20:6.6 (229.5) Cuando los Hijos autootorgadores, Creadores o Magisteriales, penetran el portal de la muerte, reaparecen al tercer día. Pero no deberíais albergar la idea de que ellos siempre se encuentran con el trágico fin del Hijo Creador que moró en vuestro mundo hace mil novecientos años. La experiencia extraordinaria y extrañamente cruel por la que pasó Jesús de Nazaret ha hecho que Urantia sea conocida localmente como «el mundo de la cruz». No es necesario que un Hijo de Dios sea tratado de una manera tan inhumana, la gran mayoría de los planetas les ha ofrecido un recibimiento más considerado, permitiéndoles terminar sus carreras mortales, terminar la edad, adjudicar a los sobrevivientes adormecidos, e inaugurar una nueva dispensación, sin sufrir una muerte violenta. Un hijo autootorgador debe enfrentarse a la muerte, debe pasar a través de la experiencia total y real de los mortales del reino, pero no es requisito del plan divino que su muerte sea ni violenta ni extraña.
20:6.7 (229.6) Cuando los Hijos encarnados no son puestos a muerte en una forma violenta, éstos abandonan voluntariamente su vida y pasan por los portales de la muerte, no para satisfacer las demandas de «la justicia severa» o «la ira divina», sino más bien para completar el autootorgamiento, «para beber la copa» de la carrera de la encarnación y experiencia personal en todo lo que constituye la vida de una criatura tal como se vive en los planetas de la existencia mortal. El autootorgamiento es una necesidad planetaria y universal, y la muerte física no es más que una parte necesaria de la misión del autootorgamiento.
20:6.8 (230.1) Cuando la encarnación mortal se termina, el Avonal de servicio se encamina al Paraíso, es aceptado por el Padre Universal, regresa al universo local de asignación, y es recibido por el Hijo Creador. De allí en adelante, el Avonal de autootorgamiento y el Hijo Creador envían su Espíritu de la Verdad conjunto para funcionar en el corazón de las razas mortales que moran en el mundo del autootorgamiento. En las edades de presoberanía de un universo local, éste es el espíritu conjunto de ambos Hijos, implementado por el Espíritu Creativo. Difiere un tanto del Espíritu de la Verdad que caracteriza las edades del universo local después del séptimo autootorgamiento de un Micael.
20:6.9 (230.2) Cuando se completa el autootorgamiento final de un Hijo Creador, el Espíritu de la Verdad previamente enviado en todos los mundos de autootorgamiento Avonal de ese universo local cambia de naturaleza, volviéndose más literalmente el espíritu de Micael soberano. Este fenómeno toma lugar concurrentemente con la liberación del Espíritu de la Verdad para servicio en el planeta de autootorgamiento mortal de Micael. De allí en adelante, cada mundo honrado por un autootorgamiento Magisterial recibirá el mismo espíritu Confortador del Hijo Creador séptuple, en asociación con el Hijo Magisterial, que el mundo habría recibido si el mismo Soberano del universo local se hubiese encarnado personalmente como su Hijo autootorgador.
7. Los Hijos Instructores Trinitarios
20:7.1 (230.3) Estos Hijos Paradisiacos altamente personales y altamente espirituales son traidos a la existencia por la Trinidad del Paraíso. Se los conoce en Havona como la orden de los Dainales. En Orvonton están registrados como Hijos Instructores Trinitarios, llamados así por su parentesco. En Salvington a veces se los denomina Hijos Espirituales Paradisiacos.
20:7.2 (230.4) En número los Hijos Instructores están constantemente en aumento. El último censo universal emitido arrojó para estos Hijos Trinitarios que funcionan en el universo central y en los superuniversos cifras de un poco más de veintiún mil millones, y esto excluyendo las reservas en el Paraíso, que incluyen a más de un tercio de todos los Hijos Instructores Trinitarios en existencia.
20:7.3 (230.5) La orden Dainal de filiación no es parte orgánica de las administraciones de los universos locales o de los superuniversos. Sus miembros no son ni creadores ni liberadores, tampoco son jueces ni gobernantes. No se preocupan tanto por la administración del universo sino por el esclarecimiento moral y el desarrollo espiritual. Son los educadores universales, dedicados al despertar espiritual y a la guía moral de todos los reinos. Su ministerio está íntimamente interrelacionado con el de las personalidades del Espíritu Infinito y estrechamente asociado con la ascensión de las criaturas al Paraíso.
