El Libro de Urantia. Urantia Foundation. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Urantia Foundation
Издательство: Ingram
Серия:
Жанр произведения: Религия: прочее
Год издания: 0
isbn: 9781883395049
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personalidad humana existe potencialmente en la dote de la mente cósmica del ser humano. Pero la personalidad experiencial del hombre mortal no es observable como una realidad activa y funcional hasta después de que el vehículo de la vida material de la criatura mortal haya sido tocado por la divinidad liberadora del Padre Universal, siendo así lanzado a los mares de la experiencia como personalidad autoconsciente, autodeterminada (relativamente) y autocreadora. El yo material es verdadera e incualificablemente personal.

      5:6.7 (71.2) El yo material tiene personalidad e identidad, identidad temporal; el Ajustador espiritual prepersonal también tiene identidad, identidad eterna. Esta personalidad material y esta prepersonalidad espiritual son capaces de unir de tal manera sus atributos creadores para traer a la existencia la identidad superviviente del alma inmortal.

      5:6.8 (71.3) Así que habiendo proporcionado los medios para el crecimiento del alma inmortal y habiendo liberado al ser interior del hombre de las cadenas de la dependencia absoluta de la causación antecedente, el Padre se hace a un lado. Ahora bien, el hombre ya liberado de las cadenas de la respuesta a la causación, al menos en lo tocante al destino eterno, y habiéndose proporcionado los medios para el crecimiento del yo inmortal, del alma, la creación o la inhibición de la creación de este yo superviviente y eterno que es suyo por elección depende de la voluntad del hombre. Ningún otro ser, fuerza, creador, ni agencia en todo el vasto universo de los universos puede interferir en medida alguna en la absoluta soberanía del libre albedrío del ser mortal, tal como éste opera en el ámbito de la elección, en lo que se refiere al destino eterno de la personalidad del mortal que hace su elección. En lo que toca a la supervivencia eterna, Dios ha decretado la soberanía de la voluntad material y mortal, y ese decreto es absoluto.

      5:6.9 (71.4) El otorgamiento de personalidad a la criatura confiere una liberación relativa a partir de la respuesta esclavizada a la causación antecedente, y las personalidades de todos estos seres morales, evolutivos u otros, están centradas en la personalidad del Padre Universal. Ellos son atraídos siempre hacia su presencia en el Paraíso por esa afinidad del ser que constituye el vasto y universal círculo familiar y el circuito fraterno del Dios eterno. Existe un parentesco de espontaneidad divina en toda personalidad.

      5:6.10 (71.5) El circuito de personalidad del universo de los universos está centrado en la persona del Padre Universal, y el Padre Paradisiaco es personalmente consciente de todas las personalidades de todos los niveles de existencia autoconsciente y se mantiene en contacto personal con ellas. Y esta conciencia de personalidad de toda la creación existe independientemente de la misión de los Ajustadores del Pensamiento.

      5:6.11 (71.6) Tal como toda la gravedad está puesta en circuito en la Isla del Paraíso, y toda mente está puesta en circuito en el Actor Conjunto y todo espíritu en el Hijo Eterno, del mismo modo toda personalidad está puesta en circuito en la presencia personal del Padre Universal, y este circuito transmite infaliblemente la adoración de todas las personalidades a la Personalidad Original y Eterna.

      5:6.12 (71.7) Respecto de aquellas personalidades que no son habitadas por un Ajustador, también el Padre Universal les ha concedido la libertad de elección y tales personas están asimismo incluidas en el gran circuito del amor divino, el circuito de personalidad del Padre Universal. Dios concede elección soberana a todas las personalidades auténticas. No se puede forzar a ninguna criatura personal a emprender la aventura eterna; las puertas de la eternidad se abren tan sólo en respuesta a la libre elección de los hijos dotados de libre albedrío, del Dios de libre albedrío.

      5:6.13 (72.1) Y he aquí pues mis esfuerzos para presentar la relación del Dios viviente con los hijos del tiempo. Una vez que esté todo dicho y hecho, no puedo hacer nada más beneficioso que reiterar que Dios es vuestro Padre en el universo, y que todos vosotros sois sus hijos planetarios.

