El ritmo de recuperación de la fatiga después de regímenes de ejercicio diferentes o de la utilización de grupos musculares distintos es también muy diferente (p. ej; ver fig. 1.6). De hecho, se puede afirmar que la efectividad de cualquier programa de entrenamiento y del tipo de condición física producida depende de la especificidad de la fatiga como un post-efecto del entrenamiento. En definitiva, la adaptación es la respuesta del cuerpo para soportar la exposición a ejercicios que producen cierta tensión y la fatiga inducida por estos ejercicios. La incapacidad de adaptarse a la fatiga resulta, a largo plazo, en el estancamiento, el deterioro o la lesión. Es especialmente importante entender la imposición de la fatiga y otros postefectos del ejercicio, ya que la repetición de parecidos regímenes de ejercicio de tipo, volumen e intensidad similares puede dejar exhausto al deportista, mientras que la variación del entrenamiento y la utilización de programas con un énfasis fundamental diferente (ver cap. 6) pueden facilitar la recuperación y mejorar la condición física específica del deporte.
Otros tipos de especificidad
Existen posiblemente otras formas de especificidad, así como especificidades que son combinaciones de las formas mencionadas hasta ahora. Una de las observaciones de mayor interés hace referencia a las diferencias entre los halterófilos y los culturistas: todos ellos entrenan con pesas, de forma que pueden parecer similares para el instructor medio. Investigadores finlandeses de la Universidad de Jyväskylä examinaron las características de estos dos tipos de deportistas de fuerza utilizando una sentadilla máxima, sentadillas con saltos, saltos verticales y dinamómetros como parte de la batería del test (Häkinnen et al., 1984), y descubrieron que los halterófilos poseían unos valores mayores de fuerza isométrica y auxotónica por masa corporal que los culturistas, así como un mayor nivel de producción de fuerza y una mayor utilización de energía elástica almacenada.
Aparentemente el entrenamiento de halterofilia produce una capacidad neuromuscular superior para reclutar unidades motoras de forma máxima. Este descubrimiento tiene unas profundas implicaciones para los entrenadores personales que pueden programar ejercicios de sentadillas, peso muerto, press y levantamientos de potencia sin apreciar que la forma de ejecutar este tipo de movimientos puede tener un efecto determinante en el tipo de fuerza producido en sus deportistas.
FUERZA Y CONDICIÓN FÍSICA (FITNESS)
La condición física se concibe vulgarmente como sinónimo de la capacidad para llevar a cabo actividades de resistencia, como, por ejemplo, correr, con un mínimo de fatiga. A lo que se refiere este ejemplo es a la resistencia cardiovascular, uno de los muchos componentes o expresiones de la condición física. De hecho, la condición física comprende muchas y variadas cualidades como la resistencia cardiovascular, la capacidad de la fuerza, la capacidad de la velocidad, etc. Sin embargo, este tipo de distinción disfraza el hecho de que cada cualidad de la condición física contribuye en mayor o menor grado a determinar el tipo específico de condición física requerido para una actividad determinada. Por ejemplo, un atleta de fondo que tenga un nivel de fuerza de sus músculos posturales o estabilizadores inadecuado será un deportista menos competitivo, con tendencia a un agotamiento prematuro o a lesionarse, independientemente de la eficiencia de sus sistemas cardiovascular y respiratorio.
Es importante destacar que los programas de entrenamiento que se sugieren en populares revistas de culturismo y manuales de entrenamiento con pesas se centran, casi por completo, en desarrollar los músculos movilizadores (o fásicos) principales involucrados en un ejercicio determinado, pero no prestan demasiada atención al papel esencial que juegan los músculos estabilizadores (o tónicos) que actúan en el mismo ejercicio. Debido a que todas las acciones motrices conllevan una continua inter-acción entre los estabilizadores y los movilizadores, estos programas de entrenamiento simplistas son de limitado valor en el entrenamiento deportivo de competición.
Condición física, preparación y capacidad de trabajo
La capacidad de un deportista para rendir de forma eficiente y segura en un determinado deporte puede describirse en términos de tres factores relacionados:
• capacidad de trabajo;
• condición física;
• preparación (forma).
La capacidad de trabajo se refiere a la capacidad general del cuerpo como una máquina para producir un trabajo de diferentes intensidad y duración utilizando los sistemas energéticos corporales adecuados. La condición física se refiere a la capacidad específica para utilizar esta capacidad de trabajo para llevar a cabo una tarea determinada bajo unas condiciones específicas. En términos generales, la condición física puede definirse como la capacidad para soportar las exigencias de una tarea específica de forma eficiente y segura. La preparación (forma), a diferencia de la condición física, no es estable, sino que varía con el tiempo. Incluye dos componentes, uno que cambia lentamente y otro que tiene tendencia a cambiar de forma más rápida (Zatsiorski, 1995), donde el componente lento es la condición física y el componente rápido es la fatiga inducida por el ejercicio.
Aunque el concepto de condición física podría parecer que es intuitivamente obvio y ampliamente aceptado, debería destacarse la distinción entre condición física y forma. El término condición física se refiere al estado funcional de los componentes de modificación lenta relacionados con la actividad motriz. El estado de condición física de un individuo no varía de forma significativa durante un período de varios días, pero la capacidad de un individuo para expresar su nivel de condición física en cualquier instante puede estar afectado positiva o negativamente por el estado mental, la enfermedad, la fatiga, el adormecimiento, y otros factores transitorios. Esta capacidad, o forma instantánea, se define en cualquier instante y varía en cada momento.
La preparación de la forma, o simplemente, la forma, es la resultante de la interacción entre el incremento de la condición física a largo plazo estimulado por el entrenamiento y los opuestos postefectos de fatiga de corta duración producidos por el entrenamiento, excluyendo los efectos de cualquier otro factor modificante como un exagerado estado mental negativo o una enfermedad. Los conceptos de condición física y forma se discuten con mayor detalle posteriormente en este mismo capítulo.
El entrenamiento o el acondicionamiento es el proceso por el cual el cuerpo (y la mente) son preparados para alcanzar un cierto nivel de capacidad de trabajo y de condición física. Ello incluye cinco procesos interdependientes que determinan la preparación para todos los deportes:
El proceso de preparación deportiva
1. preparación física
2. aprendizaje de habilidades motrices
3. preparación psicológica
4. recuperación física y psicológica
5. nutrición adecuada
El primer proceso comprende una fase general (preparación física general: PFG) y una fase específica (preparación física específica: PFE), con varias transiciones o sub-fases (p. ej; las fases de estabilización, intensificación, recuperación, conversión o competición) dentro, entre o después de cada una de estas fases. Este libro se concentra en las fases de preparación general y específica con una referencia especial a todos los tipos de condición física relacionados con la fuerza (como la velocidad-fuerza, fuerza-resistencia y fuerza-flexibilidad, y como se expone posteriormente en detalle).
La información sobre el entrenamiento de las habilidades motoras para diferentes deportes y los aspectos de nutricionales son cubiertos en numerosos textos por especialistas, mientras que la recuperación, tal y como la han aplicado expertos rusos durante muchos años, ha sido desarrollada en profundidad