Cómo vencer los temores y fortalecer la salud emocional. Enrique Chaij. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Enrique Chaij
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9789877983296
Скачать книгу
el temor a los animales en general.

      Y así podríamos seguir con la pirofobia (el temor al fuego); la nictalofobia (temor a la noche); la traumatofobia (el temor a los accidentes); la tanatofobia (el temor a la muerte), y muchísimas otras fobias, que interfieren en la tranquilidad y el bienestar emocional de millones de personas.

      Todos estos temores pueden ceder ante el apoyo psicológico correspondiente. Y de modo particular pueden disminuir y desaparecer mediante la intervención divina. ¿Alguna fobia o temor exagerado altera tu tranquilidad o restringe tu felicidad? ¡Hay remedio a tu alcance! Y ese remedio está en Dios, “que te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas. Yo te ayudo” (Isaías 41:13). Por lo tanto, solicita en oración el poder sanador de Dios. Haz tuyas estas palabras: “Ayúdame, Señor, Dios mío, sálvame conforme a tu constante amor” (Salmo 109:26). Y él te responderá por amor a ti. ¡Pruébalo, y obtendrás la victoria sobre tus temores!

       Los ataques de pánico

      Por último, citemos esta extraña y compleja cara del temor. Se trata de un miedo agudo, de un espanto repentino en el cual la víctima se siente morir. Aunque afecta más a menudo a la mujer, el hombre no está libre de padecerlo.

      Este mal, cada vez más frecuente, puede afligir a personas del mundo artístico, empresarial y deportivo, o de otra extracción laboral. Puede aparecer en el hogar, en el lugar de trabajo, o en el sitio y el momento menos pensados. Quizá la persona se encuentra en medio de su rutina diaria, y de repente comienza a sentir una sensación de miedo agudo, con falta de aire y dolor en el pecho. Tal vez se desvanezca y caiga al suelo. Nunca antes le había ocurrido algo semejante. Por lo tanto se asusta de veras, y comienza a pensar que puede tratarse de un ataque cardíaco, de un derrame cerebral, o de algún otro problema serio de salud.

      Una vez atendida, la persona comprende qué le pasó realmente, y poco a poco se va tranquilizando, aunque se pregunte por qué le vino esa angustiosa crisis de pánico, y si no le volverá en lo futuro.

      ¿A qué se deben estos ataques?

      Suelen deberse a factores externos, tales como un colapso social y económico del país, el fallecimiento de un ser querido, una exagerada sobrecarga laboral, una convivencia traumática en el trabajo, una amenaza peligrosa de parte de un enemigo… Son numerosas las causas externas que pueden provocar en un alma agobiada esta temible crisis de pánico.

      Y estos factores pueden incidir tan profundamente sobre la persona predispuesta, que terminen por producirle diversos sentimientos de temor, inseguridad, desaliento y una vaga sensación de debilidad interior. A partir de entonces, el ataque de pánico puede aparecer inesperadamente.

      El tratamiento adecuado y el apoyo afectivo constituyen una buena terapia para este mal, típico de estos tiempos posmodernos, cuando el estrés y la ansiedad habitan en tantos corazones. Pero, considerando que toda forma de temor es un problema básicamente emocional –cuando no también espiritual–, se impone el remedio de la fe y la confianza en Dios.

      El creyente sincero, que convive con Dios y se apoya constantemente en él, reduce sus temores, ordena su vida y acrecienta su fortaleza emocional. Los factores arriba mencionados pierden su fuerza negativa, y en su lugar aparece el poder divino como la mejor terapia del alma. Así dijo el antiguo profeta: “El Señor es bueno, es fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que confían en él” (Nahum 1:7).

       La mejor ayuda

      Cierto hombre, apresado injustamente, fue obligado a pasar 24 horas en una prisión oscura y subterránea. Los pasos del guardián se perdieron a la distancia, y todo el lugar quedó sumido en un profundo silencio. El pobre preso comenzó a desesperarse. Pensó que jamás saldría a la luz de la superficie.

      Pero al momento oyó los pasos de alguien que se acercaba. Era el capellán de la prisión, quien le dijo: “Vengo a ofrecerle compañía. Me quedaré aquí arriba hasta que lo saquen de la celda”. Entonces, con profundo agradecimiento, el preso contestó: “Mientras usted esté allí arriba, no temeré estar aquí abajo”.

