Al abrirse el período de las preguntas y comentarios, Babacar Fall quiso saber qué impacto había tenido el islam en los ritos estudiados por la profesora Journet-Diallo. Trajo a colación el fenómeno, muy extendido en varias civilizaciones, de que una sola palabra, sin género definido, designe a los niños y a las niñas, del nacimiento al momento de su iniciación o adolescencia. Das Kind, the kids serían buenos ejemplos europeos de la no diferenciación sexual hasta bien avanzada la vida de los seres humanos. Antes del siglo XVI, tal parecería haber sido la norma en todo el mundo cristiano. Mor mencionó un ejemplo notable de un rito de inversión en Senegal, que él mismo recordaba de su niñez: frente a una sequía, al ver que los hombres habían hecho todo lo posible por conjurar sus efectos y la catástrofe se acentuaba, las mujeres de la región se disfrazaron de hombres, se pusieron un simulacro de pene en los cinturones y bailaron largo tiempo para producir la lluvia. Mamadou interrogó a Odile sobre los usos modernos de los rituales de distinción sexual en tiempos de la independencia de los países africanos y en su política actual. Danouta intervino en el acto y describió las manifestaciones de mujeres contra el presidente Blaise Compaoré en Burkina Faso, en octubre de 2014. Jóvenes y viejas, todas casadas, se levantaban las faldas y mostraban sus genitales o su trasero a los retratos del dictador. Compaoré abandonó el poder en menos de 48 horas, después de haberlo ejercido durante veintisiete años. Danouta siguió hablando y muchas ideas se me aclararon. Dijo que, en todos los casos analizados por Odile, los significados podían reducirse a la gran metáfora de la fertilidad. Al mismo tiempo, subrayó que, en nuestras culturas occidentales, la metáfora ha dejado de ser la matriz principal en la definición de los papeles sociales de hombres y mujeres. Por su parte, los Dogon han elaborado una variante del tópos: para ese pueblo de Malí, el mundo no funciona como un reloj, lo hace como una placenta. ¡Auroricaaaaa!
En la cena de los martes, Babacar habló largo y tendido sobre las civilizaciones nómades del Sahara y la hegemonía lingüística del verbo “caminar” entre los que definen las actividades humanas. El “caminar” más alto y laborioso es el que hacen los hombres con los pies cuando siguen y cuidan su ganado. Continúa, en orden de importancia, el “caminar” con las manos, fabricar los tejidos y la cerámica, trabajo de mujeres. El pensamiento es también un “caminar”, muy placentero porque nunca nos deja exhaustos. Samuel Truett hizo muy buenas alusiones al nomadismo de los comanches que, según los trabajos de su amigo norteamericano Pekka Hämäläinen (ex-fellow del IEA), tuvo energía suficiente para establecer y organizar un imperio en el centro-oeste de los Estados Unidos en el siglo XVIII y las primeras décadas del XIX. Se me ocurrió preguntar si acaso, puesto que había habido unos cuantos imperios nómades –el de los escitas, el de los mongoles, el de los turcomanos de Tamerlán y los timúridas, el de los comanches, el de los mapuches–, habían existido también ciudades nómades. Babacar me contestó que, aún hoy, Tombuctú, con sus bibliotecas, escuelas, mezquitas, palacios, era una ciudad imponente, construida y habitada por los nómades, una ciudad que vivía o languidecía al compás de los movimientos de esos pueblos. Tumbuctum, hic imus!! [¡Tombuctú, aquí vamos!]
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28 de octubre
Leo las introducciones de los libros de Jan Houben sobre el sánscrito y dos artículos suyos. Creo que podré arrostrar el desafío de presentarlo el lunes próximo. Es uno de los mayores expertos mundiales en un tema del que me desayuno en estas horas. Traduzco mi página ya escrita para el acontecimiento:
Buenos días, estamos aquí con el objeto de escuchar el paper que Jan Houben leerá y pondrá a la consideración de nuestro seminario de los lunes, que ya es una actividad apasionante de este senado. Es decir, el falansterio que somos, del cual me siento honrado de formar parte, más y más a medida que el tiempo pasa.
