38:7.3 (422.3) Los querubines y sanobines son los asistentes fieles y eficientes de los ministros seráficos, y todas las siete órdenes de serafines tienen estos asistentes subordinados. Los querubines y sanobines sirven durante épocas en estas funciones, pero no acompañan a los serafines en asignaciones más allá de los confines del universo local.
38:7.4 (422.4) Los querubines y sanobines son los obreros espirituales rutinarios en los mundos individuales de los sistemas. En asignaciones no personales y en casos de urgencia, pueden servir en lugar de un par seráfico, pero no pueden funcionar, ni siquiera temporalmente, como ángeles asistentes de los seres humanos; ése es un privilegio exclusivo de los serafines.
38:7.5 (422.5) Cuando se los asigna a un planeta, los querubines ingresan en cursos locales de capacitación, incluyendo un estudio de las costumbres e idiomas planetarios. Los espíritus ministrantes del tiempo son todos bilingües, pues hablan el idioma del universo local de su origen y el del superuniverso nativo. Por el estudio en las escuelas de los reinos adquieren lenguas adicionales. Los querubines y los sanobines, como los serafines y todas las demás órdenes de seres espirituales, están continuamente ocupados en perfeccionarse a sí mismos. Sólo los seres subordinados al control del poder y la dirección de la energía son incapaces de progreso; todas las criaturas que tienen una personalidad real o potencialmente volitiva buscan nuevos logros.
38:7.6 (422.6) Los querubines y sanobines se encuentran por naturaleza muy cerca del nivel morontial de la existencia, y demuestran ser particularmente eficientes en el trabajo que limita los dominios físico, morontial y espiritual. Estos hijos del Espíritu Materno del universo local están caracterizados por «criaturas cuartas» mucho a semejanza de los servitales de Havona y de las comisiones conciliadoras. Cada cuarto querubín y cada cuarto sanobín son cuasi materiales, asemejándose muy claramente al nivel morontial de la existencia.
38:7.7 (422.7) Estas criaturas cuartas angélicas son de gran ayuda para los serafines en las fases más concretas de sus actividades universales y planetarias. Estos querubines morontiales también realizan muchas tareas limítrofes, indispensables en los mundos de capacitación morontial y se los asigna al servicio de los Compañeros Morontiales en grandes números. Son para las esferas morontiales aproximadamente lo que los seres intermedios son para los planetas evolucionarios. En los mundos habitados estos querubines morontiales frecuentemente funcionan en enlace con los seres intermedios. Los querubines y los seres intermedios son órdenes claramente definidas de seres; tienen orígenes distintos, pero relevan gran similitud en su naturaleza y función.
8. Evolución de los Querubines y Sanobines
38:8.1 (423.1) Se abren a los querubines y sanobines numerosas avenidas cada vez más elevadas de servicio que conducen al enaltecimiento de su estado, la cual puede ser mejorada aún más por el abrazo de la Ministra Divina. Respecto del potencial evolucionario existen tres grandes clases de querubines y sanobines:
38:8.2 (423.2) 1. Los candidatos para la ascensión. Estos seres son por naturaleza candidatos al estado seráfico. Los querubines y sanobines de esta orden son brillantes, aunque no, por dotación inherente, equivalentes a los serafines; pero por su aplicación y experiencia les es posible alcanzar plena condición seráfica.
38:8.3 (423.3) 2. Los querubines de fase media. Todos los querubines y sanobines no son iguales en potencial de ascensión, y éstos son los seres inherentemente limitados de las creaciones angélicas. La mayoría de ellos seguirá siendo querubines y sanobines, aunque los individuos más dotados podrán alcanzar un servicio seráfico limitado.
38:8.4 (423.4) 3. Los querubines morontiales. Estas «criaturas cuartas» de las órdenes angélicas mantendrán siempre sus características cuasi materiales. Continuarán siendo querubines y sanobines, juntamente con una mayoría de sus hermanos de la fase media, hasta la actualización completa del Ser Supremo.
