Es en este contexto en el que se inscribe la presente obra. Un libro coral, incluso en su vertiente lingüística, que reúne a la gran mayoría de los investigadores montesianos en activo junto con algunos invitados. Los autores representan fielmente las diversas líneas de investigación que caracterizan en los últimos años el acercamiento a Montesa, pero también son reflejo del relevo generacional. Junto a algunos ya veteranos y con una obra amplia sobre la historia de la Orden, presentan aquí alguna de sus primeras investigaciones jóvenes historiadores.
Por todo ello son diversas las miradas sobre la institución, sobre su organización y sobre algunos de sus principales miembros a lo largo de quinientos años. Y lógicamente también son muchos los temas y aspectos que se reúnen en esta obra colectiva. Por la misma razón, no se trata ni mucho menos de una historia completa de la Orden de Montesa e, inevitablemente, han quedado fuera de ella bastantes cuestiones; sin ir más lejos, el proceso de integración de la Orden de San Jorge de Alfama en 1400, o el Colegio de San Jorge de formación de sacerdotes durante la Edad Moderna, o el propio convento montesiano. Y es que, no de forma gratuita, el conjunto de contribuciones aquí presentadas es hijo de las líneas de investigación individuales abiertas en estos últimos años, por lo que es lógico que resulte más complicado avanzar en aspectos poco tratados hasta ahora, aunque también los hay.
En cuanto a la estructura interna del libro y a la hora de ordenar las aportaciones, los editores hemos considerado que podía ser útil su distribución en cinco grandes apartados, si bien somos conscientes de que no están estrictamente separados unos de otros y de que alguna contribución podía encajar en otra sección distinta. Insistimos en que no ha sido nuestra intención clasificar porque sí, sino solo establecer un mínimo hilo conductor y facilitar la lectura sucesiva de los textos.
La obra se inicia con un bloque de contribuciones dedicado a la fundación de la Orden de Montesa a principios del siglo XIV y su contexto internacional, con la desaparición de la Orden del Temple y las diversas soluciones adoptadas en otros reinos: Castilla, Portugal y la propia Corona de Aragón. Así, el volumen se abre con el trabajo de Luis García-Guijarro sobre el final del Temple en la Corona de Aragón y en el Reino de Valencia. Una aportación que resume los estudios anteriores de este autor sobre las largas, y a veces tensas, negociaciones entre Jaime II y los dos papas que intervinieron en la fundación montesiana, así como sobre la actitud reacia en todo este asunto de la Orden de Calatrava, convertida en la institución supervisora de los nuevos freires.
Enlazando con el estudio anterior, el profesor Vicent García Edo aporta un texto muy documentado sobre la trayectoria del segundo maestre, frey Arnau de Soler, de facto el primero teniendo en cuenta el brevísimo maestrazgo de frey Guillem d’Erill. A partir de la documentación publicada en su tesis doctoral, especialmente el primer libro registro de la cancillería del maestre Soler, el autor ordena y enumera la gran diversidad de cuestiones a las cuales hubo de atender dicho maestre en los primeros años: organización de los miembros, caballeros y religiosos, pero también de los señoríos y gobierno de los vasallos.
Y para enmarcar mejor esta fundación, se incluyen a continuación tres aportaciones sobre cómo fue resuelta la disolución del Temple en comparación con el caso valenciano. El profesor Carlos de Ayala presenta un texto sobre la intervención de la Orden de Calatrava en las negociaciones fundacionales montesianas desde el punto de vista de la propia Calatrava, poniendo en evidencia las dificultades y desconfianzas entre la jerarquía nobiliario-religiosa castellana y el rey Jaime II. El motivo eran las intenciones de este de crear una nueva orden militar, y ello aunque Calatrava también tenía presencia en la Corona de Aragón desde la encomienda de Alcañiz.
