La melodía del abismo. Diego Soto Gómez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Diego Soto Gómez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9788419092281
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      LA MELODÍA DEL ABISMO

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      DIEGO SOTO GÓMEZ

      LA MELODÍA DEL ABISMO

      EXLIBRIC

      ANTEQUERA 2022

      LA MELODÍA DEL ABISMO

      © Diego Soto Gómez

      Diseño de portada: Dpto. de Diseño Gráfico Exlibric

      Iª edición

      © ExLibric, 2022.

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      artística o científica.

      ISBN: 978-84-19092-28-1

      DIEGO SOTO GÓMEZ

      LA MELODÍA DEL ABISMO

      Para Dobed.

      Índice

       Prólogo. El amanecer en sus ojos

       PARTE I. LAYABA

       1. Torlwan, ninfa centauro

       2. Conversaciones con Ardah, Señor de la Mente

       3. Layaba, junto al lago

       4. La bestia del Nithuyen

       5. Ladrones de locura

       6. La maldición del amor corrupto

       7. El uroboros que rodea la luna

       8. Nghya Ki, primera y última encarnación de la justicia, in absentia

       PARTE II. IREÓN

       9. La sed de la serpiente de Buhlig

       10. Ireón más allá de las montañas

       11. La distorsión del espejo de Ohs

       12. Salteadores, Calcinados y adoradores de Gnije

       13. Sombras en la ascensión de Aniho

       PARTE III. WEGEOMHO

       14. Azgad marcada en la piel

       15. Estura en un arpa, ardiendo

       16. Con Wegeomho a la espalda

       17. Vientos del Knasal

       18. El Eón en un ópalo

       19. Agua sobre el fuego de Zelgoro

       20. Alissa a través del Espejo

       Epílogo. El atardecer en sus labios

       Miscelánea

       Agradecimientos

      Prólogo

      El amanecer en sus ojos

      —Me la arrebataste. Me lo arrebataste todo —le recriminó lanzando aquellas palabras con timidez, cuando era la ira la que pretendía manar de su frágil cuerpo.

      La mujer no respondió ante aquella provocación. Se limitó a deslizarse despacio, como un pétalo mecido por una calmada racha veraniega, y se sentó en el lecho, junto a ella, haciendo que la madera gruñese, antes de tomarla de las manos. Sus dedos vestían una piel suave, cálida, casi transparente, como una película de hielo sobre un lago invernal. Unos hilillos purpúreos recorrían el dorso de sus manos, canales, raíces que reptaban a través de unos brazos completamente lampiños hasta perderse por los pliegues de las mangas de su camisa de estopa. Su pecho no hacía movimiento alguno, permanecía estático, dolorosamente inmóvil. El aliento no emitía ningún eco al abandonar sus labios, quizás enmascarado por la suave brisa que besaba la piedra durante aquella fresca noche primaveral.

      Cuando Alissa levantó la mirada, vio en el rostro de aquella hermosa joven una dulce sonrisa. Zarcillos negros enmarcaban un semblante que sangraba una belleza oscura, caótica, pura.

      —Yo solo la miré, y ella me siguió —dijo con una voz tranquilizada, suave como la caricia de un amante satisfecho tras el éxtasis.

      Los dientes de Alissa castañeteaban mientras una tristeza líquida y gruesa superaba la frontera de sus pestañas y se precipitaba. La melancolía constreñía su rostro, obstruía sus fosas nasales y no le permitía rozar la fragancia de aquel ser de aura balsámica, acogedora.

      —¿Vienes a por mí? —osó preguntar.

      Ella negó y la joven no supo si sentir decepción o alivio. Carecía de la valentía necesaria para ansiar la respuesta.

      —¿Quieres