Y QUE NO LOS DEJA DORMIR
ayúdame
jotamario
Bogotá, viernes 5 de febrero de 1964 (10:00 p. m.)
Mi querido J, poeta provinciano y barroco:
No sé si tú estarás en condiciones de venir a ser poeta capitalino. Yo en cambio sigo estando en condiciones de poder ayudarte a conseguir un buen puesto aquí. Lo difícil es lograr que te nombren sin conocerte. Pero no sé si estarás en condiciones de venir a quedarte algún tiempo, mientras se consigue el puesto.
Debiera, para corresponder a la gentileza de tu carta, escribirte como mereces. Sin embargo esta será apenas una apresurada nota comercial. Ya casi no queda tiempo para las filigranas.
No sé si ya ocuparías tu galería de arte, y si esta ocupación (o desocupación) te rendirá en Cali algunos beneficios económicos. Tampoco recuerdo si en mi carta del año pasado te precisé de qué se trata el trabajo para el cual te he tenido de candidato. Por si acaso no lo hice tendré que ocuparme de ello en esta carta, para que puedas decidir. Se trata de lo siguiente:
Después de haber dirigido una editorial por algún tiempo (mi primer empleo en Bogotá el año pasado), entré a trabajar como redactor de una agencia de publicidad, en donde este cargo se denomina con una palabra compuesta inglesa. Pero en diciembre pasado me nombraron administrador, y el cargo que dejé está vacante todavía. Ese es el puesto que he tenido reservado para ti. Pero, como es natural, el gerente no puede nombrarte sin conocerte. Por eso sería importante que vinieras a Bogotá, ya que dicho cargo deberá ser ocupado el mes entrante más o menos.
Ser redactor de publicidad es un oficio muy bueno para un escritor. Pregúntale a Hernán Nicholls. Un redactor muy bueno y con práctica, gana en una agencia de primera de $3.000 a $4.000. Naturalmente tú, sin experiencia y sin cierto conocimiento de técnica publicitaria, que se adquiere fácilmente, podrías comenzar aquí con unos $1.500 aproximadamente. Pero luego tu remuneración aumentará. Lo que depende de ti.
Un redactor de publicidad tiene una oficina equipada para él solo y nadie lo molesta. Y todos los días llegan toneladas de periódicos y revistas de todo el país y del exterior, para leer. Con frecuencia se viaja por cuenta de la agencia con todas las comodidades y los lujos apetecibles. Y está siempre bien relacionado, bien tratado y en buena posición. Tienes además muchas posibilidades dentro de la agencia. Sería un puesto extraordinario para ti y hay, como te digo, muchas posibilidades de conseguirlo para marzo. Naturalmente, no puedo garantizártelo absolutamente, puesto que los nombramientos son privativos del gerente. Si resuelves a esta, la cosa no deja de tener su toque de aventura. Sin embargo yo me vine con unos pocos pesos a ver qué me pasaba, y me ha ido muy bien. Resuelve y avísame, bien sea para no esperarte, o para continuar preparándote el terreno. Como ves, no escribo yo tan lindo como tú, pero digo cosas más concretas y de mayor interés y resultado. Cali también es hermoso, pero tu inmortalidad está en Bogotá. Un abrazo de
Jaime
De Jotamario a Jaime en Bogotá
Querido Jaime:
Heme aquí nuevamente sobre las baldosas de esta ciudad. Con muchos cuadros para crucificar, con muchos proyectos, con muchos deseos de escribir. En realidad me siento un poco quedando respecto de lo que debería haber hecho. Pero apenas es hora de retomar el timón de mis actos. ¿Crees tú que la felicidad, la plena complacencia sexual elimine nuestra necesidad, nuestra pasión de escribir? Naturalmente que si la una es más poderosa que la otra. Pero entre nos, ¿es escribir para nosotros un deber, una misión ineludible? Te lo digo a ti porque recuerdo que un día escribiste unos párrafos sobre ello que me gustaron mucho, no sé dónde. De todas formas te mando un poema que acabo de terminar. Caminaré por esa ruta. Voy a ponerle unas gotas amargas a mi poesía de relumbrones y humor negro. No te olvides de enviarme para la edición del “aniversario de Dios”3 lo que habíamos convenido. Tal vez en forma de poema lo que tú pienses de la divinidad. O de oración si lo prefieres. Puede ser en pro o en contra. Ni Dios ni yo nos enojaremos. Los cuadros llegaron bien e inauguraré el dos de mayo porque esta semana van los cuadros ganadores del Concurso Croydon. Dame noticias de todo lo que pase con relación a nuestra vida. Definitivamente, ¿mi libro ha muerto en el tranvía ovárico? Escríbeme, escríbeme mi buen Maldoror.
Jotamario
Bogotá, lunes 10 de mayo de 1965 (9:30 p. m.).
Mi querido J:
Un poco demorado para referirme a tu carta de abril 21 porque he tenido algunos problemas y trabajo en demasía. Pero lo hago hoy con tanto gusto en espera de que me sabrás disculpar.
Te voy a molestar para que me hagas el favor de entregar alguna correspondencia a Ramiro Jaramillo. Guárdale las cartas, que él te reclamará. Y mil gracias por el servicio.
No te envío los párrafos sobre “el aniversario de Dios” porque no he tenido tiempo. Apenas ahora retomo mis actividades, luego de un mes de suspenso. En mi nuevo apartamento estoy trabajando como un monstruo. Dime hasta cuándo tengo plazo de hacerte llegar esas páginas, y cuéntame cómo será la edición. Mi nueva residencia, para cuando vengas a Bogotá, es la siguiente: carrera 1b # 15-09, es un departamento de dos habitaciones (alcoba y estudio) con ventanas y puertas a la calle, completamente independiente. Queda muy central, y al mismo tiempo cerca de los cerros y de un lindo bosque.
Aquí está en todo su furor la polémica sobre el premio de novela. Me extraña que ustedes los de Cali no hayan secundado una protesta tan justificada, pues defender nuestro derecho a escribir es defender nuestra vida. En fin, no se debiliten, protesten todos los días, el Cid está en su Tizona.
Muy agradable y simpática la crónica de Elmo sobre su paso por Praga. Amena y humorística, dominical y confitada. Le mando unas sonrientes felicitaciones.
El Monstruo de los Mangones4 fue devuelto por tres imprentas, que no se atreven a enfrentarse con la ley, la policía, el clero. De modo que, al menos por ahora ha quedado aplazado.
Escríbeme cuando tengas tiempo y cuéntame.
Escribir, te respondo, no es un deber ni una misión ineludible, tú sabes que es un vicio y una falta de plata y de otra cosa qué hacer. Si no es esto es una enfermedad o cualquier cosa mala. Por eso digo que es una monstruosidad, una deformación, algo así. Un ruido en las orejas.
Cordiales saludos de
Jaime
De Jotamario a Jaime en Bogotá
X-504 o amigo mío:
Acabo de regresar de Pereira y de afeitarme la barba de años. Anduve con Eduardo y me convencí para siempre de que es un poeta extraordinario, un ser extraordinario. Al abrir mi apartado que era tuyo