La administración Obama advirtió a los empleados federales que los materiales divulgados por WikiLeaks seguían siendo confidenciales —aunque estos estaban siendo publicados por algunas de las principales organizaciones de noticias del mundo incluyendo The New York Times y The Guardian—. Se informó a los empleados que acceder al material, ya sea en WikiLeaks.org o en el The New York Times, calificaría como una violación a la seguridad.30 Agencias gubernamentales como la Biblioteca del Congreso, el Departamento de Comercio y el Ejército estadounidense bloquearon el acceso a los contenidos de WikiLeaks desde sus redes. La inhabilitación no se limitó al sector público. Empleados del Gobierno estadounidense advirtieron a instituciones académicas que aquellos estudiantes que aspirasen a tener una carrera en la función pública debían evitar el material divulgado por WikiLeaks en sus investigaciones y en sus actividades en línea.
Censura financiera: el bloqueo bancario
WikiLeaks se financia con donaciones de sus partidarios. En diciembre de 2010, importantes instituciones bancarias y financieras, incluyendo a VISA, MasterCard, PayPal y Bank of America, cedieron a la presión extraoficial de Estados Unidos para dejar de brindarle servicios financieros a WikiLeaks. Estas instituciones bloquearon las transferencias bancarias y toda donación realizada mediante las principales tarjetas de crédito. Si bien son instituciones estadounidenses, su omnipresencia en las finanzas mundiales impidió que donantes tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo pudieran enviar dinero a WikiLeaks para apoyar sus actividades de divulgación.
El «bloqueo bancario», tal como se lo conoció, fue llevado a cabo por fuera de cualquier procedimiento judicial o administrativo y seguía vigente al momento de la publicación de este libro. WikiLeaks ha estado llevando adelante importantes casos judiciales en diferentes jurisdicciones de todo el mundo a fin de suspender el bloqueo, con algunas victorias preliminares, y procesos legales aún abiertos. Mientras tanto, se ha interrumpido la transferencia de ingresos a WikiLeaks lo que —debido a sus altos costos— lo obliga a funcionar con fondos de reserva desde hace ya casi dos años.
El bloqueo bancario es una confirmación del poder de control sobre las transacciones financieras entre terceros. Este directamente socava las libertades económicas de los individuos. Más allá de esto, la amenaza a la existencia que plantea para WikiLeaks ejemplifica una nueva e inquietante forma de censura económica global.31
Algunas personas presuntamente asociadas con WikiLeaks, junto a partidarios y al personal mismo de WikiLeaks, han tenido misteriosos problemas con sus cuentas bancarias, desde inconvenientes con los detalles de sus cuentas hasta el cierre total de las mismas.
Hostigamiento a Jacob Appelbaum y Jérémie Zimmermann
El 17 de julio de 2010, Julian Assange tenía previsto presentarse en la conferencia de hackers HOPE en la ciudad de Nueva York. Assange canceló y Jacob Appelbaum dio la charla en su lugar. Desde entonces, las autoridades han montado una campaña de hostigamiento contra Appelbaum y sus allegados. Appelbaum ha sido periódicamente detenido, inspeccionado, privado de acceso a un representante legal e interrogado en cruces fronterizos cada vez que entra o sale de Estados Unidos. Su equipamiento ha sido incautado y sus derechos fueron vulnerados, episodio durante el cual fue amenazado de otras violaciones de sus derechos. Su detención y hostigamiento ha involucrado a docenas de agencias de Estados Unidos, desde el Departamento de Seguridad Interior, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas al Ejército de los Estados Unidos. Estas detenciones llegaron a incluir la prohibición del uso del sanitario como método para forzar su voluntad. Durante todo esto, Appelbaum nunca ha sido acusado o informado por el Gobierno sobre los motivos de su hostigamiento.32
A mediados de junio de 2011, cuando se aprestaba a abordar un avión en el aeropuerto Dulles de Washington, Jérémie Zimmermann fue detenido por dos agentes que dijeron ser del FBI. Los agentes lo interrogaron sobre WikiLeaks y amenazaron con arrestarlo y enviarlo a prisión.
