JULIAN: Y, sin embargo, a pesar de esta vigilancia a gran escala, la comunicación masiva ha permitido que millones de personas pudiesen llegar a un rápido consenso. Si puedes pasar muy rápidamente de una situación de normalidad a una nueva situación de consenso masivo, aunque es posible que el Estado vea este desarrollo, no tendrá suficiente tiempo para formular una respuesta efectiva.
Dicho esto, en El Cairo se organizó en 2008 una protesta a través de Facebook. Esta tomó por sorpresa al Gobierno de Mubarak, y en consecuencia estas personas fueron identificadas a través de Facebook.38 La primera página de un manual, uno de los documentos más importantes usados en la revolución egipcia decía: «No usar Twitter o Facebook» para distribuir el manual, sentencia que se repetía en la última página.39 Sin embargo, muchos egipcios usaron Twitter y Facebook. Pero la razón por la que sobrevivieron es que la revolución fue exitosa. Si no hubiese tenido éxito, entonces esas personas habrían estado en una posición muy delicada. Y no olvidemos que bien en un principio el presidente Mubarak cortó la conexión a internet en todo Egipto. En realidad, resulta dudoso si el apagón de internet facilitó la revolución o la perjudicó. Algunas personas piensan que la facilitó, porque la gente tuvo que salir a la calle para obtener información sobre lo que estaba aconteciendo, y una vez que estás en la calle, estás en la calle. Y la gente se vio directamente afectada porque sus teléfonos celulares y su acceso a internet no funcionaban.
De modo que si va a ser exitosa, tiene que haber una masa crítica, tiene que suceder rápidamente y tiene que ganar, porque si no gana la misma infraestructura que posibilita que se desarrolle un rápido consenso será usada para identificar y aislar a todas las personas involucradas en generar dicho consenso.
Ese fue el caso de Egipto el cual, sí era un aliado de Estados Unidos, pero no parte de la alianza angloparlante de Estados Unidos, el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y Canadá. Ahora, en cambio, tratemos de imaginar la revolución egipcia comenzando en Estados Unidos: ¿Qué ocurriría con Facebook y Twitter? Serían intervenidas por el Estado. Y si la revolución no tuviese éxito estas serían investigadas a fondo, tal como ocurre ahora, por la CIA y el FBI, en busca de detalles de los principales participantes.
JÉRÉMIE: Es difícil disociar la vigilancia del control. Necesitamos atender ambas cuestiones. Eso me interesa más: el control sobre la red, ya sea por parte de los Gobiernos o de las corporaciones.
JACOB: Pienso que está bastante claro que la censura en términos generales es un subproducto de la vigilancia, ya sea que se trate de la autocensura o de censura realmente técnica, y considero que una manera importante de transmitirle esto a la gente común es haciéndolo de una forma no técnica. Por ejemplo, si construyéramos carreteras del modo en que construimos la red, cada carretera tendría que tener cámaras de vigilancia y micrófonos a los que no pudiese acceder nadie más que la Policía…, o alguien que se haya hecho pasar exitosamente por policía.
JULIAN: Están llegando a eso en el Reino Unido, Jake.
JACOB: Si construyes una carretera no hay ningún requerimiento que diga que cada centímetro pueda ser vigilado a la perfección por una tecnología que solo está disponible para un grupo secreto de personas. Explicarle a la gente común que es así como estamos construyendo carreteras en internet y esperar que use dichas carreteras, eso es algo que la gente común puede comprender cuando se da cuenta de que los constructores originales de la carretera no siempre tendrán el control.
ANDY: Pero algunas personas ni siquiera construyen carreteras sino un jardín, e invitan a todos a desnudarse. ¡Ahora estamos hablando de Facebook! Es una idea comercial para que la gente revele su información con comodidad.
