Los contenidos temáticos establecidos, en 1991, por el Ministerio de Educación para la ESO en relación con el periodo que investigamos son muy genéricos y quedan resumidos con la siguiente formulación: «Cambios y transformaciones en la España contemporánea»[14]. Algo muy distinto ocurre respecto de la asignatura Historia de segundo curso de bachillerato en donde, por primera vez, nos encontramos con formulaciones abiertamente contrastantes con las habitualmente establecidas a lo largo de todo el franquismo. El diseño curricular de 1992[15] para este segundo curso de bachillerato establecía como enseñanzas «mínimas» las siguientes:
La II República: bases socioculturales y fuerzas políticas. La Constitución de 1931. Realizaciones y evolución política de la II República.
La Guerra Civil: sublevación y Guerra Civil. Dimensión interna e internacional del conflicto español.
España durante el franquismo: génesis y fundamentos del régimen franquista. Estancamiento económico y aislamiento internacional. Estabilización y crecimiento económicos. Cambio social desde los años sesenta y los inicios de la crisis. La oposición democrática a la dictadura. El exilio. Política y cultura bajo el franquismo.
La recuperación democrática: transición política. La Constitución de 1978: instituciones democráticas y organización del Estado. Cambios económicos y evolución política. La presencia española en la construcción europea. España en el mundo actual.
Las nuevas y más recientes enseñanzas mínimas establecidas a principios de 2001[16], tanto para la ESO como para el bachillerato, vuelven a planteamientos más bien propios de los cuestionarios tradicionales en el sentido de su detallismo respecto de las cuestiones que deben ser tratadas en las aulas, aunque algo relativamente semejante ya se había establecido, como acabamos de ver, en el segundo curso de bachillerato en la normativa de 1992.
El programa de 2001 para cuarto curso de la ESO establecía los siguientes apartados:
La II República. La Guerra Civil.
España durante el franquismo: el régimen político y las relaciones internacionales. Evolución económica y social. La oposición política y social.
La España democrática: la transición. La Constitución de 1978 y el Estado de las autonomías. Los gobiernos democráticos y la integración en Europa.
Estas enseñanzas mínimas, algo más detalladas que las anteriores, quedaban formuladas para el bachillerato de la forma siguiente:
La II República: la Constitución de 1931 y el bienio reformista. Evolución política. La cultura española de la Edad de Plata hasta 1936.
La Guerra Civil: sublevación militar. Evolución política de las dos zonas. La internacionalización del conflicto.
España durante el franquismo: evolución política y coyuntura internacional. Transformaciones económicas y oposición al régimen.
La España democrática: la transición política. La Constitución de 1978 y el Estado de las autonomías. Los gobiernos democráticos y la integración en Europa.
Este mismo programa fue ratificado en la penúltima formulación de las enseñanzas mínimas (ahora definidas como «comunes») establecida por la Administración central tanto para el cuarto curso de la ESO como para el segundo curso del bachillerato[17].
La última formulación oficial de los programas ha sido la de principios de 2007, que no presenta apenas ninguna variante respecto de la anterior de 2003[18].
[11] Boe 20/9/1938 (ley de Reforma de la Enseñanza secundaria) y boe 14/4/1939 (cuestionario de historia del bachillerato): ambos textos están reproducidos en Rafael valls: La interpretación de la historia de España, y sus orígenes ideológicos, en el bachillerato franquista (1938-1953), valencia, universidad de valencia, 1984, pp. 106-135
[12] Boe, 27/2/1953; 2/7/1957; 2/6/1967; 18/4/1975 y 3/5/1975.
[13] Boe, 8/12/1970. un sugerente análisis de las posibilidades truncadas respecto de la EGB es el realizado por I. González Gallego: «una propuesta curricular para geografía e historia con origen en 1970: la estructura cíclica», Iber 46, 2005, pp. 36-64.
[14] Boe, 14/6/1991.
[15] Boe, 2/10/1992.
[16] Boe, 16/1/2001.
[17] Boe, 3/7/2003. 18
[18] Boe, 5/1/2007.
2. LA DIFUSIÓN DE LOS MANUALES DE HISTORIA: REPRESENTATIVIDAD CONTRASTADA DE ESTA FUENTE DOCUMENTAL
En este capítulo pretendemos argumentar, desde una consistente base estadística, la selección que hemos realizado sobre los manuales escolares, partiendo de la consideración de que una mayor presencia de los manuales en las aulas comporta una mayor incidencia de los mismos en la imagen o representación que los alumnos se forman respecto de las cuestiones y los temas estudiados. El grado de presencia de los manuales seleccionados equivale, desde esta óptica, a su grado de representatividad[19].
No existen estudios globales sobre la difusión y consumo de los manuales de historia entre los años setenta y noventa, pero sí que se han realizado algunas aproximaciones regionales, en relación con la enseñanza secundaria, que pueden adecuarse, sin grave distorsión, al conjunto de los institutos de bachillerato, o de educación secundaria, españoles[20]. Las referencias completas de los manuales más representativos citados en los cuadros de este capítulo se encuentran en el anexo bibliográfico final (capítulo 7).
La primera de estas investigaciones, realizada entre 1982 y 1984 en centros catalanes de secundaria, tanto públicos como privados, se hizo sobre una muestra prácticamente exhaustiva: los 122 centros públicos existentes y 284 privados, que suponían el ochenta por ciento de estos últimos. Los resultados suministrados por esta investigación son los expresados en el cuadro 2.1.
CUADRO 2.1
Manuales de historia utilizados en los centros de secundaria catalanes en los cursos 1982-1984[21]
Editorial | porcentaje en centros públicos (bachillerato) | porcentaje en centros privados (bachillerato) |
Akal | 9,6 | 1,5 |
Anaya | 8,8 | 12 |
Bruño |