PSICOANÁLISIS DEL DISEÑO
«Cuando no sepas adónde vas, mira de dónde vienes» (aforismo africano). Acudamos a la memoria episódica para dar respuesta a las dos primeras preguntas. La memoria episódica es la recuperación de lo que tenemos olvidado: los episodios principales, los hitos que han marcado los momentos cruciales de la trayectoria del Diseño. Lo cual abarca, lógicamente, los contextos históricos y culturales que atravesaron dichos episodios.
Recuperamos una breve genealogía con los cinco grandes acontecimientos que incidieron, directa e indirectamente, en la génesis del diseño gráfico:
› La Civilización griega precristiana, donde surgían las raíces culturales de Occidente, la filosofía y la ciencia, con la matemática y la geometría, así como el concepto de Belleza en el Arte
› El Humanismo Renacentista (siglo XV), que sitúa al ser humano como dueño de su destino. Se ponen en primer plano las Bellas Artes, la ciencia moderna y la imprenta, que transformará la verbalidad en textualidad y visualidad con la difusión del libro
› La Ilustración (siglo XVIII), consecuencia de la Revolución Francesa que impuso un nuevo orden social con el lema Libertad, Igualdad, Fraternidad. Y un nuevo orden cultural con el triunfo de la Razón y el Enciclopedismo, que reunió en imágenes todos los saberes del arte, la artesanía, los oficios, la ciencia y la técnica
› La Revolución Industrial (siglo XVIII), heredera del maquinismo, que desarrolló el pensamiento técnico, la cultura industrial, la economía de producción y engendró la Bauhaus alemana, el Vkhutemas soviético y después, la Escuela de Ulm, continuadora y crítica de la Bauhaus
› La Revolución Científica (siglo XX), que barrió la Revolución Industrial y transformó el pensamiento y el mundo con la irrupción de la Cibernética y la Teoría general de sistemas, la ciencia de la comunicación y de la Información, la primera computadora, las telecomunicaciones masivas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Todo esto ocurría en 1948.
Conviene que las lectoras y los lectores tengan presentes estos antecedentes que hacen la identidad, la estructura y el sentido del diseño gráfico que, como decía Moholy-Nagy, «no es una profesión, sino una actitud».
Esta genealogía del diseño gráfico se sintetiza en un trenzado que religa tres vectores: el Arte, la Tecnología y la Sociología, inseparablemente. Este entrelazado permanece, pero cada componente toma más o menos importancia según las épocas.
El arte gráfico, el grafismo, que era el soporte de la pintura, fue el origen del diseño. Y se configuró como tal en la cuna de la imprenta de Gutenberg, es decir, con la colaboración del arte gráfico y el pensamiento técnico. Que es, a su vez, pensamiento económico, pues no se produce porque se consume, sino que se consume porque se produce. El libro entraba en ese circuito.
Las técnicas y las tecnologías, con la ayuda de la ciencia, han ido cambiando y evolucionando, realimentadas por el impulso creativo. Después del arte y la imprenta (que juntos crean una nueva actividad cultural y económica en el siglo XV), vino la Ilustración, movimiento filosófico relacionado con el espíritu reformista de la Revolución Francesa (1789-1799) que coincidió con el Enciclopedismo, el cual impulsó el Industrialismo del siglo XVIII. La industrialización, con la electricidad y el automóvil, dio alas a la economía (el automóvil provocó la construcción de carreteras, autovías y la señalización urbana y vial; la electricidad generó el alumbrado público, impulsó la industria y la economía), pero también alumbró la fotografía, el cine y la Bauhaus, donde el grafismo, transformado en diseño gráfico, fue elevado a la categoría de disciplina proyectual.
Y llegó la etapa actual, consecuencia de la Revolución Científica (1948) que trajo la energía atómica y las bombas de Hiroshima y Nagasaki, pero también la Cibernética, orientada a la eficacia de los sistemas, los progresos en las prótesis (necesarias, por las consecuencias de las guerras), la máquina de leer para ciegos, etc. Y la informática con la máquina de procesar la información, la cual se integró en la ciencia de la comunicación, así como la televisión y las telecomunicaciones.
Las ciencias humanas y sociales son las que, hasta el presente, han tenido menos influencia en el diseño gráfico, comparativamente con las incidencias determinantes del arte, la industria, la economía y la tecnología.
Con esta síntesis ya podemos pensar qué es el diseño gráfico y de dónde viene. Es una disciplina vinculada al arte gráfico y a la cultura libresca, aplicada a la industria y a la economía. El diseño viene del grafismo como expresión artística, se alimenta de los modelos de la pintura, del arte popular y de las vanguardias artísticas, y pasa paulatinamente del arte al comercio y a la operación manipulatoria por medios informáticos.
La pregunta ¿adónde va el diseño? queda para después.
PSICOANÁLISIS DEL DISEÑADOR
Nos adentramos ahora en la pregunta ¿dónde estamos?
En la medida que el diseño es, ante todo, una actitud, el diseñador se encuentra ante un campo de libertad en el que adopta la elección tomada conforme a su intuición, su vocación y su visión particular del tema.
En psicología es difícil clasificar las actitudes separándolas tajantemente unas de otras. En la realidad no hay fronteras y no es realista ponerlas para clasificar el comportamiento. Sin embargo, a grandes rasgos podemos hablar de tipologías, de las cuales identificamos cuatro, relacionadas entre sí por el criterio del más especializado al más integral o global.
La sucesión gradual de una tipología a otra en el esquema indica el sentido convencional de izquierda a derecha que se ha impuesto por la escritura-lectura alfabética. El trazo más fino marca de modo indicativo la «dimensión estadística» o cuantitativa de los diferentes tipos.
1. EL ESPECIALISTA
Es el profesional que sigue el método industrial de la división de las tareas: a cada tarea su especialista. Es la lógica de la fragmentación cartesiana y esta decisión está motivada por una inclinación particular de las preferencias del profesional en su voluntad de centrarse en un aspecto concreto de la disciplina. Ese campo de elección constituye finalmente su especialización. En principio, el especialista (el ilustrador o el calígrafo, por ejemplo) conserva ese espíritu amoroso por el trabajo propio del artesano.
El especialista conoce en profundidad todos los recursos de su especialización, y en algunos casos tiende a predominar el aspecto técnico de su trabajo.
Pero este microcosmos, aparentemente restringido, le ofrece posibilidades indefinidas, lo que supone múltiples formas de creatividad. El problema sucede a menudo cuando el especialista aborda un proyecto diferente cuya práctica no domina: lo hemos comprobado en el caso de proyectos señaléticos, que es una disciplina compleja, con muchos condicionantes ajenos al diseño gráfico.
Cuantitativamente, los especialistas no son muy numerosos en relación al conjunto de los profesionales, y su característica es la calidad y la perfección. La cuestión cualitativa y creativa está en toda clase de trabajo, incluido el más modesto o menos brillante (rechazo juicios de valor y criterios subjetivos). Una disciplina debe ser al mismo tiempo abierta y cerrada para mantenerse en su línea, para ser fecundada por otras disciplinas y fecundar a su vez a otras disciplinas. Sin necesidad de dar datos concretos, todos tenemos en mente los nombres de grandes especialistas, desde ilustradores a calígrafos, tipógrafos y creadores de fuentes, célebres nombres del diseño editorial, o señalético, cartelistas famosos, etcétera.