20:7.4 (230.6) Estos Hijos Trinitarios participan de las naturalezas combinadas de las tres Deidades del Paraíso, pero en Havona parecen reflejar más la naturaleza del Padre Universal. En los superuniversos parecen semejar la naturaleza del Hijo Eterno, mientras que en las creaciones locales aparecen con las características del Espíritu Infinito. En todos los universos, ellos son la manifestación del servicio y la discreción de la sabiduría.
20:7.5 (230.7) A diferencia de sus hermanos Paradisiacos, los Micaeles y los Avonales, los Hijos Instructores Trinitarios no reciben capacitación preliminar en el universo central. Se les envía directamente a las sedes de los superuniversos y desde allí son comisionados para el servicio en un universo local. En su ministerio en estos reinos evolucionarios, utilizan la influencia espiritual combinada de un Hijo Creador y de los Hijos Magisteriales asociados, porque los Dainales no poseen un poder de atracción espiritual en sí mismos y por sí mismos.
8. El Ministerio de los Dainales en los Universos Locales
20:8.1 (231.1) Los Hijos Espirituales Paradisiacos son seres singulares de origen en la Trinidad y las únicas criaturas trinitarias tan completamente asociadas con la conducta de los universos de origen dual. Están dedicados afectuosamente al ministerio de instrucción a las criaturas mortales y de las órdenes inferiores de los seres espirituales. Comienzan sus labores en los sistemas locales y, de acuerdo con la experiencia y el logro, avanzan hacia adentro a través del servicio en las constelaciones a las tareas más elevadas de la creación local. Después de haber sido certificados, pueden tornarse embajadores espirituales en representación de los universos locales de su servicio.
20:8.2 (231.2) El número exacto de Hijos Instructores en Nebadon no lo conozco; existen muchos miles de ellos. Muchos de los jefes de departamentos en las facultades Melquisedek pertenecen a esta orden, mientras que el personal combinado de la Universidad normal de Salvington comprende a más de cien mil incluyendo a estos Hijos. Grandes números están estacionados en los distintos mundos de capacitación morontial, pero no se ocupan completamente del avance espiritual e intelectual de las criaturas mortales; se preocupan igualmente por la instrucción de los seres seráficos y de otros nativos de las creaciones locales. Muchos de sus asistentes se seleccionan de las filas de los seres trinidizados por criaturas.
20:8.3 (231.3) Los Hijos Instructores componen el cuerpo docente que administra todos los exámenes y conduce todas las pruebas para la calificación y certificación de todas las fases subordinadas del servicio universal, desde los deberes de los centinelas de puestos avanzados hasta los de los estudiantes de astronomía. Ellos conducen un curso de capacitación que dura una edad, que va desde los cursos planetarios hasta la elevada Facultad de la Sabiduría ubicada en Salvington. El reconocimiento del esfuerzo y del logro se otorga a todos, ya sea un mortal ascendente o un querubín ambicioso, que completen estas aventuras en la sabiduría y la verdad.
20:8.4 (231.4) En todos los universos, todos los Hijos de Dios admiran a estos Hijos Instructores Trinitarios siempre fieles y universalmente eficientes. Ellos son los maestros excelsos de todas las personalidades espirituales, aun los maestros comprobados y auténticos de los Hijos de Dios mismos. Pero casi no puedo informaros de los detalles, deberes y funciones sin fin de los Hijos Instructores. El vasto dominio de las actividades de la filiación Dainal se comprenderá mejor en Urantia cuando hayáis avanzado más en inteligencia, y después de que haya terminado el aislamiento espiritual de vuestro planeta.
9. El Servicio Planetario de los Dainales
20:9.1 (231.5) Cuando el progreso de los acontecimientos en un mundo evolucionario indica que el momento es oportuno para iniciar una edad espiritual, los Hijos Instructores Trinitarios siempre se ofrecen como voluntarios para este servicio. No estáis familiarizados con esta orden de filiación porque Urantia no ha tenido la experiencia de una edad espiritual, un milenio de esclarecimiento