Por su parte, la profesora Maria Bonet explica cómo se resolvió la gestión del patrimonio templario en el Reino de Aragón y el Principado de Cataluña, así como el proceso de su integración en las estructuras de la Orden de San Juan del Hospital. Igualmente estudia cómo se gestionó el paso de los primeros freires del Hospital a Montesa a raíz de su fundación. Y es también en este contexto de «otras soluciones» en el que hemos querido incluir el estudio de la profesora Paula Pinto Costa sobre la fundación de la Orden de Cristo en Portugal, el caso «gemelo» en aquel reino a la Orden valenciana. La autora explica en su texto cómo la en principio similar solución en ambos reinos derivó en Portugal hacia un cada vez mayor control de la nueva orden por parte de la corona.
El segundo gran apartado que proponemos en este libro reúne las aportaciones a la historia de Montesa durante el llamado periodo de los maestres. Abre los estudios una aportación de carácter general por parte de Enric Guinot, balance de los principales aspectos hasta ahora estudiados sobre la Orden en la Baja Edad Media y de las líneas de investigación que deberían ir abriéndose para avanzar en su estudio en estos momentos. El texto resalta cómo se ha avanzado de forma notable en aspectos institucionales de la organización de la Orden en encomiendas y Mesa Maestral y sobre las características de sus señoríos: patrimonio, rentas, relaciones con los vasallos, etc. En cambio, están aún prácticamente inéditos aspectos importantes, como la identificación de sus miembros durante los siglos medievales, la actividad cotidiana de caballeros y comendadores, la vida y organización de los religiosos en el convento de Montesa, la participación en la vida pública y política del Reino de Valencia y la Corona de Aragón del momento, etc.
Siguen los estudios del profesor Mateu Rodrigo Lizondo y de Pablo Sanahuja, quienes focalizan su investigación en dos momentos clave de la historia del reino valenciano a mediados del siglo XIV y en la participación del maestre y freires de Montesa en ellos. M. Rodrigo concreta su estudio sobre el papel de los montesianos durante la Guerra de la Unión (1347-1348), el grave conflicto civil de mediados de siglo, en el cual ciertos sectores del patriciado urbano de la ciudad de Valencia lideraron y protagonizaron una importante revuelta política contra la Corona en la figura del rey Pedro el Ceremonioso. El maestre de Montesa, frey Pere de Tous, se alineó inmediatamente con el monarca y devino un elemento político, económico y militar relevante en la victoria final de la corona frente a los unionistas; de ahí derivaron, probablemente, las pérdidas que la institución sufrió en diversas poblaciones de su señorío del Maestrat por la revuelta de sus vecinos contra la Orden.
La aportación de Sanahuja va dirigida a analizar la presencia de Montesa en la casi inmediata guerra de los dos Pedros, entre la Corona de Aragón y la de Castilla. En este caso, guerra internacional entre monarquías y Estados, en la cual de nuevo destaca la participación del maestre Tous, así como de los freires caballeros, en los acontecimientos bélicos. El estudio pone igualmente en evidencia la limitada capacidad militar de la que disponía la Orden dados los escasos miembros que la constituían, y no todos siempre con posibilidades de acudir, lo que contrasta aparentemente con las posibilidades para el combate de las órdenes militares castellanas.
En una cronología un poco más avanzada, el estudio de Joaquín Aparici se centra en el vaciado de uno de los primeros registros conservados de la cancillería del maestre frey Romeu de Corbera, entre 1414 y 1415. El autor hace un detallado balance de la muy diversa actividad que asumía el cargo a través de sus órdenes, gestiones, pagos, nombramientos, resoluciones y sentencias. Los temas podían ir desde cuestiones referidas a los miembros de la orden montesiana hasta, especialmente, las relaciones de poder político, económico y judicial del maestre con los vasallos de los pueblos de su señorío.
Finalmente, y todavía en época medieval, los estudios de Salvador Vercher y Juan Boix nos acercan, a su vez, a los problemas de funcionamiento judicial e institucional de la Orden de Montesa en relación con la Corona. Vercher analiza con detalle el largo litigio por la jurisdicción criminal o mero imperio sobre la villa de Sueca, derecho disputado entre la Corona y la Orden de Montesa. A través de diversos incidentes, pleitos, sentencias y alguna concordia, el autor sigue las alternancias en su posesión durante el siglo XIV, así como las argumentaciones