A partir de un fallo del Tribunal Supremo en 2009, se sentó jurisprudencia acerca de la despenalización para uso personal en pequeñas cantidades y para consumo en locales privados. Sin embargo, dicho fallo no se aplica en todos los casos dado que la ley permanece vigente, por lo que en la actualidad aún es posible enfrentar un proceso judicial por la tenencia de cannabis.
Dada la estructura federal del país, algunas provincias han promulgado sus propias normativas respecto al tema. Por ejemplo, el cannabis medicinal es legal en la provincia de Chubut desde el 23 de septiembre de 2016, y en Santa Fe desde el 30 de noviembre de 2016.
El 29 de marzo de 2017, se expide la ley Nº 27.350 de Investigación Médica y Científica de Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados. El Senado aprueba el uso medicinal del cannabis a nivel nacional de manera unánime, con un total de 58 votos a favor y ninguno en contra. La ley fue promulgada el 21 de septiembre de 2017. Esta ley fue fundamentalmente de investigación, y para su uso, consideró principalmente a pacientes con epilepsia refractaria, además de permitir únicamente la importación de los aceites medicinales y desconsiderando la posibilidad del autocultivo. Por tanto, dicha ley resultó en ser limitada, dejando a muchos pacientes con otras patologías fuera de su consideración y empujando a muchas personas al mercado ilegal o arriesgándose a un castigo penal por llevar a cabo prácticas todavía penadas por la ley de drogas.
Estas complicaciones tuvieron tratamiento el 12 de noviembre de 2020, cuando el presidente Alberto Fernández suscribió un decreto para aprobar una nueva reglamentación de la ley Nº 27.350. Dicha reglamentación autoriza el cultivo con fines medicinales y el acceso en farmacias de diversos productos a base de cannabis, además de extender el uso medicinal de esta planta a más patologías que la epilepsia refractaria. Es, por tanto, a partir de esta fecha cuando se considera que el cannabis con fines medicinales, terapéuticos y/o paliativos del dolor son legales en el país, aunque el paradigma prohibicionista y punitivo permanece vigente y el uso recreativo aún es penalizado, dejando abierto un capitulo a futuro no tan lejano.
El origen de la palabra marihuana
Al posible origen procediendo del náhuatl: “malli” que quiere decir hierba que se enrosca o hierba para tejer y “huana” que se asocia a “thauhani” y significa “borracho” y “alterado en cuerpo y mente”.
La lengua náhuatl provenía de la familia uto-azteca hablada por los pobladores de los actuales estados de Nevada, Colorado y Utah en Estados Unidos. Luego se fue extendiendo a las regiones montañosas y escarpadas del oeste y norte de Jalisco (México) y entre los siglos III y VII d.C. ocuparon una importante área de Mesoamérica, en ese momento en pleno auge urbano y ceremonial.
En su plenitud, el náhuatl fue la lengua franca de la comunicación por excelencia entre los pueblos sojuzgados, administrados y tributarios de México, Tenochtitlán; por lo que numerosos grupos abandonaron sus lenguas maternas para adoptar el náhuatl.
El nombre original de la marihuana es cáñamo y viene de cannabum, forma vulgar del nombre clásico que es cannabis, que viene del griego y a su vez del tracio.
El cultivo del cáñamo es muy anterior a la colonización de América, se remonta hacia el año 4000 a.C. en la Mesopotamia (hoy Irak, Irán y Kuwait). En esas épocas se afirmaba que el cáñamo en exceso hacía ver monstruos, pero si era usado por un tiempo prolongado podía lograr que quien lo consumiera se pudiera comunicar con los espíritus. En la antigua India se le dotaba al cannabis de propiedades como proporcionar a quien la consumía poder espiritual y cercanía con la verdad, además de que servía para rendir culto al dios Shiva.
Es Cristóbal Colón, quien nos trae los primeros productos derivados de esta planta: 20 toneladas entre velas, redes, cuerdas, etc. Más tarde, Hernán Cortés, conquistador de los aztecas, pide que traigan cáñamo a la Nueva España.
Y en 1530 Pedro Cuadrado de Alcalá trae las primeras semillas de cáñamo a la ciudad de México y la Segunda Real Audiencia autoriza la siembra del cáñamo para fines de la industria textil.
Las culturas prehispánicas -que conocían desde tiempos ancestrales muchas plantas, así como sus usos y propiedades tanto curativas, alucinógenas y adivinatorias-, seguramente adoptaron al cannabis como una más de sus plantas sagradas y fue en ese entonces cuando adoptó el nombre de marihuana.
Su uso se fue extendiendo con el correr del tiempo y ya en 1902, José Guadalupe Posadas (reconocido ilustrador de Mexico) crea el primer personaje de historieta en México, Don Chepito Mariguana, un personaje de condición humilde que siempre se metía en problemas.
CAPÍTULO 2
SANTA PLANTA, SU BOTANICA
Botánica de la planta de cannabis
La planta de cannabis (cannabis sativa sp.) es una planta dioica o unisexual, lo que significa que produce flores masculinas y femeninas en plantas diferentes, aunque también puede producir plantas que presenten ambos sexos, a las que denominamos hermafroditas. A la planta que producen flores masculinas la llamamos planta macho y a la que produce flores femeninas la llamamos planta hembra.
Las plantas de cannabis machos florecen ofreciéndonos unas campanitas agrupadas en panículas, que cuelgan hacia abajo y que acaban abriéndose y soltando el polen, mientras que las plantas hembras nos ofrecen unos cálices en forma de lágrima de donde salen dos pelitos, normalmente blancos llamados pistilos y que se agrupan formando lo que solemos llamar cogollos.
¿Cuándo se puede diferenciar el cannabis hembra?
Por lo general, la planta del cannabis empieza a florecer cuando se alarga el fotoperiodo nocturno (las noches se hacen largas), lo cual le sirve de señal para entrar en floración y marcar así claramente su sexualidad. En realidad las plantas llegan a su estado de maduración sexual pasadas entre seis y ocho semanas después de la germinación de las semillas, sin necesidad de ningún cambio en el fotoperiodo.
Es precisamente este hecho el que nos puede ayudar a conocer el sexo de nuestras plantas sin tener que recurrir a esquejar o realizar cambios de fotoperiodo que podrían estresar a nuestras jóvenes plántulas.
Como hemos dicho anteriormente, las plantas al cumplir los dos meses desde la germinación, o lo que es lo mismo al llegar al quinto o sexto semana desde la germinación, llegan al estado de "maduras sexualmente" lo que significa que ya han marcado su sexo y, excepto en algunos casos de hermafroditismo posterior inducido por estrés, ya va a ser el sexo que va a mantener durante toda su vida, y es justo en este momento cuando podemos sexar nuestras plantas.
Esta es una técnica complicada para cualquier cultivador, la de detección precoz de sexo, que se va perfeccionando cuanto más la usamos y puede llevarnos a poder diagnosticar el sexo de nuestras plantas de cannabis desde una etapa muy precoz.
CICLO DE VIDA DE LA PLANTA DE CANNABIS
Para cultivar cannabis, es importante tener unos conocimientos básicos sobre las etapas que atraviesa durante su ciclo de vida. Es la base que te ayudará a entender qué están haciendo con las plantas en determinado momento, y qué requisitos tienen.
El cannabis es una planta anual, lo que significa que su ciclo de vida, de semilla a cosecha, dura un año. En el caso del cannabis, suele ser de 4 a 10 meses. La primera fase del