El beso de la finitud. Oscar Sanchez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Oscar Sanchez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Философия
Год издания: 0
isbn: 9788409379439
Скачать книгу
Los niños jugaban al balón, las niñas a la comba, el tonto del pueblo andaba suelto por el barrio, el vecino de la mala uva nunca llamaba a la policía, los bares no tenían wifi y los cigarrillos mataban lenta y poéticamente. Los ricos y famosos iban al hipódromo o a la ópera, a dejarse ver, pero no se inyectaban botox, ni esnifaban coca, ni gritaban en los programas de televisión: solo las virtudes del vino o de la ginebra o de la hipocresía galante ya les hacían sentir en alguna medida que eran más guapos y jóvenes de lo que realmente eran, y desde luego mucho más que nosotros... Los pobres practicaban la picaresca, los criados tenían tu color de piel, los artistas se morían de hambre, no había polución, Marte tenía canales de riego, y un largo etc....

      Yo comprendo que muchas personas en todo el mundo van a recibir el 5G como maná del cielo, pero hay que recordar la frase del clásico, aunque sólo sea porque ya nadie va a recordar a los clásicos: timeo danaos et dona ferentes, es decir, “temo a los griegos incluso cuando traen regalos” (o, ante todo, cuando traen regalos, habría que decir…) Porque la gran pregunta no es ya cuánto nos van a espiar, qué datos no nos van a robar, sino, a mi juicio, la que interroga por lo que viene después. Supongamos que unos cuantos privilegiados en la Tierra tenemos ya hipercuerpos, que nos administra e incluso gobierna una IA (lo siento, pero a mí este acrónimo siempre me suena a rebuzno), que existe la teletransportación, que tenemos el dispositivo móvil injertado directamente en el hipotálamo… ¿Y entonces qué? ¿Cuál sería el siguiente paso? Da la impresión de que nuestras actuales utopías ya no hablan del perfeccionamiento moral de la especie, tan sólo de placer, dominio y confort. Personalmente, echo de menos también eso del mundo tonto de nuestros padres y abuelos: no conseguían ser realmente cínicos (Maquiavelo, Nietzsche, Mencken, Friedman) ni intentándolo con todas sus fuerzas, siempre les salía todo envuelto en las brumas de un ideal. Pronto, las vidas de nuestros padres y abuelos nos parecerán vidas de titanes, de gigantes capaces de lidiar por sí solos con problemas enormes y desagradables, como arar la tierra, redactar constituciones, pedir la mano de una mujer, cambiar una rueda, parir a pelo o afeitarse a navaja. Serán también ridículos, sin duda, con su machismo residual, sus cortas vidas, sus estúpidas ilusiones, su pasión cazurra y su conformismo con los básicos cinco sentidos. Todavía hoy, vivimos en una mezcla entre el mundo tonto de hace unos siglos y el mundo que se va paulatinamente “inteligentizando”, como en el De Civitas Dei de San Agustín, pero llegará un día en que las ortopedias tecnológicas y el Rey-Algoritmo (ni Platón llegó a imaginar esto…) lleguen hasta el último rincón de nuestras vanas y fútiles existencias y entonces no hará ni siquiera falta un Juicio Final. Ese día, el último y proverbial loco desaseado y viejo, cubierto de harapos y con flores en sus mugrientas greñas, se subirá a un cajón de madera destartalado –en Speaker´s Corner, seguramente, que estará siendo grabado 24 horas al día como Times Square– y recitará de un tirón las siguientes enigmáticas palabras con voz ronca y cascada, agitando con su mano de un lado a otro una botella semivacía, mientras se aleja su público absorto en un visor de las Bahamas…

      Dos cosas llenan mi ánimo de creciente admiración y respeto a medida que pienso y profundizo en ellas: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí. Son cosas ambas que no debo buscar fuera de mi círculo visual y limitarme a conjeturarlas como si estuvieran envueltas en tinieblas o se hallaran en lo trascendente; las veo ante mí y las enlazo directamente con la conciencia de mi existencia. La primera arranca del sitio que yo ocupo en el mundo sensible externo, y ensancha el enlace en que yo estoy hacia lo inmensamente grande con mundos y más mundos y sistemas de sistemas, y además su principio y duración hacia los tiempos ilimitados de su movimiento periódico. La segunda arranca de mi yo invisible, de mi personalidad y me expone en un mundo que tiene verdadera infinidad, pero sólo es captable por el entendimiento, y con el cual (y, en consecuencia, al mismo tiempo también con todos los demás mundos visibles) me reconozco enlazado no de modo puramente contingente como aquél, sino universal y necesario.