38:8.5 (423.5) Aunque el segundo y tercer grupo están un tanto limitados en potencial de crecimiento, los candidatos para la ascensión pueden alcanzar las alturas del ministerio seráfico en los universos. Muchos de los más expertos entre estos querubines se asignan a los guardianes seráficos del destino y de esta manera, cuando los abandonen sus decanos seráficos, se hallan en línea directa para el avance al estado de Maestros de los Mundos de Estancia. Los guardianes del destino no tienen ayudantes querubines y sanobines cuando sus protegidos mortales alcanzan la vida morontial. Cuando se les otorga pase a otros tipos de serafines evolucionarios para Serafington y el Paraíso, deben abandonar a sus ex-subordinados al salir de los confines de Nebadon. Estos querubines y sanobines abandonados generalmente son abrazados por el Espíritu Materno del Universo, alcanzando así, en el logro del estado seráfico, un nivel equivalente al de Maestro de los Mundos de Estancia.
38:8.6 (423.6) Cuando, como Maestros en los Mundos de Estancia, los querubines y sanobines ya abrazados han servido por largo tiempo en las esferas morontiales, desde la más baja hasta la más elevada, y cuando sus cuerpos en Salvington tienen demasiado personal, la Estrella Brillante Matutina convoca a estos siervos fieles de las criaturas del tiempo para que aparezcan en su presencia. Se les administra el juramento de la transformación de la personalidad; y en ese momento, en grupos de siete mil, estos decanos querubines y sanobines avanzados, son abrazados nuevamente por el Espíritu Materno del Universo. De este segundo abrazo emergen como serafines completos. De allí en adelante para la carrera plena y completa de un serafín, con todas sus posibilidades paradisiacas, se abren a estos querubines y sanobines que han nacido nuevamente. Estos ángeles pueden ser asignados como guardianes del destino a algún ser mortal, y si el protegido mortal logra la sobrevivencia, se volverán elegibles para avance en Serafington y en los siete círculos del logro seráfico, aun hasta el Paraíso y al Cuerpo de los Finalistas.
9. Los Seres Intermedios
38:9.1 (424.1) Los seres intermedios tienen una clasificación triple: están apropiadamente clasificados con los Hijos ascendentes de Dios; están agrupados de hecho con las órdenes de los ciudadanos permanentes, y funcionalmente se los consideran con los espíritus ministrantes del tiempo debido a su asociación íntima y eficaz con las huestes angélicas en el trabajo de servir al hombre mortal en los mundos individuales del espacio.
38:9.2 (424.2) Estas criaturas singulares aparecen en la mayoría de los mundos habitados y se los encuentra siempre en los planetas decimales o de experimento de vida, tales como Urantia. Los seres intermedios son de dos tipos —primario y secundario— y aparecen mediante las siguientes técnicas:
38:9.3 (424.3) 1. Seres Intermedios Primarios, es el grupo más espiritual, constituye una orden un tanto estandarizada de seres que son derivados uniformemente del séquito modificado de mortales ascendentes de los Príncipes Planetarios. El número de los seres intermedios primarios es siempre cincuenta mil, y ningún planeta que disfrute de su ministerio tiene un número mayor.
38:9.4 (424.4) 2. Seres Intermedios Secundarios, es el grupo más material de estas criaturas, varía grandemente en número en los distintos mundos, aunque el promedio es de alrededor de cincuenta mil. Se derivan en forma variada de los elevadores biológicos planetarios, los Adanes y las Evas, o de su progenie inmediata. Existen no menos de veinticuatro técnicas distintas en la producción de estos seres intermedios secundarios en los mundos evolucionarios del espacio. La modalidad de origen de este grupo en Urantia fue rara y extraordinaria.
38:9.5 (424.5) Ninguno de estos grupos es un accidente evolucionario; ambos son aspectos esenciales de los planes predeterminados de los arquitectos del universo, y su aparición en los mundos evolutivos en el momento oportuno está de acuerdo con los diseños originales y planes de desarrollo de los Portadores de Vida supervisores.