Ramon Diez Galan
© Ramon Diez Galan, 2018
ISBN 978-5-4493-3885-3
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Personajes
Roberto Sánchez: Inspector de la policía de Alicante.
Manuel Ramos: Veterano capitán de la policía
Miguel Fernández «Mimi»: estrella de la televisión
Natasha Petrova: novia del «Mimi»
Andrei Antonescu: dueño de la discoteca Mermelada
Daniel: primo del «Mimi»
Cristina: secretaria de la comisaría de policía
El Culebra: joven ladrón conocido en toda la ciudad
Vasili Zaitsev: Portero de Mermelada y ex novio de Natasha
Quique García: Presentador de un programa de televisión
Javier: Joven y ambicioso policía
Manuel Fernández y Victoria Otero: Padres del «Mimi»
Agente Ramírez: Policía de Alicante
Max: Portero de Mermelada con un tatuaje en la cara
00:01
Casa de Roberto, centro de Alicante
Es una noche calurosa de octubre, Roberto todavía no está acostumbrado al clima mediterráneo, da vueltas en su cama y no puede cerrar los ojos a pesar de que ha tomado tres pastillas que el médico le ha dado para dormir bien. Esta semana ha dormido menos de 4 horas cada día, el trabajo en la policía es muy estresante y sus vecinos son unos estudiantes que hacen fiestas casi todos los días. Finalmente un poco de silencio, Roberto cierra los ojos y duerme como un bebé.
00:12
¡Ring! ¡Ring! Suena el teléfono.
– Sí, soy el agente Roberto Sánchez… ¿Un secuestro1? ¿El de la televisión? Salgo ya, tardo 20 minutos.
Dos cosas están claras si trabajas como inspector de policía en una ciudad como Alicante, no vas a tener casi amigos y vas a dormir muy poco. Roberto recuerda las noches frías de Pamplona, su ciudad natal. Ahora por motivos de trabajo vive en el sur de España, donde espera convertirse en el policía que siempre ha querido ser.
Cambia su pijama por unos pantalones vaqueros y una camiseta de manga corta que ya ha utilizado tres días seguidos. Comprueba la batería que tiene su teléfono móvil, 37%, no es suficiente para todo el día pero no tiene tiempo de cargarlo. Se lava la cara rápidamente y sale a la calle.
00:28
Casa de Miguel Fernández, el cabo de Alicante
– Llegas pronto inspector Sánchez, como siempre. – El capitán de la policía Manuel Ramos se despide del taxista que le ha llevado y saluda a su compañero con un fuerte apretón de manos.
A Roberto no le gusta nada su capitán, es un hombre que siempre piensa que sabe todo lo que hay que hacer y no escucha a otras personas. Ha hecho las cosas mal muchas veces en su vida pero nunca ha pedido perdón a nadie. El capitán tiene más de sesenta años y piensa que el mundo no ha cambiado nada desde el año 1990, no sabe nada de internet y todavía utiliza un viejo Nokia más duro que una piedra. Es un policía de los que ya no se pueden ver por las calles, una auténtica pieza de museo. Manuel es un hombre bajo y un poco gordo que no cuida mucho su imagen, al parecer desde hace unos años su mujer ha dejado de comprarle la ropa, por lo que su vestuario del día a día varía entre cuatro camisas viejas.
– Buenas noches capitán. ¿Qué ha pasado? – Pregunta Roberto con cara de necesitar dormir 20 horas más.
– Como ya te he dicho por teléfono, han secuestrado al «Mimi», ese cantante que vuelve locas a todas las chicas con sus tontas canciones de amor Vamos a hablar con su novia a ver que nos dice, ella es quien ha llamado a la comisaría.
Los dos policías entran en la villa de Miguel Fernández, el «Mimi», Roberto no puede parar de mirar todas las obras de arte que hay en la casa y piensa: ¿Cómo puede ser tan rico un hombre que no ha terminado ni la escuela secundaria? a Roberto tampoco le gustan los famosos de los reality show como el «Mimi», piensa que son como un coche muy bonito por fuera pero vacío por dentro.
Una preciosa chica baja por las escaleras, sin duda alguna su cuerpo cumple los estándares para ser modelo de pasarela2, es rubia, delgada y alta. Está maquillada como para ir a una fiesta pero no parece tener intención de salir de casa.
– Buenas noches agentes, soy Natasha, gracias por venir tan rápido. Podemos hablar en la cocina. ¿Queréis algo de beber?
– Un café, por favor. – Pide Manuel.
– Dos. – Añade Roberto.
El acento de Natasha es ruso, polaco, ucraniano o tal vez checo. Parece una chica preocupada por su imagen, no habla muy bien español y alarga las palabras con un acento sensual. Roberto cree que la conoce de haberla visto en la televisión, está casi seguro que esta chica ha estado en uno de estos programas tontos del corazón que ponen en la tele después de comer.
Con los cafés en la mesa Natasha empieza a hablar:
– Necesito vuestra ayuda, unos mafiosos han secuestrado a mi novio Miguel, tenemos que encontrarlo rápido, mañana a las 00:00 le van a matar.
– Tranquila, cuéntanos. ¿Qué ha pasado exactamente? – Roberto pregunta al mismo tiempo que pone azúcar en su café.
Natasha, con lágrimas3 en los ojos, contesta.
– Esta noche hemos salido a cenar a un restaurante en la playa de San Juan, yo he tomado lasaña y Miguel ternera. Hemos vuelto a casa en taxi sobre las 00:00, yo he entrado a casa y, en ese momento, unos mafiosos con máscaras han salido de un coche negro y han metido a Miguel en el maletero, sólo han dejado esto:
El capitán y Roberto inspeccionan el papel.
– Vamos a comprobar en la comisaría si hay huellas de los secuestradores. – Comenta Manuel mientras guarda el trozo de papel en una bolsita de plástico. – ¿Sabes si el «Mimi» tiene algún enemigo? ¿Problemas económicos?
Natasha coge un pequeño espejo de la mesa, comprueba el maquillaje de sus ojos y contesta.
– ¿Problemas económicos? ¿No ves la casa? ¡Claro que no tenemos problemas con el dinero! Y enemigos… Hmmm… En el puerto hay una discoteca que se llama «Mermelada», Miguel ha trabajado allí muchos años pero últimamente ha tenido problemas con el dueño, ¡seguro que ha sido él! – Tras terminar la frase, la chica vuelve a llorar intensamente.
– Tranquila, voy a ir a la discoteca y voy a investigar. ¿Cómo se llama el dueño? – Roberto saca una libreta para escribir todos los detalles.
Natasha responde enfadada.
– Andrei Antonescu, es rumano, seguro que quiere dinero y por eso ha secuestrado a mi «Mimi», sabe que vamos a casarnos el próximo mes. Andrei es una rata que sólo piensa en ganar dinero. ¡No le importan las personas! ¡Tenéis que detenerle!
Roberto trata de calmar a Natasha y continúa con sus preguntas:
– ¿Has notado algo extraño en Miguel últimamente?
– Hmmm… Ha ido a depilarse las piernas y las cejas dos veces en un mes, se ha dejado barba y ha cambiado de entrenador en el gimnasio.
Roberto