La infraestructura que hace posible un clúster
Los gobiernos suministran un rango de servicios e infraestructura que permiten la existencia de cualquier sistema económico, y en particular la libre empresa. De modo que, la infraestructura física, las estructuras reglamentarias, las leyes de patentes y las instituciones legales, los acuerdos comerciales al igual que una lista de servicios sociales, médicos, educativos y de otro tipo, son la piedra angular de cualquier sistema de economía. Naturalmente, los gobiernos pueden ayudar en mayor o menor medida al éxito de los negocios. Para este fin, análisis globales como los reportes Reporte global de competitividad46 del Foro Económico Mundial o el Índice de facilidad para hacer negocios47 del Banco Mundial ofrecen las posiciones de los países a lo largo de las dimensiones relevantes comerciales relacionadas con la facilidad de realizar negocios en los países estudiados.
Educación e investigación
La educación y la investigación, invariablemente con el respaldo del gobierno, ayudan al desarrollo del clúster mejorando la fuerza de trabajo calificada, desarrollando nuevos conocimientos, y creando una fuente de empresarios.
La educación avanzada en un clúster promueve el espíritu empresarial. Más del 80% de los científicos egresados de las instituciones de investigación en California que empezaron sus propias compañías de biotecnología, lo hicieron en California.48 De manera similar, un estudio de la fundación Kauffman acreditó a las compañías que surgieron de egresados de MIT por el empleo de más de 1 millón de trabajadores en el Estado de Massachusetts49 solamente. De modo que la educación genera una retroalimentación positiva en la que los graduados de cierta universidad permanecen en esa ubicación, tanto al unirse a compañías locales como al empezar nuevos negocios en las disciplinas académicas más fuertes de la universidad. Estos ex alumnos empresarios apoyan luego a su alma máter, a los fondos para la investigación, y la educación de sus empleados.
Cultura
La cultura local forja conductas económicas como la toma de riesgos, la cooperación y el intercambio de la información, las cuales también son importantes para la creación de clústeres. Como ya se mencionó, las diferencias culturales entre la ruta 128 de Boston y los clústeres de alta tecnología de Silicon Valley, especialmente las diferencias de apertura y tolerancia al fracaso, se han citado para explicar el gran éxito del clúster de California.50 De manera similar, en Baltimore no se ha desarrollado un clúster sólido de biotecnología (a pesar de la importante posición de John Hopkins como institución líder de investigación médica en la nación), y esto es debido a que, como sugieren algunos, existe una cultura persistente de no acoger al espíritu empresarial.51
Una vez tuve una experiencia que puede explicar una de las facetas de los efectos de la “cultura”. Durante los años 2002 y 2003, tomé un año sabático en la Universidad de Cambridge en el Reino Unido como parte del Instituto Cambridge-MIT (CMI, por sus siglas en inglés). El CMI fue fundado por el gobierno del Reino Unido con la meta firme de aumentar el espíritu empresarial egresado de la investigación universitaria en el Reino Unido. MIT con su amplia tradición en esta área (MIT ha generado a más de 25,800 compañías activas que emplean a más de 3.3 millones de personas, generando utilidades anuales a nivel mundial de unos $2 trillones52), parece ser el socio perfecto.
Mientras conducía mi propia investigación (no relacionada al tema del espíritu empresarial), tuve conversaciones con docenas de líderes gubernamentales, académicos y comerciales en el Reino Unido sobre el tema de la cultura empresarial. Con la experiencia de haber creado cinco empresas, tenía conocimientos y experiencia empírica sobre esta área. Me resultó obvio que en aquel momento, uno de los impedimentos para una mayor proporción de formación comercial en el Reino Unido no podía ser remediado con el trabajo realizado en la Universidad de Cambridge, ni en ninguna otra universidad inglesa. En gran medida, era más bien la actitud hacia los empresarios que fracasan lo que constituía la barrera. Entre los capitalistas de riesgo, los ejecutivos y académicos estadounidenses, una empresa fracasada se considera como evidencia de que el empresario es una persona marcada con la madurez de una dura experiencia. En el Reino Unido, por el contrario, esto parecía ser una maldición. Un empresario que sufría un fracaso se encontraba en una situación más difícil en el Reino Unido que la que podría ser en los Estados Unidos para fines de recaudar fondos, reunir un equipo y obtener las primeras ventas. En resumen, a pesar de la experiencia de aprendizaje, era difícil para los empresarios que fracasaban en el Reino Unido poder iniciar de nuevo un negocio.
¿Por qué no “dar el todo por el todo”?
Dadas todas las ventajas que presentan los clústeres, uno puede preguntarse, ¿por qué las compañías de un clúster no terminan adquiriéndose mutuamente para formar empresas más grandes, si su afinidad presenta tantas ventajas? La economía de los costos por transacción53 sugiere que formar parte de una sola organización puede presentar muchos beneficios, ya que los incentivos están mejor alineados, se elimina la necesidad de crear contratos formales, y la toma de decisiones puede ser más rápida. La respuesta, probablemente, es que ser miembro de un clúster ofrece lo que los ingenieros y los economistas denominan “opción real”. La membresía en el clúster les presenta a las compañías que participan el derecho (o la oportunidad) pero no la obligación de hacer negocios con cualquier otro miembro del clúster.
En muchos sentidos, un clúster puede representar un balance óptimo entre la complejidad, la burocracia, la relación estrecha con los proveedores internos, los sindicatos y la lenta toma de decisiones que obstaculizan la innovación en las grandes empresas, y la falta de escala y alcance que restringe a las compañías más pequeñas. En un ambiente dinámico, en donde la innovación y una respuesta rápida del mercado son claves para obtener ventaja competitiva, la comunicación y confianza tácita que se establece entre las compañías más pequeñas (y entre sus empleados, quienes comparten la cultura y un extenso contacto personal) permiten el aprendizaje y la adopción compartida de las mejores prácticas. Sin embargo, la toma de decisiones separada e independiente de las compañías del clúster puede disminuir la tendencia al conformismo, permitiendo que el clúster adopte nuevas tecnologías e innovaciones de proceso, renovándose de este modo y manteniéndose competitivo. Consecuentemente, un clúster puede representar una estructura organizacional ventajosa, balanceando la flexibilidad y la toma rápida de decisiones por un lado, y la disponibilidad de recursos y alcance por el otro. Según las palabras de Porter, “un clúster permite que todos sus miembros se beneficien como si contaran con una mayor escala o como si se hubieran unido formalmente a otras entidades (sin que sea necesario sacrificar su flexibilidad”).54
La búsqueda constante de elíxires económicos
En gran parte debido a la influencia del trabajo de Porter (al igual que otros), muchos gobiernos han elegido la ruta del desarrollo de clústeres para fomentar el desarrollo económico. Esto puede tener mucho que ver con el increíble éxito de los reconocidos clústeres de Silicon Valley, Hollywood y Wall Street. Como han argumentado algunos economistas, esto también les ofrece a los creadores de políticas una estrategia y una razón para intervenciones económicas y la implementación de políticas industriales. Además, el modelo del clúster es embriagador en el sentido de que muchos gobiernos han pensado que solo deben poner a girar la rueda, pues la retroalimentación positiva de las primeras compañías que obtengan ventajas económicas atraerá más y más compañías que harán crecer al clúster de manera “automática”. Esto parece una panacea (solo se incluyen algunos de los ingredientes iniciales y el clúster crecerá por sí solo).
Sin embargo, muchos economistas han identificado varios efectos negativos y riesgos de los clústeres asociados con las estrategias de desarrollo basadas en el clúster. Argumentan que algunos de los mismos ingredientes que atraen el éxito a