Appelbaum y Zimmermann están en la larga lista de amigos, partidarios o presuntos socios de Julian Assange quienes han sido objeto de hostigamiento y vigilancia por parte de las agencias de Estados Unidos, una lista que incluye a abogados y periodistas en ejercicio de sus actividades profesionales.
Decomiso sin orden judicial de registros electrónicos y el «caso del emplazamiento a Twitter»
El 14 de diciembre de 2010, Twitter recibió un «emplazamiento administrativo» de parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos mediante el cual se le ordenaba presentar toda información que pudiese ser relevante para una investigación sobre WikiLeaks. El emplazamiento fue lo que se denomina una «orden 2703(d)», con relación a una sección de la Ley de Comunicaciones Almacenadas. Bajo esta ley, el Gobierno estadounidense se arroga la autoridad de forzar la entrega de registros electrónicos de comunicaciones privadas sin necesidad de que un juez emita una orden de allanamiento —sorteando efectivamente las protecciones de la Cuarta Enmienda frente al registro e incautación arbitrarios—.
El emplazamiento buscaba nombres de usuarios, registros de correspondencia, direcciones, números telefónicos, detalles de cuentas bancarias y números de tarjetas de crédito de cuentas y personas presuntamente asociadas con WikiLeaks, incluyendo a Jacob Appelbaum, la diputada islandesa Birgitta Jonsdottir, el empresario y pionero de internet holandés Rop Gonggrijp y el mismo WikiLeaks. Según los términos del emplazamiento, Twitter tenía prohibido informarles de la existencia de la requisitoria. Sin embargo, Twitter apeló con éxito la cláusula de silencio obligatorio y defendió su derecho a informarles a los usuarios que se estaba solicitando sus registros.
Cuando se los notificó del emplazamiento a Twitter, el 26 de enero de 2011, Appelbaum, Jonsdottir y Gonggrijp, representados por Kecker y Van Nest, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles y la Fundación Electronic Frontier, ordenaron a sus abogados que presentaran una moción conjunta para anular la orden. Este se ha dado a conocer como el «caso del emplazamiento a Twitter».33 El abogado de Appelbaum presentó más adelante una moción solicitando acceso a los expedientes judiciales secretos de los intentos del Gobierno por recabar sus datos personales a través de Twitter y otras compañías. Ambas mociones fueron denegadas por parte de un magistrado estadounidense el 11 de marzo de 2011. Los demandantes apelaron.
El 9 de octubre de 2011 el Wall Street Journal reveló que el proveedor de correo electrónico de California Sonic.net también había recibido un emplazamiento en la que se le exigían los datos de Jacob Appelbaum. Sonic litigó la orden del Gobierno y perdió, pero consiguió el permiso para informar que había sido forzado a entregar la información de Appelbaum. El Wall Street Journal informó además que Google había recibido una orden similar, pero no dejó en claro si Google había objetado la medida o no.34
El 10 de noviembre de 2011, un juez federal falló en contra de Appelbaum, Jonsdottir y Gonggrijp, resolviendo que Twitter debía entregarle su información al Departamento de Justicia.35 El 20 de enero de 2012, los demandantes nuevamente apelaron la negativa de revelar los emplazamientos que se les podrían haber enviado a otras compañías además de Twitter.36 Al momento de la publicación del presente libro, el caso seguía abierto.
22 En el original whistleblower: persona que revela fechorías desde dentro de una organización con el objetivo de detenerlas.
23 Collateral Murder (Asesinato colateral): <http://www.collateralmurder.com>. The Iraq War Logs (Los registros de la guerra de Irak): <http://wikileaks.org/irqThe Afghan>. War Diary (Los diarios de la guerra en Afganistán): <http://wikileaks.org/afgCablegate> (el Cablegate): <http://wikileaks.org/cablegate.html>.
24 «Congressional committee holds hearing on national security