DESAFÍO ORGANIZATIVO: Desde el levantamiento de 1990 el imperialismo norteamericano y los sectores oligárquicos pretendieron y pretenden destruir nuestras organizaciones. El reto consiste en reconstituir a toda costa nuestras fuerzas organizativas, y en esto consiste nuestro mayor deber. Con ello aportaremos al proceso de lucha en nuestro país y en Latinoamérica de manera eficaz, puesto que una organización con conciencia crítica y autocrítica es más valiosa que aquella que solamente se constituye en sujeto de manipulación de otros intereses.
DESAFÍO METODOLÓGICO Y ACADÉMICO: Para la consecución de los propósitos antes mencionados, es menester reformular la metodología utilizada hasta ahora, no obstante de continuar utilizando todo aquello que ha dado resultado, es indispensable responder de manera adecuada a las nuevas exigencias que las mujeres del Ecuarunari han expuesto de manera reiterada en sus asambleas. Para ello se ha constituido el equipo académico de apoyo mismo que está generando la nueva metodología que será llevada a cabo durante el nuevo proceso de formación, que como ya se ha dicho contempla tres etapas esenciales, a saber: investigación, sistematización y socialización. A su vez el proceso se realizará en torno a 7 ejes fundamentales: 1. Raíces históricas. 2. Cosmovisión. 3. Allpa Mama. 4. Tecnologías. 5. Derechos. 6. Historia actual. 7. Idioma originario. Uno de los pedidos que reiteradamente han solicitado las estudiantes, es el reconocimiento académico de los estudios realizados, por lo que desde este año se concederá además del reconocimiento político otorgado por el Ecuarunari, también el reconocimiento académico otorgado en convenio con nuestra Confederación, por la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe (Dineib). Es decir, las alumnas que deseen, serán reconocidos los estudios realizados en la Escuela Política Dolores Cacuango, por la Dineib, más algunas materias que deberán ser aprobadas, según el nivel académico que se pretenda obtener (alfabetización, educación básica, bachillerato para las Escuelas Políticas regionales y Nacional, respectivamente. Posteriormente se realizará un convenio con la Unidad de Investigación en Política de la Educación, de la Universidad de Valencia, para que la Escuela Superior prepare estudiantes que puedan acceder a este nivel académico).
DESAFÍO ECONÓMICO-PRODUCTIVO: Desde el año pasado existe la resolución de las mujeres de dar respuesta también al ámbito económico-productivo, por lo que en este año pensamos profundizar el trabajo realizado. Para ello tenemos el reto de articular y consolidar el proceso llevado a cabo por las Cajas Comunitarias, y ver mecanismos de financiamiento para proyectos de gestión y producción comunitaria. Este reto es uno de los más difíciles de cumplir debido a las limitaciones económicas y a la situación propia del país, sin embargo debemos afrontarlo con ingenio y creatividad durante los talleres de capacitación en la Escuela Política Dolores Cacuango, lo cual está previsto dentro de los temas a ser tratados, fundamentalmente en Allpa mama y Tecnologías.
Una de las decisiones de la última Asamblea es el de decla rar desde las mujeres del Ecuarunari: EL DECENIO DE FORMACIÓN, ORGANIZACIÓN, PRODUCCIÓN Y LIBERACIÓN.
Para ello iniciamos este decenio, mediante un plan de trabajo que lo llevaremos a cabo en una primera etapa de 4 años, en la cual implementaremos el nuevo sistema de formación. Luego una segunda etapa de otros 4 años que consideraríamos la etapa de consolidación; y un tercera etapa de dos años de expansión del Programa.
ESCUELA DOLORES CACUANGO39
Asimismo, la cultura americana mestiza y criolla tiene, desde su propia tradición cultural dual, instrumentos para reconocer esta historia múltiple y dialogar con sus sujetos históricos. Por ejemplo, el universalismo fue puesto en entredicho desde el principio mismo de la historia moderna blanca americana. Desde la invasión, la resistencia contra la conquista y la evangelización de los pueblos originarios se dio de manera paralela a las reflexiones de algunos pensadores españoles que cuestionaron su propio sistema de justicia en tierras y culturas diferentes, generando la idea que es preciso reivindicar una justicia entendida desde diferentes posiciones éticas y culturales40.