Jan obtuvo su doctorado en la Universidad de Utrecht en 1992 con una tesis sobre la filosofía del lenguaje en la obra de Bhartrhari. Ese trabajo fue el núcleo de su notable libro The Sambandha-Samuddesa and Bhartrhari’s Philosophy of Language, publicado en 1995, que contiene una traducción inglesa del capítulo de ese nombre sobre el problema de la relación entre las palabras y las cosas en el Vakyapadiya, el texto más famoso de aquel gramático del siglo V de la Era Común. Les aconsejo leer los versículos (llamados Karikas) 1 a 51 (están en las páginas 141-142 del libro de Jan) al mismo tiempo que un comentario de los Karikas, redactado por otro gramático, Helaraja, en 980 de nuestra era (páginas 331-333) y traducido también por nuestro sabio. Encontrarán allí ecos de Ferdinand de Saussure, Ludwig Wittgenstein e incluso de Michel Foucault (a menudo negativos en los casos del primero y el último), pero ecos de anticipación por cuanto nos llegan de un pasado de más de un milenio y medio respecto de los trabajos de nuestros maestros del siglo XX.
En 1996, Jan editó el volumen Ideology and Status of Sanskrit. Contributions to the History of the Sanskrit Language. Me atrevo a decir, a partir de los comentarios suscitados por el libro, que las “contribuciones” son más bien una reescritura de la historia de esa lengua, hecha sobre la base de una nueva periodización, inspirada por el propio Houben. Una evolución histórica que parte de los orígenes y de la creación de un “lenguaje eterno”, atraviesa las etapas de transculturación, sanscritización y vernacularización en el proceso de expansión geográfica de la lengua hacia el sudeste asiático, el Tíbet y la China (lo que Pollock llamó la constitución de una “Cosmópolis sánscrita”), para desembocar en la construcción moderna de una tradición del sánscrito. No es necesario aclarar que todos esos estudios se apoyan en el análisis de los contextos culturales e históricos de cada momento en los avatares del idioma. Una sociología lingüística de buena ley es el fundamento de los capítulos. Ideology and Status fue republicado en 2012 en Nueva Delhi con una segunda introducción, muy clara y erudita, de nuestro colega.
Si me permiten un segundo consejo, lean el bello artículo para principiantes como yo, pero igualmente rico y denso de significados, lleno de un auténtico esprit de finesse, “A Tradicão Sânscrita entre Memética Védica e Cultura Literária”, publicado en la revista brasileña Linguagem & Ensino, número de mayo-agosto de 2014.
Ayer apenas, pude leer un texto notable de Jan, por el humanismo y el deseo de un saber universal y válido para las mujeres y los hombres de la Tierra que de él se desprenden. Se trata de un capítulo del libro Verso l’India. Oltre l’India. Scritti e ricerche sulle tradizioni intellettuali sudasiatiche. Su título es: “Filosofía y filología entre Oriente y Occidente: Un llamado a la preservación de la ideodiversidad”. Esta idea nos obliga a regresar al tema filosófico del “perspectivismo” y su historia en las tradiciones indostánicas y europeas. El pasado conserva enseñanzas preciosas en relación con nuestros sueños de una concordia mundi siempre posible.
Desde 2003, Jan Houben es profesor en la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, donde desempeña la cátedra de “Fuentes e Historia de la tradición sánscrita”. Muchas gracias.
Ahora traduzco del inglés el karika primero del Sambandha-Samuddesa y los tres parágrafos primeros del comentario de Helaraja, para la estupefacción general:
(1) En los dos capítulos [precedentes], al distinguir diferentes puntos de vista, [Bhartrhari] estableció el Universal y la Sustancia como el significado de una palabra; ahora bien, una relación debe ser la causa [del hecho] de que un significado sea expresado por una palabra, de otro modo nada podría ser transmitido por nada; por lo cual [Bhartrhari] dice, con el objeto de explicar en este [capítulo] la relación:
1. El conocimiento del hablante, la cosa externa significada y la propia forma [de la palabra] son comprendidas mediante las palabras emitidas. La relación entre ellas (es decir, el conocimiento, la cosa externa significada y la propia forma) queda bien establecida [con las palabras que son emitidas].