Luces de Bohemia. Ramón María del Valle-Inclán. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Ramón María del Valle-Inclán
Издательство: Bookwire
Серия: Akal Literaturas
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788446049630
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económica, la situación del pueblo era penosa en extremo y la burguesía buscaba una solución democrática, en contra del inmovilismo caciquil y nobiliario de la Iglesia y de otros grupos conservadores. Veamos las distintas fases.

      En 1868 el levantamiento revolucionario conocido como «La Gloriosa» derroca a Isabel II y dio comienzo al Sexenio Democrático. En 1869, la Constitución liberal legalizó el sufragio universal –solo para los hombres– y la libertad de prensa, asociación, reunión, enseñanza y culto. El general Serrano buscó un nuevo monarca, con la colaboración del general Prim, jefe del Gobierno. En 1870, año en el que es asesinado Prim, se eligió rey al italiano Amadeo de Saboya, Amadeo I de España (1871-1873). Sin embargo, la falta de apoyo, la oposición general y la crisis independentista en Cuba y otros lugares crearon una grave inestabilidad. Amadeo I renunció al trono. Se inició entonces la Tercera Guerra Carlista, que terminó en 1876 con la derrota carlista. Valle-Inclán sintió simpatía por el carácter conservador, subversivo y antiliberal de esta rama dinástica, según se puede apreciar ya en el protagonista de las Sonatas, el Marqués de Bradomín, quien aparece asimismo en el entierro de Max (XIV).

      En 1873, se proclamó la Primera República, cuyos presidentes fueron Estanislao Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar. La República facilitó la organización de los obreros y de los labradores, víctimas de abusos. Los principales movimientos fueron el anarquismo y el socialismo, este último dirigido por Pablo Iglesias. Paralelamente, la escuela que impulsaban Francisco Giner de los Ríos y otros pedagogos «krausistas» (nombre que procede del filósofo Krause) intentó renovar el anticuado y conservador sistema educativo, tratando de formar individuos y sociedades de moral íntegra, racional, democrática y pacífica. Estas corrientes didácticas son evidentes en Luces de bohemia, con las críticas a la enseñanza (II) y a la sociedad (passim). Ahora bien, los levantamientos federalistas se generalizaron, y Castelar cedió ante el general Serrano, quien terminó con el régimen liberal. Isabel II, cuya abdicación al trono data de 1870, cedió sus derechos a su hijo Alfonso, quien reinó como Alfonso XII (1874-1885).

      La Restauración borbónica se mantuvo con un sistema de alternancia entre los conservadores, dirigidos por Cánovas, y los liberales moderados, en torno a Sagasta. El caciquismo (III), que manipulaba el voto a su antojo, hizo fracasar este bipartidismo. Tras la muerte de Alfonso XII, comienza la regencia de María Cristina, durante la cual se afianzaron los nacionalismos catalán, vasco y gallego. También sucedió el trascendente Desastre del 98, año en que España perdió sus últimos territorios de ultramar. Durante el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), transcurre la acción de Luces de bohemia.

      España no solucionaba sus conflictos. En 1909, el hartazgo de la población por la muerte de jóvenes soldados en la guerra de Marruecos, los reclutamientos caprichosos y los conflictos de orden social provocaron un levantamiento popular en Barcelona, la Semana Trágica, que fue duramente reprimido por el general Weyler. Maura dimitió. Entre 1916 y 1920, los patronos crearon grupos paramilitares violentos, opuestos a los sindicatos obreros, que reaccionaron de igual modo. La contienda ocasionó represión y muerte (VI).

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      Guerra de Marruecos.

      La hostilidad se fue acentuando. En 1923, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado que limitó las libertades, aunque la oposición fue tan persistente que se vio obligado a dimitir y exiliarse (1930). En las elecciones municipales de 1931, ganó la izquierda republicana; Alfonso XIII se exilió y se proclamó la Segunda República. Los movimientos populares se mantuvieron, como en 1934 con la insurrección de la Generalitat de Cataluña y la Revolución (o Comuna) de Asturias, reprimida sangrientamente. Valle-Inclán, fallecido el 5 de enero de 1936, ya no conoció en ese año el triunfo del Frente Popular ni la rebelión militar del mes de julio, inicio de la Guerra Civil.