      La primera visión de una innumerable multitud de mundo aniquila, por así decir, mi importancia como siendo criatura animal que debe devolver al planeta (sólo un punto en el universo) la materia de donde salió después de haber estado provisto por breve tiempo de energía vital (no se sabe cómo). La segunda, en cambio, eleva mi valor como inteligencia infinitamente, en virtud de mi personalidad, en la cual la ley moral me revela una vida independiente de la animalidad y aun de todo el mundo sensible, por lo menos en la medida en que pueda inferirse de la destinación finalista de mi existencia en virtud de esta ley, destinación que no está limitada a las condiciones y límites de esta vida.

      Kant, I.: Crítica de la razón práctica, conclusión (Losada, Buenos Aires 1977, p. 171).

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4RreRXhpZgAATU0AKgAAAAgADQEAAAMAAAABA1IAAAEBAAMAAAABBLAAAAECAAMAAAADAAAA qgEGAAMAAAABAAIAAAESAAMAAAABAAEAAAEVAAMAAAABAAMAAAEaAAUAAAABAAAAsAEbAAUAAAAB AAAAuAEoAAMAAAABAAIAAAExAAIAAAAiAAAAwAEyAAIAAAAUAAAA4gE7AAIAAAATAAAA9odpAAQA AAABAAABDAAAAUQACAAIAAgALcbAAAAnEAAtxsAAACcQQWRvYmUgUGhvdG9zaG9wIENDIDIwMTkg KFdpbmRvd3MpADIwMjI6MDM6MzAgMTI6NDY6NDMAbWFudWVsX2FsdmFyZXoxOTgwAAAAAAAEkAAA BwAAAAQwMjIxoAEAAwAAAAEAAQAAoAIABAAAAAEAAAhNoAMABAAAAAEAAAu4AAAAAAAAAAYBAwAD AAAAAQAGAAABGgAFAAAAAQAAAZIBGwAFAAAAAQAAAZoBKAADAAAAAQACAAACAQAEAAAAAQAAAaIC AgAEAAAAAQAAGTQAAAAAAAAASAAAAAEAAABIAAAAAf/Y/+0ADEFkb2JlX0NNAAH/7gAOQWRvYmUA ZIAAAAAB/9sAhAAMCAgICQgMCQkMEQsKCxEVDwwMDxUYExMVExMYEQwMDAwMDBEMDAwMDAwMDAwM DAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMAQ0LCw0ODRAODhAUDg4OFBQODg4OFBEMDAwMDBERDAwMDAwMEQwM DAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAz/wAARCACgAHEDASIAAhEBAxEB/90ABAAI/8QBPwAA AQUBAQEBAQEAAAAAAAAAAwABAgQFBgcICQoLAQABBQEBAQEBAQAAAAAAAAABAAIDBAUGBwgJCgsQ AAEEAQMCBAIFBwYIBQMMMwEAAhEDBCESMQVBUWETInGBMgYUkaGxQiMkFVLBYjM0coLRQwclklPw 