26:2.3 (287.2) La tarea de los supernafines primarios es tan singular y distintiva que se la considerará separadamente en la narrativa siguiente.
26:2.4 (287.3) Los supernafines secundarios son los directores de los asuntos de los seres ascendentes en los siete circuitos de Havona. Se ocupan igualmente de ministrar a la capacitación instruccional de las numerosas órdenes de Ciudadanos del Paraíso que moran por largos períodos en los circuitos de los mundos de la creación central, pero no podemos hablar de esta fase de su servicio.
26:2.5 (287.4) Hay siete tipos de estos ángeles elevados, originándose cada uno en uno de los Siete Espíritus Rectores y de naturaleza correspondientemente similar. Colectivamente, los Siete Espíritus Rectores crean muchos grupos diferentes de seres y entidades únicos, y los miembros individuales de cada orden son comparativamente uniformes en su naturaleza. Pero cuando estos mismos Siete Espíritus crean individualmente, las órdenes resultantes son siempre de naturaleza séptuple; los hijos de cada Espíritu Rector comparten la naturaleza de su creador y consiguientemente son distintos de los demás. Tal es el origen de los superafines secundarios, y los ángeles de los siete tipos creados funcionan en todos los canales de actividad abiertos a su entera orden, principalmente en los siete circuitos del divino universo central.
26:2.6 (287.5) Cada uno de los siete circuitos planetarios de Havona está bajo la supervisión di-recta de uno de los siete espíritus de los circuitos, siendo ellos mismos una creación colectiva —y por lo tanto uniforme— de los Siete Espíritus Rectores. Aunque comparten la naturaleza de la Tercera Fuente y Centro, estos siete Espíritus subsidiarios de Havona no fueron parte del universo de modelo original. Entraron en función después de la creación original (eterna) pero mucho antes de los tiempos de Grandfanda. Indudablemente aparecieron como respuesta creativa de los Espíritus Rectores al propósito emergente del Ser Supremo, y fueron descubiertos en función cuando se organizó el gran universo. El Espíritu Infinito y todos sus asociados creativos, como coordinadores universales, parecen abundar en la capacidad de formular respuestas creativas adecuadas a los desarrollos simultáneos en las Deidades experienciales y en los universos en evolución.
26:2.7 (287.6) Los supernafines terciarios se originan en estos Siete Espíritus de los Circuitos. A cada uno de ellos, en un circuito separado de Havona, el Espíritu Infinito le ha dado poder para crear un número suficiente de altos ministros superáficos de la orden terciaria como para satisfacer las necesidades del universo central. Aunque los Espíritus del Circuito produjeron comparativamente pocos de estos ministros angélicos antes de la llegada a Havona de los peregrinos del tiempo, los Siete Espíritus Rectores no comenzaron siquiera la creación de los supernafines secundarios hasta la llegada de Grandfanda. Por lo tanto, se consideran aquí primero los supernafines terciarios, siendo éstos los más antiguos de las dos órdenes.
3. Los Supernafines Terciarios
26:3.1 (288.1) Estos servidores de los Siete Espíritus Rectores son los especialistas angélicos de los varios circuitos de Havona, y su ministerio se extiende tanto a los peregrinos ascendentes del tiempo como a los peregrinos descendentes de la eternidad. En los mil millones de mundos de estudio de la perfecta creación central, vuestros asociados superáficos de todas las órdenes os serán plenamente visibles. Allí todos vosotros seréis, en el sentido más elevado, seres fraternales y comprensivos de contacto y compasión mutua. También reconoceréis plenamente y fraternizaréis exquisitamente con los peregrinos descendentes, los Ciudadanos del Paraíso, quienes atraviesan estos círculos de dentro hacia afuera, entrando a Havona a través del mundo piloto del primer circuito y procediendo hacia afuera hasta el séptimo.
26:3.2 (288.2) Los peregrinos ascendentes de los siete superuniversos pasan a través de Havona en el sentido opuesto, entrando por vía del mundo piloto del último círculo y procediendo hacia adentro. No hay límite temporal establecido para el progreso de las criaturas ascendentes de mundo en mundo y de circuito en circuito, así como tam-poco existe un período fijo de tiempo asignado arbitrariamente a la residencia en los mundos morontiales. Pero, aunque algunos individuos desarrollados en forma adecuada pueden estar exentos de la estadía en uno o más de los mundos de capacitación del universo local, ningún peregrino podrá evitar pasar a través de los siete circuitos de Havona de espiritualización progresiva.