      5:6.14 (72.2) [Éste es el quinto y último documento de la serie en que un Consejero Divino de Uversa presenta la descripción del Padre Universal.]

      El libro de Urantia

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      Documento 6

      6:0.1 (73.1) EL Hijo Eterno es la expresión perfecta y final del «primer» concepto personal y absoluto del Padre Universal. Consecuentemente, en cualquier tiempo y circunstancia en que el Padre se expresa de manera personal y absoluta, lo hace a través de su Hijo Eterno, quien siempre ha sido, es y será siempre, el Verbo viviente y divino. Y este Hijo Eterno reside en el centro de todas las cosas, en asociación con el Padre Eterno y Universal y envolviendo inmediatamente su presencia personal.

      6:0.2 (73.2) Hablamos del «primer» pensamiento de Dios y aludimos a un origen temporal imposible del Hijo Eterno con el fin de ganar acceso a los canales de pensamiento del intelecto humano. Estas distorsiones de lenguaje representan nuestro esfuerzo por hacer contacto y llegar a un compromiso con las mentes de las criaturas mortales sujetas al tiempo. En un sentido de secuencia, el Padre Universal no pudo nunca haber tenido un primer pensamiento, ni el Hijo Eterno pudo nunca haber tenido principio. Pero se me ha instruido que describa las realidades de la eternidad a la mente de los mortales limitada por el tiempo mediante estos símbolos intelectuales y que designe las relaciones de la eternidad mediante estos conceptos temporales de secuencia.

      6:0.3 (73.3) El Hijo Eterno es la personalización espiritual del concepto universal e infinito de la realidad divina, del espíritu no cualificado, y de la personalidad absoluta del Padre del Paraíso. Por ello el Hijo constituye la revelación divina de la identidad creadora del Padre Universal. La personalidad perfecta del Hijo revela que el Padre es realmente el origen eterno y universal de todos los significados y valores de lo espiritual, lo volitivo, lo que tiene propósito, y lo personal.

      6:0.4 (73.4) En un esfuerzo para intentar capacitar la mente finita del tiempo a que forme un concepto secuencial de las relaciones de los seres eternos e infinitos de la Trinidad del Paraíso, utilizamos licencias de concepción tales como la de referirnos al «primer concepto personal, universal e infinito del Padre». Es imposible para mí transmitir a la mente humana una idea adecuada de las relaciones eternas de las Deidades; por lo tanto empleo términos que otorgan a la mente finita un embrión de idea de la relación de estos seres eternos en las edades subsiguientes del tiempo. Creemos que el Hijo surgió del Padre; se nos enseña que ambos son no cualificadamente eternos. Es aparente, por lo tanto, que ninguna criatura temporal puede llegar a comprender jamás plenamente este misterio de un Hijo que es derivado del Padre, y que sin embargo es coordinadamente eterno con el Padre mismo.

      6:1.1 (73.5) El Hijo Eterno es el Hijo original y unigénito de Dios. Él es Dios el Hijo, la Segunda Persona de la Deidad y el creador asociado de todas las cosas. Tal como el Padre es la Primera Gran Fuente y Centro, así el Hijo Eterno es la Segunda Gran Fuente y Centro.

      6:1.2 (74.1) El Hijo Eterno es el centro espiritual y el administrador divino del gobierno espiritual del universo de los universos. El Padre Espiritual es en primer lugar un creador y luego un controlador; el Hijo Eterno es primero un cocreador y luego un administrador espiritual. «Dios es espíritu», y el Hijo es una revelación personal de ese espíritu. La Primera Fuente y Centro es el Absoluto Volitivo; la Segunda Fuente y Centro es el Absoluto de Personalidad.

      6:1.3 (74.2) El Padre Universal nunca funciona personalmente como creador excepto en conjunción con el Hijo o con la acción coordinada del Hijo. Si el escritor del Nuevo Testamento se hubiera referido al Hijo Eterno, habría proclamado la verdad cuando escribió: «En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho».

      6:1.4