Albania, un destino
poco común en la época y que ofrecía los peligros habituales de los países situados en el polvorín de los Balcanes. Mary viajó extensamente, centrándose en Albania, que entonces era una de las zonas más aisladas y no desarrolladas de Europa. Trabajó en una variedad de organizaciones de ayuda humanitaria, pintó, escribió y recogió el folklore y el arte popular de aquellas regiones. Su trabajo resulto tener un enorme valor antropológico. Mary Durham escribió nada menos que siete libros sobre asuntos de los Balcanes, de los cuales
High Albania (1909) es el más conocido, y todavía es considerado como la guía preeminente sobre las costumbres y la sociedad de las tierras altas del norte de Albania. Fue toda su vida una devota del tren y sus escritos recogen momentos especiales en los que padeció, temió, disfrutó y, sobre todo, exploró.