Esto de asar46 en barbacoa esta carne es vna costumbre casi general en las Indias entre algunos yndios, los quales jamas acostumbran a salar carne ni pescado, avnque tengan bundancia de sal, mas haziendo vnas barbacoas que no sean muy altas del suelo, que son vnas estacas hincadas en tierra, del altor que les pareçe, encima de las quales hazen vn cañizo algo rralo de varas que llaman barbacoa, y alli ponen la carne a asar y mucha candela debaxo, hasta que se consume todo el xugo y vmor y queda del todo seca: y con esto se entretiene mucho tiempo la carne, avnque sea de puerco, y el pescado y todas otras cosas que despues de muertas se pueden corronper y dañar; y a falta de sal, los españoles, en las jornadas y nuevas poblazones se aprovechan deste vso de los naturales, y asi lo hizieron estos de quien al presente vamos hablando; que muerto su yndio y hecho sacrifiçio del a su dios el vientre, lo asaron en barbacoa por sus puestas47, y luego alli comieron el asadura, pies y manos, y el menudo, con tanta alegria como si fuera de otro animal de los acostumbrados a comer entre cristianos.
Y rrecelandose que los yndios que se escaparon de sus manos no conbocasen gente y viniesen sobre ellos, acordaron de yrse de donde estaban, y asi començaron a caminar rribera arriba de aquel rrio todos ellos, eceto vno llamado Françisco Martin, que por tener vna llaga en vna pierna muy enconosa no pudo caminar y le fue forçoso quedarse alli; y los demas, prosiguiendo su desesperado camino el rrio arriba, padeçieron como todos los otros avian hecho y acabaron sus vidas con bien largas y penosas muertes. Y porque en lo deste capitulo me queda y en el siguiente, he de deçir el subçeso deste Françisco Martin, que por la enfermedad de su pierna no pudo seguir a sus compañeros en la muerte como los abia seguido en la bida, dire lo que este honbre hizo, antes de llegar a este rrio.
Andaban sus compañeros y el tan acosados de la hanbre que se podia bien dezir por ellos que rrabiaban de hanbre. Cupole a vn yndio que les abia que dado la suerte del sacrifiçio, y asi lo sacrificaron y mataron, dandole por sus propias manos la muerte, porque fuese mas açeto. Estando haziendo puestas o pedaços el cuerpo muerto, para dar a cada vno su parte, quitaron el mienbro genital, como cosa mas ynmunda, y echaronlo a mal, lo qual, como biese este Françisco Martin arremetio a el y alçandolo del suelo, sin esperar a ponello en el fuego se lo comio asi crudo, como se abia quitado del cuerpo; que fue cosa por çierto, no de honbre sino de mas que bruto y carniçero animal; y por esto no quento la diligencia que todos ponian en que no se perdiese cosa ninguna de lo que en vn cuerpo humano ay. La sangre no era menester llegalla al fuego, porque en abriendo el muerto, con las manos la sacaban y se la bebian, y avn como suelen deçir, se quedaban lambiendo las manos; y por no ser molesto no quiero pasar adelante con estos abominables enxemplos de crueldad.
Este honbre llamado Françisco Martin, permitiendolo Dios, para questos castigos fuesen notorios, vino a escapar con la vida y a bolver a poder y conpañia despañoles de la manera que por el discurso desta Istoria se vera; mas para llegar a este tiempo paso muchos trances que tanbien ire declarando. Viendose el triste solo en aquella playa o rribera donde sus conpañeros lo abian dexado, acordo echarse el rrio abaxo, pareçiendole que pues por alli nabegaban canoas, que no dexaria de aber algunas poblazones donde, o le conservarian la bida o con mas brevedad lo despenarian. Sabia nadar, y ayudandose de vn madero o palo grueso que alli hallo, se hecho por el rrio abaxo, y giandolo sus hados fue a dar a vna poblazon de yndios que en la rribera deste rrio estaba, gente de buena dixistion o condiçion, los quales como lo biesen, admirados de ver vn honbre barbado y tan blanco, cosa que ellos nunca abian hasta entonces visto, lo tomaron y lo llevaron al caçique y señor de aquella prouinçia, el qual, con la misma admiraçion que sus vasallos, lo mando recojer y tener en su casa por cosa de grandeza, sin hazer ningun mal ni consentir que se le hiziese por ninguno de sus subditos.
CAPITULO DIEZ
Como prosiguiendo Miçer Ambrosio su jornada, paso por el rrio del Oro y provincia de Guane, y fue a salir a los paramos y tierras donde agora esta poblada la ciudad de Panplona.
