De ahí la importancia de esta tesis que, como señala el mismo autor, apunta a demostrar que el “Bosque Centenario de la Independencia de Antioquia fue construido respondiendo a una serie de discursos, prácticas y representaciones puestas en circulación por la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín (SMP); estas gestiones lograron que este sector se convirtiera en el área de parques más importantes de la ciudad”. Establecer las condiciones y causalidades que le dieron origen, la manera de concebir los espacios urbanos desde la óptica de la clase dirigente, el papel que cumplieron estos espacios en la determinación no solo de la estructura urbana, sino de las prácticas de socialidad y de la integración o exclusión de los grupos sociales, es de suma importancia para entender no solo lo que ocurrió en su momento, sino cómo esto se proyecta o no al presente, pues no se trata de una mirada nostálgica. La pregunta por el paisaje cultural configurado en la ciudad de Medellín es de una relevancia cada vez más urgente, significativa y de suma utilidad para el futuro de la ciudad. Tal vez con lo desarrollado por el autor no se alcanzan a dilucidar todos los interrogantes, pero comienzan a establecerse hipótesis y plantear explicaciones de suma pertinencia, a partir de la historia cultural, en la cual tienen un papel relevante las representaciones visuales. Una tesis importante que se suma a otros esfuerzos como los trabajos alrededor del árbol urbano, que van marcando la senda para entender ese complejo paisaje cultural urbano de Medellín tan elusivo, fragmentado, multitemporal y complejo.
El creciente interés de la comunidad internacional por el importante proceso de transformación de Medellín en las últimas dos décadas, el llamado “el caso Medellín”, en particular durante las administraciones de los alcaldes Sergio Fajardo (2004-2007) y Alonso Salazar (2008-2011), ha convertido a la ciudad en punto de referencia para expertos en muchas áreas alrededor del mundo.
El programa político “Medellín la más educada, compromiso de toda la ciudadanía” plantea el “urbanismo social” como método y al Proyecto Urbano Integral (PUI) como herramienta para incorporar todos los elementos del desarrollo de forma planeada y simultánea en un territorio definido, para trabajar con la activa participación de la comunidad y localizar la inversión que debe hacerse en los barrios de origen marginal y que tienen problemas profundos de desigualdad y violencia, como las comunas en la zona nororiental, la Comuna 13, el sector de Moravia, entre otros.
Uno de los proyectos más importantes realizados en este periodo es el Nuevo Norte, localizado en Moravia. Esta área de la ciudad se considera estratégica para el “urbanismo social” pues a lo largo de su historia este sector ha sido una especie de “muro invisible” que separa los barrios populares (con bajos índices de desarrollo humano y altos niveles de violencia) del sector en donde se encuentran la Universidad de Antioquia, el Parque de los Deseos y el Planetario, construidos a lo largo del siglo XIX. Además, en este mismo lugar y encerrados entre muros, están el Jardín Botánico (antiguamente casa de baños El Edén y después Bosque Centenario de la Independencia de Antioquia –BCIA–) y el Parque Norte, todos ellos conectados con La Alpujarra (centro histórico y moderno) por la calle Carabobo, una de las vías más antiguas de entrada y salida de la ciudad.
El Nuevo Norte busca, en su proceso de renovación urbana, derrumbar este “muro invisible” entre los barrios populares de la ladera nororiental y el sector norte del centro de la ciudad, donde están ubicados los equipamientos y parques metropolitanos mencionados. Para ello, el proyecto construyó el Paseo Urbano Carabobo, que integra en el espacio público al peatón y el automóvil a lo largo de cuatro kilómetros y conecta el centro histórico de la ciudad –La Alpujarra– con los parques y equipamientos del norte y el sector de Moravia; recuperó el espacio público y los equipamientos del Jardín Botánico y el Parque Norte (parque de diversiones); construyó el nuevo Parque Explora, el nuevo edificio de extensión de la Universidad de Antioquia y el edificio de Ruta N; y realizó varias intervenciones en el sector de Moravia, tales como el centro cultural diseñado por Rogelio Salmona, un jardín infantil, el parque lineal de la quebrada La Bermejala, la recuperación de la cancha de fútbol, la recuperación ambiental del antiguo cerro de basuras, la reubicación de personas en nuevos edificios de vivienda cerca de Moravia y la Casa Museo Pedro Nel Gómez.