26:3.3 (288.3) Ese cuerpo de supernafines terciarios que está asignado principalmente al servicio de los peregrinos del tiempo se clasifica como sigue:
26:3.4 (288.4) 1. Los Supervisores de la Armonía. Es evidente que algún tipo de influencia coordinadora es necesaria, aun en la perfecta Havona, para mantener el sistema y asegurar la armonía en todo el trabajo de preparación de los peregrinos del tiempo para sus subsiguientes logros en el Paraíso. Tal es la misión real de los supervisores de la armonía —mantener todo en progreso y sin obstáculos. Se originan en el primer circuito y sirven en todo Havona, y su presencia en los circuitos significa que nada puede sufrir deslices. Tienen una gran habilidad para coordinar una diversidad de actividades que comprenden personalidades de distintas órdenes —aun de niveles múltiples— permite a estos supernafines asistir donde quiera y cuando quiera se los necesite. Contribuyen enormemente a la comprensión mutua de los peregrinos del tiempo y los peregrinos de la eternidad.
26:3.5 (288.5) 2. Los Registradores Principales. Estos ángeles son creados en el segundo circuito pero operan en todos lados en el universo central. Registran en triplicado, ejecutando expedientes para los archivos literales de Havona, para los archivos espirituales de su orden, y para los registros normales del Paraíso. Además transmiten automáticamente las transacciones de importancia en cuanto al conocimiento verdadero a las bibliotecas vivientes del Paraíso, los custodios del conocimiento de la orden primaria de los supernafines.
26:3.6 (288.6) 3. Los Locutores. Los Hijos del tercer Espíritu de los Circuitos funcionan en toda Havona, aunque su estación oficial está ubicada en el planeta número setenta en el círculo más exterior. Estos técnicos decanos son los receptores y enviadores de transmisiones de la creación central y los directores de los informes espaciales de todos los fenómenos de la Deidad en el Paraíso. Pueden operar todos los circuitos básicos del espacio.
26:3.7 (288.7) 4. Los Mensajeros. Se originan en el circuito número cuatro. Viajan por el sistema entero del Paraíso-Havona como portadores de todo mensaje que requiere transmisión personal. Sirven a sus semejantes, las personalidades celestiales, los peregrinos del Paraíso, y aun a las almas ascendentes del tiempo.
26:3.8 (289.1) 5. Los Coordinadores de la Información. Estos supernafines terciarios, hijos del quinto Espíritu de los Circuitos, son siempre los promotores sabios y compasivos de la asociación fraternal entre los peregrinos ascendentes y los descendentes. Ministran a todos los habitantes de Havona, y especialmente a los ascendentes, manteniéndolos informados sobre los asuntos del universo de los universos. En virtud de los contactos personales con los emisores y los reflectores, estos «periódicos vivientes» de Havona conocen instantáneamente toda información que pasa por los vastos circuitos de noticias del universo central. Obtienen la información mediante el método gráfico de Havona, que les permite asimilar automáticamente, en una hora del tiempo de Urantia, una cantidad de información que requeriría mil años para ser registrada mediante vuestra técnica telegráfica más rápida.
26:3.9 (289.2) 6. Las Personalidades de Transporte. Estos seres, que se originan en el circuito número seis, generalmente operan a partir del planeta número cuarenta en el circuito más exterior. Son quienes llevan a los candidatos desalentados que fracasan transitoriamente en la aventura de la Deidad. Se mantienen prontos para servir a todos los que deben venir e ir en el servicio de Havona, y que no están atravesando el espacio.
26:3.10 (289.3) 7. El Cuerpo de Reserva. Las fluctuaciones en el caudal de trabajo con los seres ascendentes, los peregrinos del Paraíso y otras órdenes de seres residentes en Havona, obligan a mantener estas reservas de supernafines en el mundo piloto del séptimo círculo,