
II BREVE NOTICIA DE MIS COMPAÑEROS DE HOSPEDAJE
IV CORRO PELIGRO DE CAER EN RIDÍCULO Y AÚN PRESUMO QUE HE CAÍDO
V MI AMIGO PÉREZ DE VARGAS, GEÓLOGO
VII MI AMIGO JÁUREGUI, ESPIRITISTA
VIII LOS ÁNGELES DE LA BUHARDILLA
IX LOS AMORES DE MI AMIGO PASARÓN, BIBLIÓFILO
X EN QUÉ PARÓ EL IDILIO CLÁSICO DE MI AMIGO PASARÓN
XI CÓMO LOS ESPÍRITUS JUGARON UNA MALA PARTIDA A MI AMIGO JÁUREGUI
XII PROSIGUE EL IDILIO ROMÁNTICO DE MI AMIGO SIXTO MORO
XIII FIN DESASTROSO DEL IDILIO ROMÁNTICO DE MI AMIGO SIXTO MORO
II LOS PERÍODOS INTERGLACIALES DEL CAPITÁN PÉREZ DE VARGAS
III MÁS TRAVESURAS DE MI AMIGO PÉREZ DE VARGAS
V CÓMO SE REGENERÓ MI AMIGO PÉREZ DE VARGAS
VI ÚLTIMAS OPINIONES DE UN SABIO
VII UN AMIGO QUE SE VA Y UN ENEMIGO QUE APARECE
X EN QUE SE DECLARA EL JUICIO DE LOS HOMBRES.
ADVERTENCIA DEL EDITOR
Van transcurridos algunos años desde que di a la estampa varios de los papeles que me dejara en depósito mi amigo Angel Jiménez. Eran casi todos de orden filosófico, trazados con la libertad de espíritu del que escribe sólo para sí mismo y en el estilo conciso y desenfadado que le caracterizaba. El público los ha acogido con más benevolencia de la que podía esperarse tratándose de un escritor casi desconocido. Esto me anima a publicar hoy sus Memorias, que con el título de Años de juventud, encontré en uno de los legajos. Cuando empecé a leerlas confieso que experimenté una decepción. Pensaba hallar una historia circunstanciada de su vida. No es así: Las presentes páginas son más bien las memorias de sus amigos que las suyas propias. Jiménez poseía un carácter cerrado y huraño, no se interesaba demasiado por sí mismo, no tenía ansia de celebridad y gloria. En cambio, la vida privada y pública de sus amigos le agitaba más de lo justo. Tuvo algunos de relevante mérito y a ellos particularmente están consagrados la mayor parte de los capítulos de este libro. Yo hubiera preferido conocer en su intimidad la vida de un hombre a quien tanto he estimado. Sin embargo, el público no perderá nada con esta sustitución. Porque es seguro que más que la suya, oscura y tranquila, le ha de interesar la historia dramática de sus ilustres amigos,
A. P. V.
PRIMERA PARTE
I
MI VIAJE Y MI INSTALACIÓN EN LA CORTE DE ESPAÑA
Creo que mi padre tenía razón. En último resultado me hubiera convenido más permanecer a su lado, ayudarle en sus negocios, hacerlos prosperar y dejar transcurrir la vida dulcemente en el pueblo trabajando a mis horas, paseando a mis horas, durmiendo a mis horas, rezando a mis horas y no leyendo a ninguna.
Tengo más de cincuenta años, he estudiado mucho, he viajado bastante, he tratado con los sabios, he escrito, he discutido y al cabo me encuentro triste, fatigado, con el estómago descompuesto y los nervios en plena rebelión.
Los problemas que estaba ansioso de resolver, ahí se están frescos y orondos como al comienzo del mundo, y es más que probable que así permanezcan hasta el fin.
Pero no es tiempo ya de volver sobre mis pasos. Si lo fuera seguramente incurriría en otros aun mayores errores.
Lo cierto es que desembarqué en Madrid una mañana del mes de Octubre del año 1870, con el propósito firme de ser un sabio. Me alojé en una casa de huéspedes de la calle de Carretas, que habían recomendado a mi padre, y ocupé un gabinete con balcón a la calle y su alcoba correspondiente. No eran lujosas las habitaciones, pero estaban amuebladas