Identificar el Nuevo Norte como un sector en el que se consolidaron los espacios públicos más importantes de la ciudad, empezando por el BCIA –el primer parque público urbano de la ciudad–, permite preguntarnos si las transformaciones urbanas recientes están directamente ligadas a un conjunto de preexistencias y, de ser así, afirmar que estas no ocurrieron sobre un papel en blanco ni sobre un territorio urbano no calificado desde el punto de vista de su uso público y de sus valencias estéticas.
Por esto, para entender las transformaciones recientes y el lugar en el que ocurrieron dentro de la ciudad, debe recordarse el mapa de Medellín en el que ya existían áreas particulares históricamente construidas como espacios públicos emblemáticos.
Es importante, entonces, dar cuenta de los procesos, tanto de construcción de uno de esos sitios, el Nuevo Norte, vinculado con recientes proyectos como el Parque Explora y el Orquideorama del Jardín Botánico, como de los que contribuyeron a otorgarle el peso simbólico que permitiría luego identificarlo como uno de los sitios clave en la serie de intervenciones urbanas que renovaron la imagen de Medellín en la primera década del presente siglo.
El proceso de construcción del paisaje del Nuevo Norte
A lo largo de esta búsqueda podrá demostrarse cómo el BCIA fue construido respondiendo a una serie de discursos, prácticas y representaciones puestas en circulación por la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín (SMP); estas gestiones lograron que este sector se convirtiera en el área de parques más importante de la ciudad.
Las representaciones visuales de las que fue objeto este parque, en particular las fotográficas, servirían para demostrar la importancia del papel que desempeñan las imágenes en la forma de mirar y acercarse a la naturaleza y cómo contribuyen estas en la conformación del imaginario colectivo sobre Medellín y sus paisajes más representativos.
Igualmente, el contexto en el que los actores clave articularon sus discursos y sus prácticas, es fundamental para la comprensión del surgimiento del BCIA.
A pesar de que “el caso de Medellín” ha sido objeto de varias publicaciones, y a pesar de que el Nuevo Norte es el ejemplo más potente de la transformación de la ciudad en los últimos años, sorprende que no se haya abordado aún como temática central, ni se mencionen los valores históricos de este sector de la ciudad. Es evidente, por tanto, la necesidad de una investigación al respecto, teniendo como caso de estudio el primer proyecto que se plantea en la historia de este sector con un uso de parque, el BCIA, a partir del cual se ha consolidado el carácter público de este lugar desde finales del siglo XIX hasta el día de hoy.
Historia cultural, paisaje y el Bosque Centenario de la Independencia de Antioquia
El enfoque de esta investigación es “culturalista”, parte de una concepción de paisaje centrada en su carácter de representación, construida social e históricamente, en donde las imágenes –algunas muy representativas– desempeñan un papel fundamental. Para lograr lo anterior, y con el fin de tener una visión integral de este sector de la ciudad, se omitirá la historia de la disciplina arquitectónica, urbana o paisajística, que generalmente se ciñe a los proyectos y sus resultados, y centrará la mirada en el paisaje a partir de la historia cultural. De esta forma, podrá lograrse un estudio más amplio de las diferentes representaciones encontradas en los planes urbanos, la literatura, las postales, fotos, revistas, guías y álbumes.
Gracias a los fotógrafos, Medellín tiene su memoria registrada en imágenes desde 1849, allí se pueden apreciar las transformaciones de la ciudad, las representaciones culturales en la configuración del BCIA en el imaginario colectivo y las prácticas urbanas de los habitantes de Medellín entre 1913 y 1969. Estas fechas