JACOB: Exacto. A la gente se la recompensaba por estar en la Stasi —la seguridad estatal de la antigua Alemania Oriental— y a la gente se la recompensa por participar de Facebook. Solo que en Facebook la gente es recompensada con créditos sociales —acostarse con su vecino— en lugar de percibir una remuneración de forma directa. Y es importante relacionarlo con el aspecto humano, porque no se trata de tecnología, se trata de ejercer control a través de la vigilancia. Es el Panóptico perfecto de algún modo.40
JULIAN: Me interesa mucho la filosofía de la técnica. La técnica no solo implica un dispositivo tecnológico sino, digamos, un consenso mayoritario en un directorio o en la estructura de un Parlamento: es la interacción sistematizada. Por ejemplo, me parece que los sistemas feudales derivan de la técnica de los molinos. Una vez centralizados los molinos, lo que insumió enormes inversiones y cuyo control efectivo pasó a ser más fácil de implementar en términos físicos, resultó bastante natural que se dieran relaciones feudales como resultado. Parece que con el paso del tiempo hemos desarrollado técnicas cada vez más sofisticadas. Algunas de estas técnicas pueden ser democratizadas; pueden llegarles a todos. Pero en su mayoría —debido a su complejidad— son técnicas que se gestan como resultado de organizaciones fuertemente interconectadas como Intel Corporation. Tal vez la tendencia subyacente en la técnica implica la sucesión de distintos períodos, el del descubrimiento de la técnica, el de la centralización de la técnica y el de la democratización de la técnica: cuando el conocimiento de cómo hacerlo surge en la próxima generación educada. Sin embargo, creo que la tendencia general en la técnica es la centralización del control en manos de aquellas personas que controlan los recursos físicos de las técnicas.
El ejemplo más acabado de eso sería un fabricante de semiconductores que necesita tal orden que hasta el aire en la planta de producción debe ser puro, y los miles de operarios deben usar cofias para evitar que el más ínfimo trozo de piel y el más mínimo cabello contaminen el proceso de ensamblaje de semiconductores, un proceso extremadamente complicado de múltiples etapas. Y existen literalmente millones de horas de investigación en manos de los fabricantes de semiconductores. Si estas se popularizaran —lo que ya ocurre—, y estas apuntalaran internet, entonces la liberación de internet tendría como base la producción de semiconductores. Y quien tenga el control físico de la producción de semiconductores sería capaz de obtener enormes concesiones.
Entonces, la economía de mercado neoliberal, transnacional, moderna y globalizada es lo que apuntala la revolución de las comunicaciones de alta tecnología y la libertad que hemos obtenido de esta. Se trata, en efecto, del apogeo de dicha revolución. Es el máximo nivel que la economía moderna neoliberal globalizada puede alcanzar en términos de logro tecnológico. Internet está apuntalada por interacciones comerciales extremadamente complejas entre fabricantes de fibra óptica, productores de semiconductores, compañías mineras que extraen los materiales necesarios, todos los lubricantes financieros que hacen funcionar el negocio, los tribunales que velan por la propiedad privada, etcétera. De modo que realmente se encuentra en la cima de la pirámide de todo el sistema neoliberal.
ANDY: En cuanto a la técnica, cuando Johannes Gutenberg inventó la imprenta, estuvo prohibida en algunas partes de Alemania y así fue como se diseminó por todo el país, porque cuando estaba prohibida en una zona era trasladada a otra jurisdicción.41 No lo estudié en detalle pero lo que sé es que afectó los intereses de la Iglesia católica porque rompió su monopolio de la impresión de libros, y cada vez que había problemas con la ley la imprenta era llevada a un lugar donde no estuviese prohibida. De algún modo esto ayudó a su difusión.
El caso de internet, me parece, fue levemente diferente porque por un lado están las máquinas que pueden ser usadas como instalaciones de producción, categoría en la que incluso entraba la Comodore 64, ya que la mayoría de las personas la usaba para otros propósitos.
JULIAN: Entonces, con cada pequeña máquina que tenías se podía ejecutar tu propio software.
ANDY: Sí. Y también se la podía usar para difundir ideas. Pero, por otro lado, filosóficamente, tal como dijo John Gilmore —uno de los fundadores de la Fundación Electronic Frontier con sede en Estados Unidos— a principios de los noventa, cuando internet adquirió un alcance mundial: «La red interpreta la censura como daño y la elude».42 Como sabemos hoy, esa afirmación condensaba una interpretación técnica con una visión optimista del impacto,