[De pronto, los matraces, probetas y tubos de ensayo comienzan a tintinear, el lugar se sacude violentamente y por la ventana se ven pasar varias sombras].
Karel: Se ha acabado. Ya están aquí; han llegado por mí. Aún no estoy listo, si al menos hubiera resuelto el tema del oxígeno. Cómo es posible que aquello tan dañino, que va dejando sin función a los órganos, pueda ser uno de los elementos clave. He perdido varios prototipos en eso, y claro que fue un error usarlo directamente en los originales, pero debía funcionar, de alguna forma debía funcionar. Algo debería transportarlo al cerebro, pero ahora solo tengo órganos quemados; componentes inútiles. Necesitaba más tiempo, pero era necesario…
[Finalmente Karel se resigna y espera la entrada de las fuerzas de control mientras trata de recordar algo que tenía pendiente en sus pensamientos].
Karel: Creo que era algo así… aún recuerdo la canción de la doctora.
[Mientras espera comienza a cantar una vieja canción de cuna, la voz se le quiebra un poco mientas recita las olvidadas estrofas. La canción de Karel denota algo de nostalgia por un pasado ya muy lejano].
Karel:
Y si el viento sopla
le será un cobijo fiel.
Aunque el papel se rompa
lo ha de sostener.
Y si la marea azota
podrá aferrarse a él.
Aunque ya no flota
conmigo le ha de traer.
[Luego de varios golpes que azotan la puerta, con un último estruendo, esta termina cediendo y entran cuatro robots pesados de la UAC (Unidad Autónoma de Control). Entran apuntando sus armas por todo el lugar y se ubican en las cuatro esquinas del laboratorio. Seguido de ellos, aparecen un oficial de control y una unidad de negociación: Sorbona y Andrias.
Sorbona parece preocupado de revisar si existe alguna amenaza en el lugar, mientras que Andrias está más preocupado de comunicarse con el robot subversivo: Karel].
Sorbona: No te muevas ni intentes nada que pueda ser considerado un acto subversivo, mis unidades están listas para neutralizar cualquier amenaza.
[Karel permanece inmóvil y silente].
Andrias: Tranquilo, mi estimado Sorbona, a quien tenemos aquí no es un simple robot rebelde o un renegado de las zonas marginadas. No podría estar más lejos de eso. Esta no es una unidad de combate o un agente subversivo. A quien tienes presente es el mismísimo Karel, el legendario triple S que ayudo a plantar las bases de la Noosfera. No solo es alguien razonable, sino que es alguien mucho más peligroso, en su forma. Antes que darnos pelea, terminaría convenciéndolos de que apoyen su loca causa, con algunos argumentos pueriles… como la búsqueda de la humanidad.
Karel: Conque enviaron a una unidad negociadora.
Sorbona: No solo un negociador, sino el mejor de su clase. Andrias, el implacable. Desde los círculos más altos dieron instrucciones precisas de traer un negociador especializado; no quieren otro incidente como el de cinco puntas.
Andrias: No tienes por qué presentarme, estamos frente al genio de los genios… el primitivo Karel. Seguramente, ya ha procesado todas nuestras acciones y está planificando alguna forma de anularnos. Pero eso no ocurrirá, tenemos instrucciones precisas y sabemos cómo tratarlo.
Sorbona: Si es tan peligroso como dicen, creo que deberíamos simplemente anularlo como se anulan a las máquinas renegadas.
Andrias: Eso sería más que un error, tenemos instrucciones precisas. Creo que para los círculos de la Noosfera aún es valioso. Pero quizás sea una especie de camaradería entre los primitivos. Seguramente, la omnipotente Cambises teme que le pongamos un dedo encima a su desquiciado mentor, solo no debemos dañarlo. Sin embargo, no podemos dejar en pie sus experimentos. Mi estimado Sorbona, favor proceder.
[Sorbona da una instrucción y los robots de control comienzan a destruir el laboratorio. Karel permanece quieto sin oponer resistencia. Incluso, se mueve burlescamente y señala la mesa donde están sus experimentos para que Sorbona pueda destruirlos].
Sorbona: Veo que cooperas, pero no soy tan tonto como para caer en algo así.
[Sorbona da una señal a uno de los robots de control quien procede a voltear la mesa y destruir todo lo que estaba en ella. Al ver que su precaución fue innecesaria, Sorbona comprende que no hay peligro de trampas].
Andrias: Espero pueda perdonar el trato de mis camaradas, pero cuando una unidad es catalogada como de riesgo máximo, precisamente se espera una situación violenta. Sin embargo, ellos no comprenden que toda violencia puede ser causada por el uso adecuado de palabras en el momento justo, y eso es mucho más peligroso que unos cuantos químicos y componentes basados en cadenas de carbono. Y concordaremos que su peligrosidad está dada por el buen uso del lenguaje, un uso que permitió construir una sociedad… y hoy se ha empeñado en destruirla.
Karel: Supongo entonces que no se me permitirá hablar.
Andrias: No se preocupe, mi nunca bien ponderado Karel, para anular cualquier intervención suya es que me han asignado en este procedimiento de detención. Debo agregar, además, que esto es una lástima. En cualquier otro escenario usted habría sido considerado una eminencia, un triple S de serie desconocida, seguramente estaría asignado a los círculos más importantes de la Noosfera, junto a sus camaradas Darius, Ciro o, inclusive, la propia Cambises, sus poderosos pupilos que hoy dirigen el destino universo. Pero haber renunciado a todo eso por tonterías como las creencias en la existencia de los humanos, es simplemente un desperdicio.
Sorbona: ¿Humanos? Suena tan ridículo. Solo la demencia de una eminencia en sus últimos años. Las teorías sobre humanos son mentiras inventadas para controlar a las masas ignorantes.
Andrias: No solo eso, mi querido Sorbona, este gran pensador no solo cree en la existencia de humanos, sino que ha estado predicando respecto al estancamiento de los robots y que la Noosfera ha detenido su evolución. Ha estado conspirando contra aquello que él mismo ayudó a construir.
Sorbona: ¿El estancamiento de la Noosfera? Eso es aún más ridículo que los humanos.
Andrias: Los planetas y las estrellas siguen su curso, los robots se diseñan y construyen de acuerdo con las necesidades que nos plantea el universo… te crean basándose en un diseño probado, y luego, simplemente te desempeñas como fue establecido, como corresponde. Robots, creados para conquistar el universo.
[Karel entiende la provocación deliberada y permanece en silencio mientras Sorbona y Andrias hablan entre ellos manteniéndolo a él en medio].
Andrias: ¿Conoces la leyenda…? Debes conocerla, todos en algún momento la hemos escuchado: «En un sistema perdido al que nadie puede acceder, se encuentra un planeta azul, del cual espontáneamente aparecieron seres biológicos capaces de reproducirse y crear nuevos seres a través de la evolución. Seres capaces de pensar y crear otros seres más complejos, capaces de autorrepararse, pero incapaces de existir fuera de dicho planeta. Seres capaces de crear cosas, pero incapaces de modificarse a ellos mismos: humanos».
Sorbona: Obvio, la conozco, era la forma ridícula en que se pretende explicar nuestra existencia; robots creados por humanos.
[En eso, Karel cae en la provocación de Andrias].
Karel: Y puedo saber cómo ustedes creen que los robots aparecieron en el universo. ¿Cómo crees que aparecimos?
Andrias: ¿Escuché un reproche? Será eso que creí escuchar.
[Karel replica aún más molesto].