Panteón. Jorg Rupke. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Jorg Rupke
Издательство: Bookwire
Серия: Anverso
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788446051169
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2007, pp. 130-142; véase también pp. 128-129 sobre paredes y dinteles. Cfr. para Grecia, sobre prácticas similares para dirigir la mirada mediante la colocación de frisos pictóricos o la construcción de un frontón en el templo véase Osborne, 2000.

      3. La infraestructura religiosa. Del siglo VII al siglo V a.C.

      1. CASAS PARA LOS DIOSES

      Los muertos se enterraban en las proximidades, y es probable que quienes quisieran conversar con actores supuestamente invisibles también acudieran a localizaciones cercanas. Aún no las conocemos, pero es posible que no fueran tan remotas como las de La­ghetto del Monsignore. En algún momento, en torno al año 600 a.C., aparece una posibilidad nueva. A lo largo de lo que probablemente fuera un extenso periodo de tiempo, los objetos iban encontrando su camino hacia un pozo dentro del asentamiento, junto a la calle principal, que ahora estaba bien pavimentada. Frente a este pozo se construyó una casa rectangular (ilustración 9). La casa, con un tejado sólido y decoración de terracota, era de un tipo que se haría habitual únicamente a lo largo de unas pocas décadas, antes de que las casas más grandes, diseñadas con forma de herradura, se convirtieran en la norma.

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      9. Plano de Satricum, la fase arcaica de la acrópolis. Reconstrucción de Marianne Kleibrink, reproducida aquí con su amable autorización.

      Innovación

      Desgraciadamente no podemos identificar a los constructores de la nueva estructura con precisión ninguna. Las pruebas aportadas por las moradas y las tumbas de Satricum no bastan para indicar si era un régimen acéfalo o autocrático. Lo que sí sabemos es que nuestra primera prueba de religión y de innovación religiosa procede de su núcleo, del punto focal del asentamiento, de la llamada acrópolis. ¿Fue iniciativa de la familia más rica o del genio al que se le ocurrió pavimentar las calles? ¿Fue tal vez una acción benéfica de la señora que poseía la casa más bella? ¿O tal vez la acción de un individuo o de un pequeño grupo que temía perder su posición dentro de la comunidad? No sabemos la respuesta. Lo que es evidente es el espíritu innovador que demuestra esta empresa y el grado de riesgo que implicaba.