Prólogo
Este libro, gran aporte a la bubalinocultura americana y mundial, muestra un excelente nivel en todos los trabajos. Algunos son casos profundos y extendidos, muy útiles para especialistas, científicos y para quienes quieran estudiar a fondo determinados temas. También son de gran ayuda para los criadores que buscan ampliar sus conocimientos sobre aspectos prácticos y científicos de la producción de búfalos. Quedan cubiertas las demandas de discernimiento sobre la ciencia e investigación por un lado, y sobre la producción y la industria por el otro.
Todos los capítulos son muy completos en información técnica, científica y práctica. Temas como la Genética, la Fisiología de la Nutrición, las biotecnologías para la reproducción, el manejo pre y post mortem, etc., son tratados con altísimo nivel.
Se destaca la enorme cantidad de investigaciones y resultados absolutamente nuevos que refieren, en muchos casos, a trabajos anteriores; estudios realizados en nuestro continente, con nuestra realidad, que no necesitan ser extrapolados como me ocurría con investigaciones y estudios sobre temas muy variados de la bubalinocultura en los años setenta, ochenta, noventa y a principios de este siglo, cuando tenía que recabar información de otros continentes o de trabajos realizados con vacunos. Al principio viajamos por el mundo entero con ese propósito, ya que la comunicación para el intercambio de la escasa información, y de las experiencias, requería mucho más que ahora de la presencia y permanencia física en distintos países, si es que queríamos analizar sus sistemas de producción en fincas y sus investigaciones en institutos y universidades.
Me alegra infinitamente comprobar el alto vuelo de los trabajos, de los sistemas de manejo y producción, y la riqueza de conocimientos alcanzados por los científicos, técnicos, investigadores y productores, en general jóvenes, del continente americano. Felicitaciones a los organizadores de esta obra que será de gran utilidad para la producción de búfalos de agua en todos nuestros países.
Ya no es solamente búfalo asiático: es búfalo americano, segundo en el mundo por su población y primero por su crecimiento, además del búfalo de agua europeo, egipcio y australiano.
Marco Zava
Mejoramiento genético en el búfalo de agua
Divier Antonio Agudelo Gómez
Introducción
El diseño y posterior implementación de un programa de mejoramiento genético en un sistema de producción animal está constituido por diferentes etapas. En la primera se define el (los) objetivo (s), es decir, se identifican las características que se desean mejorar; en la segunda se realiza la evaluación genética que permita determinar la línea base o punto de partida para poder cuantificar el progreso o ganancia a través del tiempo, esta valoración también permite estimar los parámetros genéticos (heredabilidad, correlaciones, repetibilidad, los valores y sus confiabilidades…) de los individuos estudiados; en la tercera etapa se lleva a cabo el proceso de selección para identificar a los animales considerados como «mejoradores», estos se aparearán entre sí y serán padres de la siguiente generación. Una vez realizado el ciclo, nuevamente se llevará a cabo la evaluación y se determinará el progreso genético o la respuesta alcanzada después de la selección, con el propósito de demostrar que un programa de mejoramiento genético es dinámico y debe ser permanente.
La eficiencia productiva en los sistemas de producción animal depende de varios elementos: la nutrición, la sanidad, el manejo, los factores ambientales y el componente genético; este último es el único que es atemporal y acompaña al individuo durante toda la vida (el resto suelen ser variables). En este sentido, es importante hacer una correcta selección de los reproductores, quienes deben tener valores genéticos superiores al promedio de la población y, de esta forma, contribuir a mejorar los promedios del sistema productivo.
En este capítulo se abordarán algunos conceptos de genética con el propósito de entender su aplicación o relación con los programas de mejoramiento; también se hará una breve revisión de los parámetros zootécnicos y genéticos estimados en trabajos de investigación en varios países y, finalmente, se presentan algunos resultados que dan cuenta de su aplicación en el campo de las evaluaciones genéticas.
De Mendel a la genómica
Gracias a las observaciones sistemáticas del fraile Gregor Johann Mendel se formularon los principios básicos de la genética. Fueron tan importantes sus hallazgos que aún hoy siguen vigentes las tres leyes que postuló (leyes de Mendel), y sirven como fundamento para entender cómo se transmiten las características fenotípicas de padres a hijos. Los avances científicos de los siglos XX y XXI, la teoría cromosómica de Sutton y Boveri en 1902 (los alelos mendelianos se localizan en los cromosomas) y la posterior identificación de la cadena de ADN, permitieron pasar de los cromosomas a la base molecular, dando paso a la genética basada en las secuencias de nucleótidos. Fue en 1977 que se inició la secuenciación del ADN, cuya finalidad es determinar el orden de los nucleótidos (A, C, G y T) en la cadena de ADN. Para el año 2000 ya se contaba con el primer borrador de la secuencia del genoma humano.
Se sabe que el porcentaje de genes que se expresa activamente en un individuo es bajo y depende de factores reguladores, lo que explica las posibles diferencias, incluso entre gemelos idénticos que tienen la misma información en su genoma. La activación o inactivación de algunos puede tener efectos sobre la fisiología, la producción y la aparición de enfermedades.
Adentrándonos un poco en la especie bubalina Bubalus bubalis bubalis (búfalo de agua) se sabe que su genoma está con formado por 25 pares de cromosomas. De acuerdo con información del National Center for Biotechnology Information (NCBI), en estos pares se tienen identificados 24,014 genes, muchos de ellos con múltiples formas alélicas que son responsables, junto con los factores ambientales, del fenotipo de los animales.
En los sistemas de producción animal, la mayoría de las características de interés económico varían continuamente, lo que significa que los individuos no pueden ser organizados en clases discretas. En el caso de los búfalos, la producción de leche y su composición (porcentaje de grasa, proteína y sólidos totales), la ganancia diaria de peso, el peso vivo a diferentes edades y el rendimiento en canal, son algunos ejemplos de características poligénicas (dependen del efecto de múltiples genes). Estos rasgos que se modifican de forma permanente se denominan caracteres cuantitativos, y el cambio que los distingue se denomina variación cuantitativa o continua. Enseguida se explica cómo se relacionan los diferentes tipos de acción génica y el ambiente con el fenotipo.
Valor fenotípico
El fenotipo de un animal como el búfalo es el valor observado al medir una de sus características y compararla con el promedio de la población, o con un grupo de individuos que sean contemporáneos. Debe tenerse en cuenta que algunas de estas particularidades están limitadas por el sexo, ejemplos de ello son la producción de la leche, la edad al primer parto y el intervalo entre partos que solo pueden ser evaluados en las hembras.
Para analizar las propiedades genéticas de una población se puede descomponer el valor fenotípico en sus partes, atribuibles a dos diferentes causas que lo determinan conjuntamente: el componente genotípico (G) y el ambiental (M). El primero es la constitución genética que posee un individuo, es decir, el arreglo particular de genes; el segundo comprende todos los factores no genéticos que lo influyen. Se podría decir entonces que el genotipo y el ambiente son, por definición, los únicos determinantes del valor fenotípico. A partir de lo anterior se puede plantear que el genotipo confiere al búfalo cierto valor, y que