Universos en expansión. José Güich Rodríguez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: José Güich Rodríguez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9789972454899
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de los escritores que deciden elaborar estas historias no como proyectos exclusivos dentro de su escritura, sino como una de tantas manifestaciones expresivas. Es un aspecto también presente en la obra humorística de Héctor Velarde. La ciencia y sus aristas absurdas ingresan al cúmulo de sus inquietudes. Es un observador agudo de una realidad —la limeña— en un momento específico: la década del odriismo, marcado por la dictadura militar y el ingreso del Perú e Hispanoamérica a una modernidad contradictoria, compleja, irresuelta, todavía anclada con firmeza en las jerarquías estamentales, en los complejos de casta y en una severa brecha socioeconómica y cultural.

      Hacia 1968, el género parece encontrarse anquilosado, diluido entre obras dispersas o curiosas, o la escasísima atención de críticos interesados en una producción de carácter local que se asume o bien excéntrica, o bien inexistente. El retorno de Aladino, un clásico moderno de José B. Adolph publicado aquel año, marcará el inicio del momento, siguiendo otra vez a Gubern, “adulto y problemático” de la ciencia ficción peruana. Los cuentos que lo integran, que destilan una perspectiva sombría no exenta de sarcasmo, humor negro y tragicomedia, constituirán un cambio de paradigma en todos los órdenes: cosmovisión, desarrollo de los temas y sentido de pertenencia a una tradición.

      Adolph será el primer escritor en el Perú que no llega al género por mero divertimento o exploración estética, sino que desplegará una autoconciencia y una voluntad deliberada de inscribirse en una específica forma de practicar un uso literario. Actuaría, en consecuencia, como una bisagra o puente.

      Muy cerca de Adolph en esta manera emergente de encarar la especificidad de esta narrativa desde sus propias codificaciones está Rivera Saavedra. Este autor, en Cuentos sociales de ciencia ficción (1977), elige el formato breve y utiliza el sustrato del pensamiento marxista en la edificación de un mundo plagado de tecnología, que se usa para la explotación salvaje de seres humanos por parte de quienes llevan las riendas y el control político de la sociedad. Su contribución, pese a que no volvió a cultivar el género, es tan esencial como la de Adolph. Con ambos, la CF peruana cuenta con dos figuras que se identifican plenamente con esta literatura y concentran en ella sus quehaceres. Otros autores, más identificados con lo fantástico en términos clásicos y parte del canon reconocido por la institución literaria, también postularán una CF más personal, con apropiaciones de ciertos motivos propios de la cultura massmediática, difundida ampliamente por la televisión y el cine desde la década anterior. Entre ellos, es indudable la mención a Harry Belevan. Estos abrirán el camino para la gran explosión, suscitada desde 1980 hasta nuestros días.

      Lo ocurrido desde el retorno a la democracia aún espera sondeos profundos. Desde ese año, en sincronía con los acontecimientos políticos que golpearon al país —la violencia subversiva en contra del Estado peruano—, la ciencia ficción experimentó un crecimiento significativo. Esto llevó al género a un cambio en su posición dentro del sistema cultural y literario. Las razones ya han sido expuestas en la sección precedente. Pero, no está de más enfatizar en algunos hechos importantes: primero, que escritores pertenecientes a otras generaciones comenzaron a desarrollar un interés por la CF en tanto es núcleo central de su producción; por ejemplo, Adriana Alarco de Zadra.

      En segundo lugar, son los escritores nacidos a fines de la década de 1950 y durante la década de 1960 quienes fortalecen la existencia de una línea, gracias a su lectura y conocimiento de la tradición y el diálogo con los productos de consumo masivo, con los cuales crecieron.

      En tercer término, es destacable la importancia de la globalización, en la que se da el crecimiento exponencial de nuevas tecnologías comunicativas; no solamente en el campo de nuevos temas, sino en el protagonismo de las plataformas virtuales de reciente data. Esto hará factible que muchos autores jóvenes, sobre todo los nacidos desde la década de 1970, dada su condición de nativos digitales, ya no encuentren obstáculos para difundir su producción fuera del libro clásico.