A la par, los tlamatinimes mexicas presentaron sus valores y fines políticos a los españoles, con la intención de hacerles saber que, aunque derrotados, poseían un instrumento ideológico para comprender el mundo. Los mayas siguieron transcribiendo a escondidas sus textos sagrados, vertiéndolos al alfabeto latino, para resistir la sistemática fragmentación y destrucción de su identidad cultural41. La aristocracia andina mantuvo un lugar de reconocimiento social y, aunque cristianizada, defendió y protegió a artistas, médicos y portavoces de sus pueblos hasta la revolución de Tupac Amaru en 1782.
La conquista significó una interrupción en el devenir histórico de las civilizaciones americanas, trastocando formaciones sociales, políticas, económicas y culturales, mediante la brutal disminución de la población y la eliminación de naciones enteras por armas bélicas, psicológicas y religiosas. No obstante, la historia de los pueblos americanos42 y sus culturas no desaparecieron. La oralidad se compuso y combinó con nuevas prácticas de memorización que inscribieron historias locales en el tejido, la pintura, la alfarería y la arquitectura. La organización de los pueblos originarios en comunidades indígenas, aunque dominadas por la iglesia y arrinconadas en zonas inhóspitas para no despertar la codicia de los colonizadores, les permitió oponer resistencia a la aniquilación, produciendo códigos de conducta y sistemas de género, normas de regulación y linajes que hoy empiezan a ser destejidos por las y los intelectuales indígenas que acompañan la reflexión de sus pueblos. Ninguna de las tramas va a ser desechada, todos los hilos pueden ser reutilizados, recombinados, transformando la visión que se tenía de ellos.
Paralelamente, en Europa, mientras se vivía el apogeo de la racionalidad ilustrada, Schopenhauer sacó agua del pozo de las experiencias asiáticas del conocimiento del mundo y de la construcción del saber, con la cual escabulló la contraposición totalitaria de lo racional y lo empírico de la tradición filosófica europea43. En nuestros días, podríamos afirmar que se insertan en una hermenéutica crítica de la modernidad tanto las búsquedas de éticas no normativas, como los planteamientos educativos de las universidades indígenas de América, el taller de Historia Oral Andina de La Paz, los cuestionamientos a los universales, las luchas por el reconocimiento de pueblos negados, las historiografías escritas desde puntos de vista no-blancos, los estudios subalternos de Calcuta, el seminario permanente de filosofía nuestroamericana inaugurado por Horacio Cerutti en México, los grupos de estudios contra el racismo coordinados por Aníbal Quijano en Perú y el desplazamiento de los focos de interpretación de la realidad como movimientos de liberación disímbolos, cuales el feminismo del siglo XX, el anarquismo, los diversos socialismos que tienden a reconocer el papel de la opresión y la enajenación, y no sólo de la explotación, en los mecanismos de la dominación capitalista, y las teologías y las filosofías para la liberación.
Las críticas avanzadas a la modernidad emancipada por pensadores anarquistas y comunistas no dogmáticos como Walter Benjamin nos han permitido dirigir algunos golpes a la idea de una historia universal compuesta por las historias de los pueblos44.
A la vez, las teorías feministas de la diferencia sexual, la economía crítica de la dependencia, el posestructuralismo filosófico, las prácticas educativas descolonizadoras, el movimiento negro americano (antillano, estadounidense y brasileño, principalmente) y el antirracismo que se generalizó a raíz de sus planteamientos, los movimientos de liberación y disidencia sexual, los pensamientos que acompañan la lucha contra el ajuste estructural del neoliberalismo en Asia, África y América, los movimientos antisistémicos y sus masivas e indignadas protestas en Venezuela, México, Bolivia, Argentina, Grecia, Túnez, Egipto, España, las historiografías no hegemónicas y la antropología crítica, han desembocado en la afirmación de la cultura como un factor histórico de resistencia y de proyección política, propia de las teorías