No hay otra foto igual, tan humana, demasiado humana. Menem transpiraba la Historia. Menem venía de la Historia, aunque no tuviera (como nadie podía tener) una estatura capaz de condensar en su decisión presidencial una voluntad colectiva, como ese mito de Mandela, plastificado en mil relatos. Hay fotos más épicas de Alfonsín (el más valiente de todos, a la luz de los riesgos) y también hay fotos épicas de Kirchner, pero la de Menem es la de un político que sabe que toca una materia de la Historia, un residuo radiactivo que prefirió colocar bajo la alfombra mientras se ataba al mástil para cruzar la época enfundado en su última y definitiva fe: de la reconciliación con los vencedores a la casi conversión en un vencedor.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.