      La situación internacional coetánea de Luces de bohemia fue turbulenta. En 1914, estalló la Primera Guerra Mundial. Austria declaró la guerra a Serbia; otros países (Rusia, Francia, Italia) entraron en el conflicto. Finalmente, la Triple Alianza (Alemania, Austria y Hungría) claudicó frente a las fuerzas aliadas. Valle-Inclán, partidario de estas últimas, viajó al frente francés en 1916 y escribió diversas crónicas, impresionado por los diez millones de muertos, el sufrimiento general, las nuevas armas (el gas, los aviones, los carros de combate) y el cambio de la política internacional.

      2. Panorama literario

      La adscripción generacional de Ramón del Valle-Inclán (1866-1936) resulta polémica. Por su edad pertenecería a la Generación o Grupo del 98, pero algunos críticos lo adscriben al Modernismo. Quizá fue modernista y noventayochista. Veámoslo.

      El Modernismo fue un movimiento artístico que se prolongó desde 1880 hasta los años veinte del siglo pasado. Literariamente, surge por la influencia de dos corrientes poéticas francesas: el Parnasianismo, que busca la perfección estética y cuyo máximo representante fue Théophile Gautier (1811-1872), y el Simbolismo, que intenta profundizar en el interior del ser humano, representado por Charles Baudelaire (1821-1867). De Francia pasó a Latinoamérica, y de allí, rápidamente, a España, gracias a Valle-Inclán, entre otros. Su máximo representante fue Rubén Darío (1867-1916). Los principales rasgos de esta corriente neorromántica son:

      1. Exotismo espacial y temporal; cosmopolitismo.

      2. Dominio del subjetivismo, polarizado entre el vitalismo y el pesimismo.

      3. Temas amorosos y eróticos; misterio y magia.

      4. Voluntad de perfección y búsqueda del esteticismo máximo.

      5. Originalidad formal, con nuevas estructuras formales y léxico llamativo con cultismos, arcaísmos, neologismos y vocablos sensoriales, especialmente visuales.

      Por su parte, la Generación o Grupo del 98 es una corriente de pensamiento que se centra en el mundo literario. Tiene su origen en la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898. Esta derrota llevó a algunos intelectuales a afirmar que España necesitaba una regeneración urgente para frenar su decadencia. Los principales auto­res son Miguel de Unamuno, Pío Baroja, José Martínez Ruíz «Azorín» y Antonio Machado. Sus rasgos básicos son:

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      El modernismo: jardines y fuentes.

      1. La necesidad de una renovación ética y social.

      2. El interés por lo profundo, lo esencial, el contenido, el mensaje filosófico e ideológico por encima de los aspectos estéticos y formales.

      3. La interpretación de la crisis de España como una cuestión de mentalidad, más que de economía o de política superficiales.

      4. El reconocimiento de la literatura como un método para renovar y cambiar la sociedad.

      5. Riqueza verbal, con primacía de los diálogos sobre la acción.

      Respecto a la discusión sobre la adscripción de don Ramón a un movimiento u otro, opinamos que, de modo similar a Antonio Machado, nuestro autor evolucionó desde el carlismo conservador hasta posturas comprometidas con su sociedad. La concienciación social lo llevó a buscar la protesta desde el polo opuesto, el del pueblo que sufre los abusos de los patronos y la violenta represión gubernamental. Así ocurre en las Sonatas y en Luces de bohemia.

      Tanto en un caso como en el otro exhibió su maestría Valle-Inclán, cuyo teatro chocaba, evidentemente, con el modelo que dominaba en la escena española. Antes de ocuparnos de esta, conviene señalar las principales tendencias europeas. Por un lado, mencionemos el teatro naturalista, un movimiento basado en Émile Zola. Los temas tratan la problemática social, sean sus protagonistas de clase alta o baja. Su lenguaje debe ser realista. Los autores más representativos son el noruego Henrik Ibsen (1828-1906), cuyos dramas aburrían a Max (IV); el ruso Antón Chéjov (1860-1904), quien defiende la integridad personal frente a las convenciones sociales; el irlandés George Bernard Shaw (1856-1950), el cual defiende la educación como medio de superación social, y el sueco August Strindberg (1849-1912), quien evidencia los conflictos entre clases