Otras ciudades italianas como Génova y Pisa también comenzaron a destacar, pero lo hicieron solo a partir del siglo XI y como consecuencia de sus victoriosas intervenciones militares contra la piratería musulmana. Genoveses y pisanos contribuyeron decisivamente a “reconquistar” Córcega y Cerdeña de manos musulmanas ya en 1015-1016, y años después sus naves tomaban parte en la acción sobre Mahdia, en tierras de la actual Tunicia, que en 1087 había bendecido el papa Víctor III. Desde luego, antes de la primera cruzada Génova ya poseía colonias permanentes en Constantinopla, Antioquía y Jerusalén.
Cabe decir, a modo de conclusión, que la implicación de las ciudades italianas en el Meditarráneo oriental con anterioridad a la primera cruzada fue tal que, como afirma J.R.S. Phillips, las hazañas de los caballeros occidentales en Tierra Santa no debieron ser interpretadas por los comerciantes italianos “como una bendición absoluta”.
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
Una visión sintética y muy clarificadora de la realidad islámica la encontramos en la didáctica obra general de Eduardo Manzano Moreno, Historia de las sociedades musulmanas en la Edad Media (Madrid, 1992). Para el Egipto fatimí, contamos con un análisis más detallado en el capítulo sobre el Egipto musulmán que T. Bianquis nos ofrece la Historia General de África, III. África entre los siglos VII y XI, dirigido por M. El Fasi e I. Hrbek (Madrid, 1992, pp. 200-213). Una visión general sobre la evolución del islam, bastante original en sus planteamientos, es la de M.A. Shaman, Historia del Islam, 2 (750-1055 d.J.C), Barcelona, 1980. Resulta igualmente útil la panorámica de M. Brett, “The Near East on the Eve of the Crusades”, en L. García-Guijarro (ed.), La Primera Cruzada, novecientos años después: el Concilio de Clermont y los orígenes del movimiento cruzado, Madrid, 1997, pp. 119-136. Buenos instrumentos son los diccionarios históricos que recogen muy diversos artículos sobre la realidad del islam; es el caso del de Dominique y Janine Sourdel, Dictionnaire historique de l’islam (París, 1996); una versión bastante más modesta pero muy útil de este tipo de herramienta es el Vocabulario de historia árabe e islámica de Felipe Maíllo Salgado (Madrid, 1996).
Para todo lo relativo a Bizancio y su evolución previa al acontecimiento cruzado insistimos en la utilización de la reciente síntesis de J.J. Norwich (Breve Historia de Bizancio, Madrid, 2000) que mencionábamos en el capítulo precedente, pero desde luego no conviene perder de vista las grandes referencias clásicas de A.A. Vasiliev (Historia del Imperio Bizantino, 2 vols., Barcelona, 1942) y de G. Ostrogorsky (Historia del Estado Bizantino, Madrid, 1983). Sobre el episodio de la abortada “protocruzada” constantinopolitana de Gregorio VII ya citamos en el capítulo precedente la completa monografía de H.E.J. Cowdrey, “Pope Gregory VII’s Crusading Plans of 1074”, en Outremer, ed. B.Z. Kedar, H.E. Mayer y R.C. Samail (1982), pp. 27-40. Conviene no perder de vista tampoco la consulta directa de la más fascinante fuente de conocimiento para la historia del emperador Alejo I y los momentos cruciales previos y contemporáneos a la primera cruzada, la crónica de su propia hija Ana Comneno (La Alexiada, ed. E. Díaz Rolando, Universidad de Sevilla, 1989). Resulta también interesante la visión de conjunto que nos ofrece Javier Faci en su estudio monográfico sobre “El Imperio Bizantino y la Primera Cruzada”, en García-Guijarro (ed.), La Primera Cruzada, ob. cit., pp. 109-118. Igualmente útil es la de S. Runciman, “Byzantium and the Crusades”, en V.P. Goss y Ch.V. Bornstein (eds.), The Meeting of two Worlds: Cultural Exchange between East and West during the Period of the Crusades, Kalamazoo, 1986, pp. 15-22.
El tema de la compleja realidad de la cristiandad oriental y su mosaico de iglesias particulares puede consultarse en A. Ducellier, Chrétiens d’Orient et Islam au Moyen Age, viie-xve siècle, París, 1996; también puede resultar pertinente la consulta de la obra de A-M. Eddé, F. Micheau y Ch. PICARD, Communautés chrétiennes en pays d’islam du début du viie siècle au milieu du xie siécle, Sedes, 1997, y la de J. Nadal Cañellas, Las Iglesias apostólicas de Oriente. Historia y características, Madrid, 2000. En relación con la actitud que las autoridades musulmanas adoptaron ante las diversas Iglesias son también interesantes los puntos de vista de Claude Cahen, Oriente y Occidente en tiempos de las Cruzadas, México, 2001.
Junto a la obra de Cahen que acabamos de mencionar, la valoración de la presencia del Occidente latino en el Próximo Oriente islámico se aborda detalladamente en algunos de sus aspectos en el libro de H. Bresc, P. Guichard y R. Mantran, Europa y el Islam en la Edad Media, Barcelona, 2001. Conviene también hojear un clásico como S. Runciman, que en el tomo I de su Historia de las Cruzadas trata no pocos extremos relativos a este tema. Asimismo, resulta interesante la visión de conjunto que ofrece J.R.S. Phillips en La expansión medieval de Europa (México, 1994).
Ojo siluetar el león alado
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.