22Y partidos de Cades los hijos de Israel, toda aquella congregación, vinieron al monte de Hor.
23Y Jehová habló á Moisés y Aarón en el monte de Hor, en los confines de la tierra de Edom, diciendo:
24Aarón será reunido á sus pueblos; pues no entrará en la tierra que yo di á los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes á mi mandamiento en las aguas de la rencilla.
25Toma á Aarón y á Eleazar su hijo, y hazlos subir al monte de Hor;
26Y haz desnudar á Aarón sus vestidos, y viste de ellos á Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido á sus pueblos, y allí morirá.
27Y Moisés hizo como Jehová le mandó: y subieron al monte de Hor á ojos de toda la congregación.
28Y Moisés hizo desnudar á Aarón de sus vestidos y vistiólos á Eleazar su hijo: y Aarón murió allí en la cumbre del monte: y Moisés y Eleazar descendieron del monte.
29Y viendo toda la congregación que Aarón era muerto, hiciéronle duelo por treinta días todas las familias de Israel.
Números Capítulo 21
1Y OYENDO el Cananeo, el rey de Arad, el cual habitaba al mediodía, que venía Israel por el camino de los centinelas, peleó con Israel, y tomó de él presa.
2Entonces Israel hizo voto á Jehová, y dijo: Si en efecto entregares á este pueblo en mi mano, yo destruiré sus ciudades.
3Y Jehová escuchó la voz de Israel, y entregó al Cananeo, y destruyólos á ellos y á sus ciudades; y llamó el nombre de aquel lugar Horma.
4Y partieron del monte de Hor, camino del mar Bermejo, para rodear la tierra de Edom; y abatióse el ánimo del pueblo por el camino.
5Y habló el pueblo contra Dios y Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que murAmós en este desierto? que ni hay pan, ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
6Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo: y murió mucho pueblo de Israel.
7Entonces el pueblo vino á Moisés, y dijeron: Pecado hemos por haber hablado contra Jehová, y contra ti: ruega á Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.
8Y Jehová dijo á Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre la bandera: y será que cualquiera que fuere mordido y mirare á ella, vivirá.
9Y Moisés hizo una serpiente de metal, y púsola sobre la bandera, y fué, que cuando alguna serpiente mordía á alguno, miraba á la serpiente de metal, y vivía.
10Y partieron los hijos de Israel, y asentaron campo en Oboth.
11Y partidos de Oboth, asentaron en Ije-abarim, en el desierto que está delante de Moab, al nacimiento del sol.
12Partidos de allí, asentaron en la arroyada de Zared.
13De allí movieron, y asentaron de la otra parte de Arnón, que está en el desierto, y que sale del término del Amorrheo; porque Arnón es término de Moab, entre Moab y el Amorrheo.
14Por tanto se dice en el libro de las batallas de Jehová: Lo que hizo en el mar Bermejo, Y en los arroyos de Arnón:
15Y á la corriente de los arroyos Que va á parar en Ar, Y descansa en el término de Moab.
16Y de allí vinieron á Beer: este es el pozo del cual Jehová dijo á Moisés: Junta al pueblo, y les daré agua.
17Entonces cantó Israel esta canción: Sube, oh pozo; á él cantad:
18Pozo, el cual cavaron los señores; Caváronlo los príncipes del pueblo, Y el legislador, con sus bordones.
19Y de Mathana á Nahaliel: y de Nahaliel á Bamoth:
20Y de Bamoth al valle que está en los campos de Moab, y á la cumbre de Pisga, que mira á Jesimón.
21Y envió Israel embajadores á Sehón, rey de los Amorrheos, diciendo:
22Pasaré por tu tierra: no nos apartaremos por los labrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos: por el camino real iremos, hasta que pasemos tu término.
23Mas Sehón no dejó pasar á Israel por su término: antes juntó Sehón todo su pueblo, y salió contra Israel en el desierto: y vino á Jahaz, y peleó contra Israel.
24E hirióle Israel á filo de espada, y tomó su tierra desde Arnón hasta Jaboc, hasta los hijos de Ammón: porque el término de los hijos de Ammón era fuerte.
25Y tomó Israel todas estas ciudades: y habitó Israel en todas las ciudades del Amorrheo, en Hesbón y en todas sus aldeas.
26Porque Hesbón era la ciudad de Sehón, rey de los Amorrheos; el cual había tenido guerra antes con el rey de Moab, y tomado de su poder toda su tierra hasta Arnón.
27Por tanto, dicen los proverbistas: Venid á Hesbón, Edifíquese y repárese la ciudad de Sehón:
28Que fuego salió de Hesbón, Y llama de la ciudad de Sehón, Y consumió á Ar de Moab, A los señores de los altos de Arnón.
29Ay de ti, Moab Perecido has, pueblo de Chêmos: Puso sus hijos en huída, Y sus hijas en cautividad, Por Sehón rey de los Amorrheos.
30Mas devastAmós el reino de ellos; pereció Hesbón hasta Dibón, Y destruimos hasta Nopha y Medeba.
31Así habitó Israel en la tierra del Amorrheo.
32Y envió Moisés á reconocer á Jazer; y tomaron sus aldeas, y echaron al Amorrheo que estaba allí.
33Y volvieron, y subieron camino de Basán, y salió contra ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei.
34Entonces Jehová dijo á Moisés: No le tengas miedo, que en tu mano lo he dado, á el y á todo su pueblo, y á su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón, rey de los Amorrheos, que habitaba en Hesbón.
35E hirieron á él, y á sus hijos, y á toda su gente, sin que le quedara uno, y poseyeron su tierra.
Números Capítulo 22
1Y MOVIERON los hijos de Israel, y asentaron en los campos de Moab, de esta parte del Jordán de Jericó.
2Y vió Balac, hijo de Zippor, todo lo que Israel había hecho al Amorrheo.
3Y Moab temió mucho á causa del pueblo que era mucho; y angustióse Moab á causa de los hijos de Israel.
4Y dijo Moab á los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac, hijo de Zippor, era entonces rey de Moab.
5Por tanto envió mensajeros á Balaam hijo de Beor, á Pethor, que está junto al río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la haz de la tierra, y habita delante de mí:
6Ven pues ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo: quizá podré yo herirlo, y echarlo de la tierra: que yo sé que el que tú bendijeres, será bendito, y el que tú maldijeres, será maldito.
7Y fueron los ancianos de Moab, y los ancianos de Madián, con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron á Balaam, y le dijeron las palabras de Balac.
8Y él les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os referiré las palabras, como Jehová me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam.
9Y vino Dios á Balaam, y díjole: ¿Qué varones