En tanto questas cosas subçedieron al capitan Gascuña y a su gente, el gobernador Miçer Ambrosio, despues de haberse entretenido algunos dias en aquella provinçia de Tamalameque, porque el socorro que de Coro le viniese y Gascuña le truxese, con más façilidad lo alcançase, prosiguieron su viaje y descubrimiento por lo baxo de la cordillera ó sierra48 que confina con las rriberas del rrio grande, avnque algo apartado del; porque se debe notar que por desta parte del rrio grande por do Miçer Anbrosio caminava sienpre ay tierra llana entre el rrio y la sierra que va casi subçesive hasta sus nacimientos, y esta serrania que va sienpre á bista deste rrio grande, toda es rramos y gajes que quiebran de la cordillera que desde Chile viene entera çiñendo y rrodeando casi toda esta parte de Tierra Firme, donde está poblado el Piru y Chile, los Charcas, Quito y Nuebo Rreyno, y la gobernaçion de Venençuela, y otras gobernaçiones y provinçias, lo cual parece ques diviso de la tierra de la Nueba España y Florida y esotros Rreynos que de aquella parte están. Por la mucha angostura y estrechura que entre estas provinçias hace la tierra, desde el Nombre de Dios, poblado en la mar del Norte, a Panama, poblado en la mar del Sur, que de vn pueblo á otro, o del vn mar al otro ay deziocho leguas, antes menos que mas, y esta estrechura que aquí haze la tierra parece que divide estos dos grandes Rreynos y provinçias, la vna de la otra, no embargante que toda es Tierra Firme y que de Nueba España se pude yr a Piru y a Chile por tierra y andar toda la rredondez de aquesta quarta parte del mundo, desde la tierra que dizen del Labrador, que cae bien debaxo del Norte, hasta el estrecho de Magallanes, que por el contrario esta ó cae casi debaxo del Sur, que casi pareçe questas dos provinçias estan frontera la vna de la otra metiendose el Oçeano mar en medio, que haze hazer a la tierra vn ancon al Ocidente, cuyo rremate es el estrecho que he dicho, donde esta poblado el Nombre de Dios y Panama.
Siguiendo Micer Ambrosio aquesta serrania, sin dexar el rrio grande que llevaba a la mano derecha, camino algunos dias con buena esperança asi de lo que adelante esperaba hallar como del socorro y a ayuda que con el capitan Gascuña le abia de venir, y pasado algun intervalo de tienpo y viendo la tardança del socorro, y que la tierra por donde yva era muy enferma a cavsa de las ynundaçiones que el rrio grande por alli hazia, con que se crian muchas sabandijas y mosquitos de todas suertes, que les era a ellos plaga y muy pesada carga, aviendolos de sufrir por fuerça, con cuyas picaduras se cavsaban llagas e hinchazones en las piernas a los soldados y en las manos y en otras partes de sus cuerpos, determino y acordo Miçer Anbrosio meterse en las sierras, porque generalmente toda tierra alta en las Indias es mas sana que la baxa, y a esta sazon estaba en el paraje de las provinçias donde agora esta poblada Panplona; y poniendo en efecto sus desinios y determinaçion començo a marchar con el campo y gente que hasta aqui le abia quedado, por tierras muy asperas y faltas de comida, con que se les acreçento o doblo el trabaxo a los españoles, y quedandose algunos que con la flaqueça y falta de fuerças no podian subir la aspereça de las sierras por los arcabucos y montañas, eran muertos de tigres y otros animales que por estas tierras se crian, fue a salir Miçer Anbrosio a donde agora dizen el rrio del Oro, que avnque esta çerca de la çivdad de Panplona es termino de la çivdad de Velez, en cuyos vecinos estan encomendados los naturales del, de quien trataremos mas particularmente a su tiempo.
Llegado aqui Miçer Ambrosio, traya su gente tan fatigada de hambre que casi no podian caminar ni en aquella parte del rrio donde abian llegado y estaban no abia poblaciones ningunas de yndios de do pudieran aber algun rrecurso de comida; y porque caminando de aquella suerte era acrecentar los trabajos a los soldados y ponerse en abentura de perderse todos, como subçedio a los de Gascuña. Hallose cerca de vna çienaga o lago pequeño que en aquella parte estaba, en el qual se criaban mucha cantidad de caracoles, que fue vn particular rremedio para tolerar algo su hambre, de que se sustentaron muchos días, porque proveyo Dios que fuesen en tanta abundancia que bastasen alimentar toda la conpañia. Y de alli evbio vn cavdillo llamado Esteban Martin con sesenta hombres de los más sanos y en mejor dispusiçion para caminar, a que fuesen a descubrir algunas poblazones, porque alli donde estaban abian hallado algunos rrastros y bestigios de naturales que les abia dado esperança de hallallos çerca de alli: y avn les abian puesto a todos animo con la esperança que tenian para mejor caminar y seguir su descubrimiento.
Partiose Esteban Martin,