46 «Un invitado triste no corresponde a una boda».
47 «Aquí hay una boda y en otro lugar un entierro».
48 «Al débil también se le ha dotado de aguijón».
49 «La mejor persona no puede vivir en paz, / si esto no le gusta a su vecino depravado».
50 «Es el disparo de Tell».
51 «Libres son las cabañas, la inocencia está segura ante ti, ya no causarás daño a este país».
52 «En un instante llega la muerte al hombre, / no le es dado ningún plazo, / le derriba en medio del camino, / le arrebata la vida plena; / preparado o no para partir, / tiene que comparecer ante su juez».
53 «Nosotros lo hemos construido, nosotros también sabemos destruirlo».
54 «La venganza no da fruto».
55 «El que (al morir) quiere cosechar lágrimas, debe sembrar amor».
56 «No me está permitido detenerme entre los hombres afortunados».
LAS TRADUCCIONES DE SCHILLER AL VASCO
Ibon Uribarri Zenekorta
UPV/EHU
INTRODUCCIÓN
Este artículo presenta los resultados de una investigación sobre las traducciones de Schiller al vasco con ocasión del bicentenario de su muerte. Esta investigación se enmarca en otra más amplia que está catalogando y estudiando las traducciones del alemán al vasco en general.1 Éste es el primer trabajo específico sobre un autor concreto dentro de esa investigación más amplia, al que seguirá otro sobre Heine, en preparación. Este trabajo tiene un carácter descriptivo de las traducciones que se han podido identificar y del contexto de su génesis como aportación a la historia de la traducción al vasco. De hecho, en este estudio aparecen como traductores de Schiller algunos de los personajes clave de la cultura vasca del siglo XX, como Azkue, Mirande y Labaien. El análisis textual en profundidad de estas traducciones queda para otra ocasión en un futuro próximo.
LA PRIMERA TRADUCCIÓN
La primera traducción de Schiller vino de la mano de R. M. Azkue (1864-1951), y es seguramente el primer texto que se ha traducido directamente del alemán al vasco.2 El interés de Azkue, fundador de Euskaltzaindia, la Academia Vasca de la Lengua, por la Ode an die Freude (Himno a la alegría) no fue directo, sino mediado por la novena sinfonía de Beethoven. Antes de hablar de esta traducción, vamos a presentar brevemente el camino que lleva al padre Azkue hasta la misma.
Azkue fue un lingüista y folclorista importantísimo, que ocupó la primera cátedra sobre euskara en Bilbao (superando en la oposición a Sabino Arana y a Miguel Unamuno). Fue también el fundador y primer presidente de la Academia Vasca de la Lengua. Y, finalmente, fue también músico, compositor de muchísimas piezas, incluidas dos óperas en vasco. Sin embargo, las biografías de un personaje tan señalado de la cultura vasca apenas mencionan su labor como traductor. Ahora se tratará de suplir brevemente esa carencia en relación con el asunto que nos interesa, las traducciones del alemán al vasco.
Azkue aprendió algo de alemán antes de sus primeros viajes al extranjero, y la afición le vino a través de la música, ya que había visto una representación de Lohengrin en Bilbao y se convirtió en un admirador de Wagner. Ya en época temprana escribió textos periodísticos sobre temas alemanes: «Alemaniako agintarien ibilerak», 1897; «Bismarck-en iazoera bat», 1898 e «Iru Lohengrin», 1898.
Luego tuvo oportunidad de mejorar sus conocimientos en los viajes que hizo para acabar y publicar su famoso diccionario vasco. Primero estuvo en Tours y París, donde estudió música al tiempo que trabajaba en su diccionario, y luego estuvo en Bruselas, donde se dedicó a aprender alemán (parece que llegó a rezar el rosario en alemán), que perfeccionó en la estancia de casi dos años que hizo en Colonia a partir de 1907. En Colonia se dedicó a la música (estudio y composición) y a la investigación lingüística. También redactó un texto en alemán que publicó a su vuelta a Bilbao, Kommersnacht oder ein heimisches Konzilium in der Bibliothek von Kölnischen Priesterseminar (tiene fecha de febrero de 1909). También participó en una inspección del sistema escolar alemán, del que dio cuenta a su vuelta a través de una conferencia (12 de abril de 1916) y una publicación en plena Primera Guerra Mundial, «La escuela elemental alemana» (Euskalerriaren alde 132-133 de 1916, pp. 342-348).
Esa primera estancia en Alemania, la más larga, tuvo otras consecuencias. A la vuelta se granjeó la amistad del cónsul alemán en Bilbao, Wilhelm Eichhoff, que luego le llamaría para participar en la corrección de los exámenes de alemán en la Academia Alemana. Además, estrechó contactos con Linschmann y Hannemann, que habían creado unos años antes en Berlín la sociedad Baskische Gesellschaft y la revista Euskera (1886-1896); también trabó amistad con el lingüista Hugo Schuchardt.3
Más tarde hizo otros viajes a Alemania. En 1922 fue a Hamburgo en barco, y desde allí viajó a Berlín y Múnich. En Berlín recopiló escritos de Wilhelm von Humboldt sobre el idioma vasco. Después hizo otro viaje en 1928, siguiendo la llamada del franciscano Beda Kleinschmidt, para visitar a Teresa Neumann en Konnersreuth. Se trataba de un caso famoso de estigmas milagrosos, y como consecuencia de la visita escribió un libro en castellano, La estigmatizada de Konnersreuth (Barcelona, 1929).
En la Biblioteca Azkue de la Academia Vasca de la Lengua se han podido consultar gran cantidad de manuscritos de Azkue, en especial los relacionados con la lengua alemana. Se trata de material producido en el aprendizaje del alemán, con ejercicios, glosarios para leer textos religiosos, casi siempre en alemán-español, pero teniendo en cuenta el vasco a veces; postales, programas de conciertos, copias de textos, modelos de cartas y versiones previas, el diploma de participación en el XX Internationaler Eucharistischer Kongress en Colonia, un agradecimiento y diploma de honor de la Cruz Roja alemana, etc. Sin embargo, hay otros materiales más relevantes que reflejan sus intereses culturales y lingüísticos:
- Un breve texto titulado «Los Vascos» en dos versiones a máquina, texto que aparentemente Gerhard Bähr tradujo al alemán para publicar en un libro en Alemania.
- Versiones previas de los libros Kommersnacht y Konnersreuth.
- Un texto con el título «Die Basken und ihre Heimat», ocho hojas escritas a máquina; tiene una anotación a mano en la cabecera, Rundfunkvortrag. Parece ser por tanto una charla para la radio.
- Anotaciones sobre la obra de von der Gabelentz Die Verwandschaft des Baskischen mit den Berbersprachen.
- Un texto llamado Balada, escena 3a de In hoc signo, en vasco y con versión alemana.
- Anotaciones para un artículo, «De Neologismos formados a imitación de otras lenguas». Contiene ideas que se recogen luego en el artículo publicado en la revista