Espléndida iracundia. José Güich Rodríguez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Güich Rodríguez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9789972453793
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al río Ontario y te extraña.

      Y yo basta o hasta cuándo con la misma vaina

      con la misma vaina.

      Y tú quiero, voy, vengo,

      he perdido el tiempo o déjate

      de tantas cosas o ¿la Belleza?

      ¡la practicidad, eso, los años vuelan!

      Y yo, deja esa sonaja o basta o camina

      o no te mojes en agua pasada.

      Pero llantos vidrios quebrados, puertas cerradas violentamente o tú dejada sola

      de pie en una calle. O yo en una butaca de cine. O yo y tú en silencio

      a través de neblina y barrios durante días para que todo julio afuera

      una breve algarabía y agosto una hecatombe que duró hasta setiembre

      cuando me brotó un flujo de luz y las calles giraban, el piso era deslizante

      difícil la conversación, imposible la calma, absolutamente necesario el relax.

      Y siempre adherido a tacos, a brillos tuyos, a carteras de charol,

      a cabellos largos, a tu cuerpo de 20 años adherido y pongo 748 kilómetros

      y tú escribes cartas, yo mando postal. Tú una carta, yo otra carta, tú más

      cartas

      Vuelvo y aquí está noviembre lleno de fiestas, visitas al parque Garcilaso

      la primera vez de noche, de noche —la noche de cual día—

      de noche contra un árbol sin precauciones, nuestros y luego

      en los parques de la Aurora, en un cuartucho, en las arenas de Agua Dulce

      en los toldos donde hombre y mujer solos,

      otras redes tejen detrás de las paredes de tela.

      Y lo sabían todos,

      todos lo sabían y allí mezclaron kilos de mierda en las palabras de su

      conversación

      y a ti te cayó la pestilencia. Y yo requinté, solté trampas.

      Pero todo se perdió en las diversas formas del murmullo.

      Y entonces había que variar cambiar de vida por ti y por mí,

      pero TU la televisión TU Natalie Wood TU Caterine Deneuve

      TU la Colmena de noche, el Mercado Mayorista, los camales.

      YO el Cuarto Tribunal, TU una familia de barrio pobre.

      YO una universidad de Lima.

      YO calle de Piura.

      TU tradicional partido político de derecha, la Radio Onda Popular de Perú

      YO edificio de 40 departamentos y 500 familias.

      YO estadio de 80 mil aficionados al box. YO clínica siquiátrica.

      TU libro de poemas surrealistas. Bienal de Brasil o de Venecia, Rayuela de

      Cortázar.

      YO miércoles de verano, jueves sábado de invierno. TU invasión armada.

      TU congreso de americanistas, una conversación en el Pentágono,

      YO fábrica de municiones, la lluvia en Santiago, la Plaza de la Revolución

      en Cuba el 26 de Julio. TU mi poema el Júbilo y también este poema.

      TU la exposición del 70 en Osaka. TU la vida de tu hermana.

      TU la cuarta explosión en el Pacífico, el cohete cantor de China. TU

      Machupicchu

      la violencia, el final del siglo, el Oráculo de Osiris, las revueltas en América.

      TU la vejez de la belleza TU las postrimerías de una época TU y eso también

      un enorme vacío, un hueco móvil y succionante ¡el espanto! ¡la demencia!

      Y aquí conmigo

      Y aquí conmigo tú me falta un brillo, tu quiero dejarlo todo,

      tu quiero encerrarme en la cabina de una discoteca, escuchar tú y tú varios

      discos

      después comprar el último larga duración de Juan Manuel Serrat. O mejor no

      Coger tres vestidos, dos pares de zapatos tu y dejar el trabajo, la academia

      y largarte y dejarlo todo, mi colchón, mi mesa, mis piernas, mis manos

      mis testículos y dejarlo todo, todo!

      ¡Pero tú pisas, bebes agua estancada! ¡Crías víboras

      y sapos! Tú amamantas perros! ¡Tú miedos, tú sobresaltos!

      Pero ¡NO TU! ¡TU NO!

      Tú no respondes por la mierda de bestia que perfora tus sentidos.

      Tú no respondes por la mierda de bestia que trepa la inteligencia, los días,

      la voluntad, los días y los días ciegos horribles demenciales y miedos, miedos!

      y vidas humanas en toneles, en botellas de vinagre vidas

      vidas humanas en acuarios. Y tu no respondes mi mariposa, mi nerviosa tu

      no respondes

      y yo me pongo en mis manos, en mis brazos yo me pongo en mis piernas

      me pongo

      en mis riñones para que todo o algo sea duradero y golpeo una puerta que

      tarda

      en abrirse, golpeo muchas puertas que tardan en abrirse

      y una telaraña te envuelve, envuelve, envuelve todo.

      Y tú no respondes ¡TU NO! ¡NO TU!

      Y sin embargo hubo que colocar entre tú y yo 748 kilómetros, y rápidamente

      luego

      colocar semanas, habitaciones y después de manera incontenible

      miles de libros de decoración y artesanía, proyectos de lo que será el hombre

      en el año 2000 entre tú y yo, revistas llenas de fotos de Apolo XI,

      el movimiento Hora Zero, los discursos de Velasco, el Diario del CHE,

      y ciudades enteras; Trujillo, Huacho, Chimbote, Lima, todo el agua del río

      Santa, del río Moche, del río Virú entre tú y yo; y vidas de 30, de 40, de 50,

      de 60 años entre tú y yo y mundos llenos de sonidos, ideas,

      pensamientos y costos.

      Sobre todo costos

      y pensamientos.

      de Un par de vueltas por la realidad

      PRIMERA PARTE / XXV

       i

      LOS COMBATES INNUMERABLES

      54 Aguas que estoy bebiendo— déjenme pues pasar…

      sé quién eres— me ha dicho el siku—

      sé quien eres...

      y ya partí una roca dura para conocer

      mi propio corazón...

      aguas que estoy bebiendo— déjenme pues seguir:

      Si no recuerdo cada una de las guerras

      es porque son innumerables... —

      y ese mar rompe mis caminos...

      pero aún reteniendo los susurros

      no