Se realizan ordenaciones con base en mediciones de la calidad, sin resolver el problema del significado de las distancias entre los diferentes lugares asignados (IESALC-UNESCO, 2011).
No hay claridad respecto a los criterios seguidos en la selección de instituciones evaluadas (IESALC-UNESCO, 2011).
Se aprecia que la calidad de las universidades en el mundo no puede compararse de manera precisa, debido a las enormes diferencias en los diversos tipos de universidades que es posible encontrar entre países (UNAMDGEI, 2012b).
Estas limitaciones, es patente, corresponden en gran medida a las que ya se han identificado por los especialistas a lo largo de los últimos años, y que se reportan en la bibliografía que se cita más arriba en la sección 3.48 Sin embargo, debe subrayarse que la lista anterior está respaldada en gran parte por estudios específicos como los publicados por Lloyd, Ordorika y Rodríguez-Gómez (2011), Ordorika y Rodríguez-Gómez (2008; 2010) y UNAM-DGEI (2011).
Por otra parte, en la Declaración Final no se distingue entre diferentes tipos de rankings, ya que implícitamente se hace referencia sólo a cuatro de ellos, ARWU, THE, QS y Webometrics, que se caracterizan por adoptar el formato de tabla de posiciones. En este sentido, debe recordarse que en THE y QS la evaluación de la docencia, el aprendizaje y la investigación se hace, en gran parte, a través de una imagen de prestigio y no en indicadores objetivos en vista de que un 43.5% y 50% del puntaje final se obtiene por encuestas entre académicos y empleadores, respectivamente. En contraste, ARWU y SCImago utilizan indicadores cuantitativos o bien emplean información que no depende de una percepción de la imagen institucional. Es relevante mencionar además que en la Declaración Final no se toma en cuenta la posibilidad de alternativas como U-Multirank que incorporan las dimensiones de docencia y aprendizaje, investigación, transferencia de conocimientos, internacionalización e impacto regional.
Como se señaló en la sección 3, estas limitaciones metodológicas tienden a distorsionar la evaluación que se hace de aquellas IES que no tienen un desempeño significativo en investigación. En la medida en que la gran mayoría de las universidades de AL no satisfacen los estándares internacionales en este rubro,49 su presencia es escasa entre las primeras 500 instituciones. Sin embargo, ésta es una situación compartida por la gran mayoría de las instituciones universitarias en el mundo frente a estos instrumentos, ya que están configuradas por un modelo distinto al de las universidades comprehensivas de investigación. Se puede afirmar lo obvio: a pesar de sus deficiencias, los rankings confirman un hecho ya reiterado por otros instrumentos, a saber, que pocas IES de AL realizan investigación científica. Más aún, se corrobora que en el caso de estas últimas su desempeño no es comparable al de las universidades reconocidas como de clase mundial. A la luz de estas limitaciones es claro que no todos los rankings son deficientes e inadecuados, incluso varios podrían ser muy útiles para AL.
Sesgos de los rankings al comparar IES latinoamericanas
Para la posición adoptada en Declaración Final, las consecuencias indeseadas de los rankings también se deben a sesgos que excluyen la tradición universitaria misma de la región:
El sesgo hacia el modelo de universidad anglosajona de investigación genera condiciones de comparación desventajosa para las universidades de la región. Por un lado, están las marcadas diferencias,.. .entre las tradiciones universitarias de nuestros países y las de Estados Unidos, Reino Unido y otros que predominan en todas las clasificaciones (UNAM-DGEI, 2012b).
Parten [los rankings globales] de un modelo único e ideal de universidad y pretenden que todas las instituciones avancen en la misma dirección; en consecuencia desconocen la naturaleza de tradiciones académicas, infraestructura, objetivos y entorno institucional, entre otros aspectos (IESALC-UNESCO, 2011).
. . .quizá la más fuerte crítica que se puede hacer [a los rankings globales] es que el prestigio basado en rankings no considera el alto valor social del conjunto más amplio de funciones académicas que cumplen las universidades, en particular las de América Latina y el Caribe (IESALC-UNESCO, 2011).
La apelación a una tradición universitaria de antaño frente a la vasta transformación de la vida económica, social y cultural y hasta subjetiva que trae consigo la globalización y la economía basada en el conocimiento sugiere una actitud defensiva, proteccionista, cercana a la involución y al aislamiento. Esta tradición parece estar vinculada más a la ideología de algunos sectores de AL, que surgió como una medida de defensa a los gobiernos autoritarios del pasado. No obstante, persiste aún como una reacción a la desigualdad social que caracteriza todavía a la región.
Propuestas de la posición
Por lo que respecta a las alternativas que se proponen en la Declaración Final se destacan dos corrientes opuestas. Por una parte, se plantean iniciativas para implementar instrumentos de transparencia como los siguientes:50
La construcción de sistemas de información acerca de las IES en la totalidad de sus funciones y responsabilidades, sus características, procesos, recursos y resultados.
La elaboración de estudios comparativos rigurosos, objetivos y confiables con el fin de contar con referentes que permitan una mejor toma de decisiones.
Reforzar las acciones en el curso de IESALC en esta materia, en particular el Mapa de la Educación Superior en América Latina y el Caribe.
En este sentido, se empiezan a desarrollar en la región algunas de las herramientas que pueden constituir alternativas a los rankings unidimensionales, entre éstas:
a. El Mapa de la Educación Superior en América Latina y el Caribe (MESALC) de IESALC-UNESCO es un proyecto para construir un sistema de información estadística en sinergia con el Sistema Integral de Información sobre las Instituciones de Educación Superior de América Latina para el Área Común de Educación Superior con Europa (INFOACES).
b. INFOACES es un proyecto financiado en su mayoría por la Comisión Europea, a través del programa ALFA con la participación de 22 países, 17 de América Latina y 5 europeos, está coordinado por la Universidad Politécnica de Valencia. El primer objetivo de esta iniciativa ha sido elaborar el Sistema Integral de Información sobre las IES de la región, cuyo primer resultado es el Sistema Básico de Indicadores para la Educación Superior de América Latina (INFOACES, 2012).51 La metodología correspondiente se basa en un modelo tipo CIPP, es decir, incluye los factores de contexto, insumo, procesos y producto, y tres componentes: el sistema básico de indicadores, el sistema de tipologías y el sistema estratégico de indicadores. El primero de éstos contiene 44 indicadores.
c. El inicio de la fase preliminar del proyecto E3M de la Comisión Europea en AL, cuyo objeto es desarrollar indicadores y métricas para las actividades de la Tercera Misión, en la cual se exploran las actividades de esta misión relacionadas con la transferencia de conocimientos, la enseñanza y el compromiso social de las universidades. Se trata de un proyecto que podría dar un giro novedoso y preciso a las denominadas «actividades de extensión universitaria».52
En sentido opuesto, sin embargo, se proponen medidas proteccionistas como las siguientes:
Recabar autorización expresa de las instituciones para ser incluidas en los rankings (UNAM-DGEI, 2012b).
Establecer como principio que sólo aquella información convalidada por las instituciones puede ser utilizada en los sistemas de clasificación de los rankings (UNAM-DGEI, 2012b).
La veda de información implícita en estas propuestas va en contrasentido con el aprovechamiento de rankings como SCImago y eventualmente de alternativas como U-Multirank y AHELO. Esto confirma uno de los comentarios críticos sobre el evento: «En un enfoque típico, los líderes universitarios en esta parte del mundo atacan al mensajero, sospechan una conspiración global y buscan refugio en un universo idiosincráticamente paralelo» (Bernasconi,