      En cuarto lugar —quizás el fenómeno más relevante—, la emergencia de una escritura femenina de CF, paralela a la de las autoras reconocidas dentro de las poéticas fantásticas, como Carlota Carvallo, Pilar Dughi, Viviana Mellet o Yeniva Fernández. Son los casos de Alarco de Zadra, Tynjälaä, Pulliti y P. Demarini, quienes integran la punta de lanza de un movimiento que en la actualidad se asocia casi mayoritariamente a los circuitos de los blogs, las páginas web o redes sociales. Ellas, con una obra que ya excedió esos límites, confirman que en el Perú ya se está produciendo otro cambio de gran significación: la CF no es patrimonio exclusivo de los varones, y las escritoras, con su sensibilidad, inteligencia y mirada crítica, tienen mucho que aportar al canon en los próximos años. Esto ya ocurre en Argentina, Cuba, Chile o México, por citar casos del mundo hispanoamericano. En esas sociedades, las prácticas en torno de la CF no se comprenderían sin la participación de sus autoras de renombre y de las jóvenes que dan sus primeros pasos, con originalidad y sentido del riesgo, en estos predios.

      Igualmente, debe destacarse la existencia de autores nacidos en provincias, como Bisso, Salvo, Novoa y Herrera. Es cierto que se hallan afincados en el circuito capitalino, centralista y absurdamente aislado del dinámico interior del país; no obstante, y por lo menos como hecho simbólico, demuestra en pequeña escala que en diversas ciudades del Perú existen creadores que una nueva antología estará obligada a difundir, con los mismos criterios aplicados a la producción comentada. Será un intento justo por desentrañar la madeja de una ciencia ficción regional que está aguardando su momento, muchas veces mejor conectada que su par limeña con las redes internacionales, congresos y revistas especializadas.

      Ciencia ficción peruana: ¿blanda o dura?

      El diálogo de la ciencia ficción peruana con la tradición universal ha sido fructífero y no puede aislarse de las grandes problematizaciones surgidas desde la década de 1960, cuando el género comenzó a interesar a la esfera académica desde la semiótica, los estudios culturales e, incluso, las escuelas de impronta psicoanalítica y marxista. Ya se ha descrito el proceso formativo y la consolidación del género. La pregunta que encabeza el apartado responde a conceptos teóricos atendidos por diversos especialistas. Aclaremos, una vez más, que no son términos peyorativos, sino categorías que permiten colocar a los textos en territorios que se definen por los intereses y el tratamiento de los escritores, a propósito de los temas. O bien, de tendencias a acentuar, con suma atención por los detalles, el sustento científico de las historias.

      Verne, desde sus primeras novelas, es uno de los iniciadores de esta corriente basada en el conocimiento exhaustivo y en la información comprobable, de modo que ello garantizara la verosimilitud. Con el tiempo, a esta perspectiva se le llamó, con los matices, respectivos, “ciencia ficción dura” (Pringle, 1995). Su fuente principal era, es obvio, la rigurosa formación de los escritores en algún dominio o campo de la ciencia. Asimov, Hoyle y Clarke (entre otros) formarían posteriormente la columna vertebral de esta orientación, dados sus quehaceres especializados.

      Por su parte, Bradbury, un autodidacto, se encuadró en otro tipo de escritura, no tan interesada en las certezas, sino en una suerte de tono especulativo y poético situado más cerca de la reflexión y de las contradicciones humanas. A esa línea se le denominó “ciencia ficción blanda” (Pringle, 1995). Lo mismo puede afirmarse de Vonnegut o Lem. Sin embargo, ello no es obstáculo para hablar también de campos intermedios entre ambas actitudes. Muchos autores de ciencia ficción dura desarrollan también miradas subjetivas e imaginativas en torno del impacto de la ciencia y la tecnología en las sociedades y, por su parte, los creadores afiliados a la CF blanda también poseen un conocimiento amplio de la ciencia, sin el cual los textos no podrían adscribirse de ningún modo al género.

      En el Perú, la balanza parece inclinarse hacia esta última por varias de las razones expuestas en el panorama del segundo capítulo. En una sociedad todavía premoderna, débilmente institucionalizada y poco democrática, paupérrima desde el punto de vista industrial y del desarrollo humano, proclive a las posiciones conservadoras o autoritarias, homofóbica, machista —que solo a cuentagotas ha ingresado al manejo de ciertas claves de la modernidad (y de la posmodernidad apenas como un saber