      El miedo del hombre desapareció porque alguien, aunque invisible, estaba allí arriba. Y, amigo, amiga, Dios también está arriba, a nuestro lado, para ofrecernos su ayuda y ahuyentar nuestros temores. ¿Sueles pensar en esta verdad cuando tienes alguna necesidad? ¿Quién mejor que nuestro Señor para alejar nuestros temores y asegurar nuestro bienestar interior?

      En este capítulo nos hemos referido a la ansiedad, el estrés, la angustia, los sustos, las fobias y los ataques de pánico, como las diferentes “caras” o formas más comunes del temor. Y aunque brevemente, en todos los casos hemos visto de qué manera el temor desplaza la paz del alma e instala la aflicción.

      Pero también hemos recordado el papel fundamental de la fe como terapia y preventivo de los temores, y como el máximo factor de la paz y la alegría del corazón. Así que, parafraseando al preso del relato, mientras Dios permanezca “arriba”, velando por nuestro bien, no tendremos razón para temer “aquí abajo”, en medio de nuestros quehaceres cotidianos.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4Rl+RXhpZgAATU0AKgAAAAgADAEAAAMAAAABBiMAAAEBAAMAAAABCXUAAAECAAMAAAADAAAA ngEGAAMAAAABAAIAAAESAAMAAAABAAEAAAEVAAMAAAABAAMAAAEaAAUAAAABAAAApAEbAAUAAAAB AAAArAEoAAMAAAABAAIAAAExAAIAAAAhAAAAtAEyAAIAAAAUAAAA1YdpAAQAAAABAAAA7AAAASQA CAAIAAgALcbAAAAnEAAtxsAAACcQQWRvYmUgUGhvdG9zaG9wIDIxLjIgKE1hY2ludG9zaCkAMjAy MDoxMjoyNyAyMTo1MDo0OAAAAAAABJAAAAcAAAAEMDIzMaABAAMAAAAB//8AAKACAAQAAAABAAAJ YKADAAQAAAABAAAOcwAAAAAAAAAGAQMAAwAAAAEABgAAARoABQAAAAEAAAFyARsABQAAAAEAAAF6 ASgAAwAAAAEAAgAAAgEABAAAAAEAAAGCAgIABAAAAAEAABf0AAAAAAAAAEgAAAABAAAASAAAAAH/ 2P/tAAxBZG9iZV9DTQAC/+4ADkFkb2JlAGSAAAAAAf/bAIQADAgICAkIDAkJDBELCgsRFQ8MDA8V GBMTFRMTGBEMDAwMDAwRDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAENCwsNDg0QDg4QFA4O DhQUDg4ODhQRDAwMDAwREQwMDAwMDBEMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwM/8AAEQgA oABoAwEiAAIRAQMRAf/dAAQAB//EAT8AAAEFAQEBAQEBAAAAAAAAAAMAAQIEBQYHCAkKCwEAAQUB AQEBAQEAAAAAAAAAAQACAwQFBgcICQoLEAABBAEDAgQCBQcGCAUDDDMBAAIRAwQhEjEFQVFhEyJx gTIGFJGhsUIjJBVSwWIzNHKC0UMHJZJT8OHxY3M1FqKygyZEk1RkRcKjdDYX0lXiZfKzhMPTdePz RieUpIW0lcTU5PSltcXV5fVWZnaGlqa2xtbm9jdHV2d3h5ent8fX5/cRAAICAQIEBAMEBQYHBwYF NQEAAhEDITESBEFRYXEiEwUygZEUobFCI8FS0fAzJGLhcoKSQ1MVY3M08SUGFqKygwcmNcLSRJNU oxdkRVU2dGXi8rOEw9N14/NGlKSFtJXE1OT0pbXF1eX1VmZ2hpamtsbW5vYnN0dXZ3eHl6e3x//a AAwDAQACEQMRAD8A7W1n2amzKpJDaml9lMy0taNzzV+45rf7D0HF65j3Q6o7i4Ajwg8OVDo2Y/Ns Ie8vpeNsHs13sf8A9Fc99VrjRa/CvM24r30P+NbjVr/mKte1N8jcHWnY6L1R9HU+odOulgoybHY8 8Gixzrcf0/8Ag/pV/wDWls9StLPT6nQHGzH1ftO3cw+12795jVwvUeoAfWC+use+s79zfpbHAPe1 0fS2v/Ss/trquiZVmYPSc4bXM9rnAkOM/Q7fSZ+clCRBFD6IljEo69vmZ4vXLW1uxL2nJxdp27h7 2k61t3D6TEXB6nmZGLTi49uzLPsdv1BYzdt9N3u/SPa//wAC