4fFjczUWorKDJkSTVGRFwqN0NhfSVeJl8rOEw9N14/NGJ5SkhbSVxNTk9KW1xdXl9VZmdoaWprbG 1ub2N0dXZ3eHl6e3x9fn9xEAAgIBAgQEAwQFBgcHBgU1AQACEQMhMRIEQVFhcSITBTKBkRShsUIj wVLR8DMkYuFygpJDUxVjczTxJQYWorKDByY1wtJEk1SjF2RFVTZ0ZeLys4TD03Xj80aUpIW0lcTU 5PSltcXV5fVWZnaGlqa2xtbm9ic3R1dnd4eXp7fH/9oADAMBAAIRAxEAPwDsZTSlKaVRt2KXlNKa VhP6laM3q9Rztn2Rlxx6ZpMbMajI9T0/S+0M+y32v/S3vsos/mP8GiASicxCr6u7KUqlh5tOT04X V5LbdlQFuQ0tIFgrbZY4uaPQ3s373e30lhYvW86zo4yLcwGw5GGz1mvxwCL66rMmj7S6huJW9j3W u9N1HrYv+EtsSECb8DS2WaMaO9ji0eplNKxK+pXftXBoGaMim+qnaxraw63fVfa/JtpLK7vSu9Ou xmTg3fZ8b+ZuxlP6v9QuzGONmT9r/VsW6x0Vj077hecvE/V2V7PR9Kn9Bb+sU+p+kegYkC0xyxMh GjqSOnR2JTSudPVsgP6iGZ3qGirqTiyKT9nOK9jcF/6Otrm/Ts/pXq/aNi1Oj5AycX1HZP2gl8Pf uqfsO1hdV6+KyrHt2bvU37P8J6Vn80gYkC0wyxkaALdlKVzb+u32dCwn4WSMjqVrA+41+k536Ol2 flMdW706G+306X7f0mP6/qfTXQV3VXVsvocH02tFlThwWOG9jv8ANKEokbroZIyNDsD9rOUpTSml NtkplKSiklaqf//Q66U0pKqep4LfpWwTJ1a780Ne/wDN/NZYxUNXZJA3NNqUtxVU9Rwtf0oMEgwH Ee1z6ncN/wBJTa1SGZjGxlQfL7dprAB1DxvZBjb9AbkqPZXFHuE5JPGp7BZ2J1uvMpxrmU2CvMsb VU4vqcPfW/J3v9G6zb6bK3tvq/n2W/4JWPt+IW7hbAjR20+OzcJb+85Uax0qjGwqmZLxV0wiyt0C XCquyn9Zin3/AKFz/U9P0n7/AOWkBobBWyJscJFfRNR1ynIc6uuq31GfaRYx2wEHFNfqN1ftd9o9 ar7PY39H/pPT9NKvq7rr8WluHeRmVturtmraGOFBsc8et6n6D7XT63ps/wBJ6fqemq1ON0mmx97M iw2115GPZadYFtr8q7fFQr9Si5132Z23+a/0yNS3Bx78EtybC7Fpbi0NdBa9twrNTrXCr+de3Er2 7H1fQRPD2K0GelyA/wAVYdeqOK7J9C4MrxRmls17tm99Oz+d2+r+ifZ/o9n+E9RW8bK+0tsJrdVZ TY6m2t+0lr2Ru91TrKnt2va7cx6zPsPSm0ZGJ9pv23VfZI5NVW+xwooPo/6Syz9Lf9ot2f4VWMfL 6di12n7S6wue6++20e4ue0Xl7tldVbf0AZsZXX/00JAVoCuhKVjiIrW9Q6JcfFMSgPzMauw1PfD2 8tg+G7w/dTOzsVtr6TYPVrID2AEkbhLOB+emUezNce4TymlVh1LCcA5tshwDmkNdqCN276PkrBQN jdcCDsbZSkmlJBT/AP/R6uVAU1cNrb8A0fDwUpWX9aP/ABN9T/8ACz/4LPGpA7u1LSJlV0LdT7OP 9CP8wf3fyk32fUO9L3CIO3Ubfo9vzV4DJ8UpPirH3b+t+DS+/f6sfa++nGBIJpBI4Owafh/JS+z8 /oRrofaP7l4h07pGf1GXUN20tMPvfIYDztkBznv/AOCqZZat+n6rYWNWbMkvvexoe5r/AGNILfVF bKqn73XPr3el+t/zvsuoYmSwgaGf4L483I6+2PO//QX084ze9I/zB/d5JvQEyKhIiDtEiPo9vzV5 7X0hhwHHBwd9gdXsurxftMNe5rbntZa299/psduaz