Jotamario
De Jaime a Jotamario en Bogotá
Querido Joyce:
No te escribimos antes porque nos dijeron que estabas en Medellín, pero ahora sabemos que estás de nuevo en Bogotá. No lo supimos antes porque ahora no salimos de la casa, no vemos a los nadaístas, y no hablamos sino con Shakespeare.
Hoy, a la una de la tarde y ocho minutos, pensamos que a ti te hace falta un sombrero de terciopelo para las noches de luna. Cómpralo. Te lo rogamos.
Te hemos estado leyendo en Esquirla todos los domingos y te hemos consagrado nuestro recuerdo cotidiano, de modo que no tienes por qué quejarte, a no ser por falta de dinero.
Como te habrán informado los otros amigos, aquí no sucede nada extraordinario fuera de nuestros poemas. Ahora estamos escribiendo mucho para los hijos de los astronautas. Nuestros contemporáneos no han nacido todavía. Somos unos milagrosos poetas. Nos reímos desbordadamente de nuestras fechorías literarias.
Cuando nos escribas danos informes (serios y verídicos) acerca tuyo, con todos sus detalles, y detalles sobre todo lo demás que tú creas conveniente. Así sobre los muchachos escritores del nadaísmo, como sobre los medios culturales de Bogotá.
Y mientras tenemos el grato placer de recibir tus noticias te enviamos nuestro cordial saludo,
X-504, X-505, X-506, X-507, X-508, X-509, X-510
De Jaime a Jotamario en Bogotá
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na carta, sino apenas una boleta.
El Monje vino anoche de Tumaco, cuenta muchas cosas, entre ellas la historia de un culicagado de 8 años a quien quedó de llevarle cuando vuelva unos purgantes y un cepillo de dientes… parece que se separó definitivamente de Emérita. Piensa quedarse aquí, pues dice que no le gusta Bogotá. Le he insinuado que le ayude a Alfredo en Esquirla, ya que a él le queda muy duro hacer solo todo el trabajo. Esquirla ha salido mal corregida, mal armada y mal seleccionado el material. Tienes que hacer algo para mejorarla o.
Como tú quedaste con algunos libros de Diegoleón y él me los está reclamando, te pido el favor de enviarme una carta dirigida a tu casa para yo ir con ella por ellos y que me los entreguen. Tú sabes cuáles son para que los enumeres en la carta.
Leandro (Velasco) está pintando cuadros bellísimos, por fin se resolvió a coger el color. Lo hace maravillosamente. Creo ver en él influencia de los insectos de Lucy Tejada, en cuanto al colorido, las pinceladas y espatulazos, la distribución del color, las puntas irisadas, los finos trazos multicromos, me regaló un cuadro fantástico. El 9 de este mes inaugura exposición en Medellín.
José Antonio Moreno escribe para decir que está de subdirector del Diario del Caribe, que dirige Álvaro Cepeda Samudio (“Casagrande”), y pone a disposición del nadaísmo la página literaria. También dice que Ugo Barti espera tu colaboración para Guiones.1 Te sobra, pues, dónde escribir.
De mí sólo te diré que continúo escribiendo como siempre. Creo que alguna cuerda se me ha roto por dentro y la poesía sale a chorros. Tengo la cabeza tan llena de versos que cuando la muevo para saludar suena como un cascabel.
Con este calor imposible escribirte en forma. Por mis venas circula semen a cuarenta grados en las calles de la ciudad. Las tetas de las niñas no resisten más excitación y estallan como bombas caseras. Y uno no puede salir a las calles porque la exhibición sexual es tan alarmante que esto parece el fin del mundo. Las reses en el matadero piden permiso para echar el último polvito antes de recibir la puñalada. Y los novillos y los matarifes cohabitan unos con otros antes de las cuatro a. m. Después la sangre, vertida en grandes odres, lava todos los pecados.
Los poemas de la envidia (48 poemas) fue enviado a Bogotá para su posible publicación. O, en todo caso,
Muy apreciado J:
He decidido no guardar más rencor contigo. En realidad mi disgusto de hace dos años no se basaba en nada tan importante que hoy no pueda ser olvidado. Lo que me dolió entonces fue precisamente lo que consideré falta a nuestra