1 Cf. D. Alighieri, Purgatorio, op. cit., pp. 349-351.
2 Cf. D. Alighieri, Purgatorio, op. cit., pp. 171 y 184.
La gloria di colui che tutto move per l’universo penetra, e risplende in una parte più e meno altrove. | La gloria de Aquel que todo lo mueve se extiende por el universo y resplandece en unas partes más y menos en otras. |
Nel ciel che più de la sua luce prende fu’ io, e vidi cose che ridire né sa né può chi di là sù discende; | En el cielo que más intensamente recibe la luz estuve yo y vi cosas que ni sabe ni puede narrar el que desciende de allí, pues al acercarse a su deseo nuestro entendimiento profundiza tanto, que la memoria no puede seguirle. |
perché appressando sé al suo disire, nostro intelletto si profonda tanto, che dietro la memoria non può ire. | |
Veramente quant’ io del regno santo ne la mia mente potei far tesoro, sarà ora materia del mio canto. | Sin embargo, cuanto del santo reino haya podido atesorar en mi mente, será ahora materia de mi canto. |
O buono Appollo, a l’ultimo lavoro fammi del tuo valor sì fatto vaso, come dimandi a dar l’amato alloro. | ¡Oh buen Apolo! Para este último trabajo conviérteme en vaso tan lleno de tu valor como lo exiges para otorgar el amado laurel. |
Infino a qui l’un giogo di Parnaso assai mi fu; ma or con amendue m’è uopo intrar ne l’aringo rimaso. | Hasta aquí, una de las cumbres del Parnaso me bastó; pero ahora las dos me son necesarias para entrar en lo que me queda por recorrer.1 |
Entra nel petto mio, e spira tue sì come quando Marsïa traesti de la vagina de le membra sue. | Entra en mi pecho y canta por mi boca del mismo modo que cuando sacaste a Marsias de la vaina de sus miembros.2 |
O divina virtù, se mi ti presti tanto che l’ombra del beato regno segnata nel mio capo io manifesti, vedra’mi al piè del tuo diletto legno venire, e coronarmi de le foglie che la materia e tu mi farai degno. | ¡Oh divina virtud! Si me ayudas de modo que pueda manifestar una sombra del bendito reino estampada en mi mente, me verás llegar a tu árbol predilecto y coronarme entonces con aquellas hojas, pues la materia de que trato y tú me haréis digno de ello. |
Sì rade volte, padre, se ne coglie per trïunfare o cesare o poeta, colpa e vergogna de l’umane voglie, che parturir letizia in su la lieta delfica deïtà dovria la fronda peneia, quando alcun di sé asseta. | Tan raras veces, padre, se consigue eso para triunfar como césar o como poeta, culpa y vergüenza de la voluntad humana, que podría infundir alegre dicha en la serena deidad délfica el follaje del árbol peneo cuando alguien siente sed de alcanzarlo.3 |
Poca favilla gran fiamma seconda: forse di retro a me con miglior voci si pregherà perché Cirra risponda. | Poca chispa enciende mucha llama; tal vez después de mí, con mejores voces, se rogará para que Cirra responda.4 |
Surge ai mortali per diverse foci la lucerna del mondo; ma da quella che quattro cerchi giugne con tre croci, con miglior corso e con migliore stella esce congiunta, e la mondana cera più a suo modo tempera e suggella. | Desde puntos diversos llega a los mortales el resplandor de la lámpara del mundo, pero cuando viene desde aquel que une cuatro círculos en tres cruces, sale con mejor curso y con mejor estrella, y la cera del mundo más a su modo sella y atempera.5 |
Fatto avea di là mane e di qua sera tal foce, e quasi tutto era là bianco quello emisperio, e l’altra parte nera, quando Beatrice in sul sinistro fianco vidi rivolta e riguardar nel sole: aguglia sì non li s’affisse unquanco. | Hecho había, saliendo de tal lugar, que allí fuese mañana y aquí noche, y todo aquel hemisferio estaba blanco y la parte opuesta negra cuando a Beatriz vi volverse hacia el lado izquierdo y mirar al sol con fijeza que ni el águila pudo nunca emplear. |
E sì come secondo raggio suole uscir del primo e risalire in suso, pur come pelegrin che tornar vuole, così de l’atto suo, per li occhi infuso ne l’imagine mia, il mio si fece, e fissi li occhi al sole oltre nostr’ uso. | Y así como un segundo rayo nace del primero y sale reflejado hacia arriba, como peregrino que quiere volver, así de la acción de ella, por los ojos llevada hasta mi mente, se originó la mía y fijé los ojos en el sol, cosa bien fuera de nuestra costumbre. |
Molto è licito là, che qui non lece a le nostre virtù, mercé del loco fatto per proprio de l’umana spece. | Mucho es permitido allí que aquí no se permite a nuestras facultades, merced a que aquel lugar se creó para la especie humana. |
Io nol soffersi molto, né sì poco, ch’io nol vedessi sfavillar dintorno, com’ ferro che bogliente esce del foco; e di sùbito parve giorno a giorno essere aggiunto, come quei che puote avesse il ciel d’un altro sole addorno. | No pude sostener la mirada mucho tiempo ni tan poco que no viese un resplandor en torno, como de hierro candente que sale del fuego, y de repente pareció como que un día se agregaba a otro, como si Aquel que todo lo puede hubiese adornado el cielo con otro sol. |
Beatrice tutta ne l’etterne rote fissa con li occhi stava; e io in lei le luci fissi, di là sù rimote. | Beatriz permanecía con los ojos fijos en las eternas esferas, y yo en ella fijaba los míos, apartados de la altura. |
Nel suo aspetto tal dentro mi fei, qual si fé Glauco nel gustar de l’erba che ’l fé consorto in mar de li altri dèi. | Al contemplarla me transformé interiormente al modo de Glauco al gustar la hierba que le hizo en el mar compañero de los dioses.6 |
Trasumanar significar per verba non si poria; però l’essemplo basti a cui esperïenza grazia serba. | El transhumanarse no se puede expresar con palabras; baste, por eso, con el ejemplo de aquellos a los que la gracia proporcione una experiencia así. |
S’i’ era sol di me quel che creasti novellamente, amor che ’l ciel governi, tu ’l sai, che col tuo lume mi levasti. | Si yo era solo aquella parte de mí que creaste primeramente, ¡oh amor que gobiernas el cielo!, tú lo sabes, que me elevaste con tu luz. |
Quando la rota che tu sempiterni desiderato, a sé mi fece atteso con l’armonia che temperi e discerni, parvemi tanto allor del cielo acceso de la fiamma del sol, che pioggia o fiume lago non fece alcun tanto disteso. | Cuando la esfera que gira por desearte eternamente me atrajo a sí,7con la armonía que tú mides y distribuyes, me pareció entonces que tanta parte del cielo se encendía con la llama del sol, que ni las lluvias ni los ríos formaron nunca un lago tan inmenso. |
La novità del suono e ’l grande lume di lor cagion m’accesero un disio mai non sentito di cotanto acume. | La novedad del sonido y el gran resplandor me encendieron en un deseo de conocer su causa, nunca sentido tan agudamente. |
Ond’ ella, che vedea me sì com’ io, a quïetarmi
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